Back to Blog

VIVIR EN ACUERDO – SABADO

Descargar PDF

VIVIR EN ACUERDO

Estamos en la serie FAMILIAS BENDECIDAS, ya hemos aprendido que Dios diseñó a la familia con el anhelo de bendecirla, esa bendición vendrá como resultado de la obediencia. La semana pasada aprendimos cuales son los roles de la familia, qué le corresponde hacer al hombre, a la mujer y a los hijos, y se reafirmó el hecho de que, si cada uno ejerce su rol correctamente, nos irá bien como familia, nuestro hogar será un hogar caminando en los principios de la palabra de Dios, por lo tanto, será un hogar bendecido.

Esta semana hablaremos de VIVIR EN ACUERDO, se dice fácil, pero se requiere de un gran esfuerzo para poder aprender y vivir en acuerdo, sin embargo, esto es clave para que nuestro matrimonio y nuestra familia crezca, el vivir en acuerdo puede ser la diferencia entre que nuestra familia sea exitosa y bendecida o, todo lo contrario.

Eso de estar en acuerdo con una persona puede llegar a ser algo difícil, muchas veces porque nos dejamos llevar por nuestro egoísmo, porque queremos hacer y que los demás hagan lo que nosotros queremos, porque nos es difícil someternos a lo que otro quiere, pero muchas de estas dificultades las podemos evitar en nuestra familia si aplicamos lo que aprendimos la semana pasada, si cada uno de nosotros asumimos con amor nuestro rol en la familia, el tomar decisiones y estar de acuerdo será mucho más fácil. No se trata de que se haga lo que yo digo porque soy el hombre o porque soy la mamá, se trata de qué es lo mejor para mi familia en este momento y a futuro. No se trata de que uno tiene la razón y el otro no, sino de tomar decisiones que sean en beneficio de todos. Algunas veces nuestra propuesta va a ser la más adecuada, muchas veces nos tocará dar nuestro brazo a torcer, pero siempre debemos hacerlo por amor a Dios y a nuestra familia. Y en todas y cada una de las veces que necesitemos tomar una decisión y llegar a un acuerdo, debemos de consultar a Dios primero.

Dice la Biblia:

Mateo 18:19-20
19 »También les digo lo siguiente: si dos de ustedes se ponen de acuerdo aquí en la tierra con respecto a cualquier cosa que pidan, mi Padre que está en el cielo la hará. 20 Pues donde se reúnen dos o tres en mi nombre, yo estoy allí entre ellos.

Obviamente hablamos de pedir cosas conforme a la voluntad de Dios, pero cheque el poder del acuerdo, ni siquiera se necesitan miles para lograr algo, con 2 de nosotros que estemos de acuerdo en algo, Dios nos escuchará y nos lo concederá. El acuerdo desata un poder espiritual tan poderoso que nos puede dar la victoria en cualquier batalla, nos puede dar el impulso para alcanzar cualquier meta o para superar cualquier reto. El problema es que, aunque sea 2 de nosotros estemos de acuerdo en algo.

Dios nos llama a vivir en acuerdo, en armonía, y si nosotros nos esforzamos por hacerlo, estaremos viviendo una vida en obediencia y allí es donde encontramos el favor de Dios para nosotros, por lo tanto, podemos decir que UNA FAMILIA ES BENDECIDA, CUANDO VIVE EN ACUERDO.

Hay muchas formas en las que podemos trabajar para ir aprendiendo a vivir en acuerdo con nuestra familia, porque es muy diferente vivir en familia en donde solo se imponen las cosas y

nos aguantamos, que vivir en una familia en donde hay dialogo, diversidad de opiniones y valoración de estas para llegar a los acuerdos. Se escucha complicado y puede llegar a serlo al principio, pero poco a poco nos iremos dando cuenta que no siempre es difícil estar de acuerdo con nuestra pareja, poco a poco esto se irá haciendo una práctica constante y natural, porque definitivamente no es algo que va suceder como por arte de magia, es un proceso y debe ser intencional de nuestra parte, pero solo entonces comenzaremos a ver los cambios en nuestra familia, podremos ver como avanzamos en áreas que tal vez nos sentíamos estancados y que incluso llegamos a pensar que así viviríamos el resto de nuestra vida.

Dios quiere bendecir a nuestra familia, ese es su anhelo, pero también quiere que aprendamos a vivir un vida conforme a sus principios, y vivir en unidad y armonía es uno de ellos.

¿Cómo podemos llegar a vivir en acuerdo para poder ser una familia bendecida?

ESTABLECIENDO UNA VISIÓN FAMILIAR

La familia es un diseño que nació en el corazón de Dios, Él creó al hombre y a la mujer con un propósito y una visión, por lo tanto, nuestra familia debe de ser un proyecto de vida. No se trata de salir de una casa para irnos a otra, no se trata de tener hijos “a la buena de Dios”; formar una familia debe ser un proyecto de vida, debemos tener metas y objetivos, debemos tener una visión de lo que queremos lograr como familia para poder enfocar nuestros esfuerzos hacía ese punto. Si no tenemos una visión, vamos a llegar a cualquier parte y muchas veces ese lugar no va a ser muy agradable.

Cuando tenemos una meta fija, todo lo que hacemos va dirigido a llegar a ese punto y para mantenernos en ese camino debemos tomar acuerdos, pero si no sabemos ponernos de acuerdo o si no los respetamos, el camino va a ser muy pesado y difícilmente vamos a llegar a donde nos hemos propuesto.

En la Biblia hay un relato sobre la Torre de Babel, dice que hubo un tiempo en que todos los habitantes del mundo hablaban el mismo idioma; unos migrantes se asentaron en una llanura de Babilonia y decidieron construir una ciudad con una torre que llegara hasta el cielo, su propósito al edificar esa torre era ser reconocidos y así evitar que los dispersaran por todo el mundo, cuando ellos estaban trabajando, construyendo esa torre sucedió esto:

Génesis 11:5-6
5 Pero el Señor descendió para ver la ciudad y la torre que estaban construyendo, 6 y dijo: «¡Miren! La gente está unida, y todos hablan el mismo idioma. Después de esto, ¡nada de lo que se propongan hacer les será imposible!

Dice en los siguientes versículos que Dios hizo que comenzaran a hablar diferentes idiomas para confundirlos y que no pudieran entenderse unos con otros. La motivación de este pueblo era egoísta, por eso Dios no permitió que sus planes se llevaran a cabo, sin embargo, podemos ver como el estar de acuerdo, el vivir y trabajar en unidad para alcanzar un mismo objetivo, nos puede permitir lograr grandes cosas, el vivir en unidad nos abre las puertas de la bendición de Dios y con su bendición en nuestro favor nada nos será imposible.

El propósito de Dios no es que vivamos divididos y en disputas, todo lo contrario, Dios quiere que aprendamos a vivir en unidad porque de esta manera alcanzaremos más cosas, encontraremos cierta plenitud para nuestra vida como esposos, como padres, como familia.

La palabra acuerdo en el diccionario de la Real Academia de la Lengua tiene muchos significados, uno de ellos es este:

ACUERDO: (RAE)
– Resolución premeditada de una sola persona o de varias.

Un acuerdo es algo que va a tomar tiempo, no siempre va a suceder en el primer intento, tal vez va a haber más de una opinión sobre la mesa, más de una sugerencia, más de una forma posible de hacer las cosas, pero debemos ser intencionales en estar abiertos de mente y corazón para poder analizar todas las opciones y decidir cual es la que mejor nos acomoda para seguir caminando hacía la meta que nos hemos propuesto.

Sabemos que no todas las familias son iguales, hay familias en las que no hay papá o no hay mamá o no hay hijos, tal vez en tu familia te toca a ti solo tomar decisiones porque tus hijos son pequeños y ya no está tu cónyuge contigo, aún así debes establecer una visión para ti y para los tuyos, ponte de acuerdo con Dios, pídele sabiduría para tomar decisiones, para guiar a tu familia hacía ese propósito y fortaleza para mantenerte firme.

La Biblia dice en:

Amós 3:3 (NVI)
3 ¿Pueden dos caminar juntos sin antes ponerse de acuerdo?

Los acuerdos deben de ser tomados, de preferencia, antes de comenzar a caminar.
Si tu todavía no te casas o en esas andas, siéntense a orar y platicar, a definir para que quieren casarse, que Dios les guie sobre qué planes tiene para ustedes como familia, que quieren lograr como matrimonio, en que ministerio van a servir como pareja, si van a emprender un negocio, cuál es su objetivo para su matrimonio, etc.
Si ya estamos dentro del matrimonio y nunca hemos establecido una visión, nunca es tarde para hacerlo; y si ya teníamos una, tal vez es tiempo de darle una revisada para recordar el por qué estamos juntos, que tal vamos en nuestro proyecto y tal vez va a ser necesario hacer ajustes tanto en nuestro proyecto como en nuestros acuerdos.

Los acuerdos se toman en todas y cada una de las decisiones de nuestro día a día, hay decisiones importantes y otras sin tanta trascendencia; pero si somos capaces de ponernos de acuerdo en las cosas sencillas, cuando venga una situación difícil va a ser mucho más fácil unirnos para salir adelante, porque vamos a tener en claro a donde queremos llegar a pesar de las dificultades.

No hay mejor lugar para buscar dirección para nuestra vida y nuestra familia que en la presencia de Dios, si queremos establecer una visión que nos ayude a mantenernos unidos y no solamente juntos, necesitamos acudir con el experto, con Dios.

Proverbios 16:3 (NTV)
3 Pon todo lo que hagas en manos del Señor, y tus planes tendrán éxito.

Viviendo una vida con propósito, en acuerdo como familia, con la dirección de Dios y caminando de su mano, tenemos la garantía de ser una familia bendecida.

¿Cómo podemos llegar a vivir en acuerdo para ser una familia bendecida?

APROVECHANDO NUESTRAS DIFERENCIAS

Cada familia es una cultura única, cuando nosotros formamos nuestra propia familia, somos 2 culturas que en muchos aspectos van a encajar perfectamente, en otros van a echar chispas y otros tantos no vamos a querer para nada que formen parte de nuestra nueva cultura familiar. Cuando nos casamos cada uno trae ideas y costumbres propias y poco a poco nos vamos adaptando y vamos haciendo ajustes.

No pensamos igual, no tenemos los mismos gustos, pero podemos y debemos aprender a ensamblar esas diferencias para lograr un rompecabezas completo.
Para estar de acuerdo no necesitamos pensar igual, necesitamos tener el mismo objetivo, por eso es tan importante tener una visión como familia.

Dice la Biblia en:

Salmo 133 (TLA)
1 ¡No hay nada más bello ni más agradable que ver a los hermanos vivir juntos y en armonía! 2 Es tan agradable ver esto como oler el buen perfume de los sacerdotes, perfume que corre de la cabeza a los pies. 3 Es tan agradable como la lluvia del norte que cae en el monte Hermón y corre a Jerusalén, en el sur. A quienes viven así, Dios los bendice con una larga vida.

La palabra que se traduce armonía en este pasaje es Yakjad que significa: juntar, unir, único, unidad, armonía. El acuerdo hace armonizar nuestras diferencias. Y donde hay un matrimonio y una familia que armonizan, allí Dios envía bendición.
La armonía la podemos entender mejor a través de la música; se puede decir que la armonía es el término que se utiliza para referirse a la relación que se establece entre los distintos acordes, más concretamente a la organización de los mismos, y que es la que permite, junto a otros elementos, que una composición sea no sólo agradable al oído sino de gran calidad.

Por ejemplo, ahorita acabamos de tener un tiempo de alabanza, ¿Qué tal se escucharon las canciones?, no era un solo instrumento, no era una sola voz, no era una sola nota la que estaban tocando los músicos, era una relación de distintas cosas, diferentes acordes, diferentes instrumentos, distintos sonidos producidos por cada instrumento, diferentes tonos de voces, pero todo eso organizado fue lo que hizo que la música fuera agradable a nuestro oído y de gran calidad.

La armonía viene de la organización de diferencias. No se trata de ser iguales, se trata de organizar nuestras diferencias.

Les dije hace un momento que la palabra acuerdo en el diccionario tiene diferentes significados, otro de ellos es este:

ACUERDO (RAE)
– Con conformidad o igual opinión.

Estar de acuerdo no quiere decir que opinemos igual, podemos estar conformes o podemos opinar igual. El acuerdo es encontrar un punto medio entre las partes. El acuerdo es encontrar la armonía entre nuestras diferencias y sacarle provecho a las mismas para lograr más.

Para lograr llegar al acuerdo aprovechando nuestras diferencias, necesitamos saber y respetar que no siempre vamos a pensar igual, no queramos hacer que nuestra pareja piense o actúe

igual que nosotros, debemos entender que no tenemos las mismas habilidades o gustos, pero que de cualquier forma tenemos el mismo objetivo: ser una familia bendecida.

Hay un matrimonio con 4 hijos, ellos tienen un objetivo bien definido en cuanto a la crianza de sus hijos, a muy grandes rasgos, ellos quieren formar hombres y mujeres sanos emocionalmente, empáticos, que sean de bendición a la sociedad, con principios y valores bíblicos (entre muchas otras cosas más específicas); pero hay algo, la mamá es cristiana, el papá no; entonces en el asunto de los principios y valores bíblicos la mamá es la que le entra con todo en inculcar y hablar de la palabra de Dios a sus hijos, pero el papá la respalda en todo y en sus propias palabras él reafirma en sus hijos esas enseñanzas bíblicas. Ellos llegaron al acuerdo de que inculcar principios bíblicos en sus hijos era lo mejor para alcanzar el propósito que establecieron para la crianza de ellos. Tal vez no tienen la misma creencia, pero sus enseñanzas se complementan con bases bíblicas (de parte de la mamá) y aplicaciones de esas enseñanzas en la vida secular (de parte del papá). Ellos son tan diferentes uno del otro que no se imagina, sin embargo, han aprendido a hacer un equipazo, han sabido aprovechar los puntos fuertes y débiles de cada uno para trabajar en pos de la visión que tienen para su familia. Ella me contaba que no ha sido fácil, no fue de la noche a la mañana, es un trabajo de todos los días, pero intencionados en hacer que funcione.

Así como en la iglesia somos un cuerpo y cada miembro tiene una función diferente, lo mismo sucede en nuestra familia, somos un cuerpo de 2 o de 10 miembros, cada uno con una función diferente, pero nos necesitamos unos a otros para funcionar, para coordinar nuestras acciones y alcanzar nuestras metas.

Cada uno tenemos nuestros puntos fuertes y nuestros puntos débiles, aprovechemos eso para complementarnos, para ayudarnos a crecer como matrimonio, como familia. Seamos testimonio de que no siempre vamos a pensar igual y eso está bien, pero que, a pesar de ello, podemos vivir en armonía y podemos hacer equipo y lograr grandes cosas juntos con la bendición de Dios.

Nuestras diferencias pueden convertirnos en los peores enemigos o en los aliados perfectos, la diferencia está en nuestra capacidad para ponernos de acuerdo.

¿Cómo podemos lograr vivir en acuerdo con nuestra familia?

VIVIENDO EN ARMONÍA CON DIOS

Sería ilógico buscar la bendición de Dios para nuestra familia sin buscar a Dios en familia.

Cuando tenemos una relación verdadera con Dios, nosotros cambiamos, aprendemos a amar como Dios nos ama, a perdonar como hemos sido perdonados por Él, aprendemos a ser misericordiosos. Cuando tenemos una relación verdadera con Dios, conocemos qué es lo que Él tiene planeado para nuestra vida y nuestra familia, conocemos que espera Él de nosotros, cuál es el rol que debemos asumir y cómo debemos hacerlo.

Cuando conocemos la palabra de Dios y vivimos conforme a ella no es que vayan a desaparecer los problemas de nuestra vida, pero sabremos enfrentarlos con la actitud correcta y eso va a ser clave al momento de relacionarnos con nuestro prójimo.

Cuando una persona se conecta con Dios, vive de manera adecuada y correcta. Cuando una familia se conecta con Dios, todos los miembros saben que papel deben desenvolver dentro de

la familia y lo ejercen de manera correcta y en amor; todo eso da como resultado que la relación familiar sea mejor, sea sana, se viva en unidad y armonía.
Todo comienza con Dios, en su corazón estaba la familia y la unidad desde antes de la fundación del mundo. El aprender a vivir en acuerdo en nuestro hogar va a iniciar cuando vivamos en acuerdo con Dios, con su palabra y sus principios.

Así como las relaciones interpersonales no son sencillas, no se dan de la noche a la mañana solo porque vivimos en la misma casa, sino que deben ser intencionales, el buscar a Dios y vivir una vida de acuerdo a su palabra debe ser intencional y debe ser decidido cada día, individualmente y tomar esa misma decisión como familia.

La Biblia nos habla de Josué y su familia en una época cuando él era líder de Israel, llegaron tiempos en los que las familias debían tomar resoluciones, debían decidir a quien iban a servir:

Josué 24:15
15 Si no quieren serle obedientes, decidan hoy a quién van a dedicar su vida. Tendrán que elegir entre los dioses a quienes sus antepasados adoraron en Mesopotamia, y los dioses de los amorreos en cuyo territorio ustedes viven ahora. Pero mi familia y yo hemos decidido dedicar nuestra vida a nuestro Dios.

Vivir un vida consagrada a Dios es una decisión y que mejor que tomarla en familia. Si queremos llevar nuestra vida familiar a un nivel más allá, a un punto de acuerdo y unidad, debemos comenzar por tomar la decisión de vivir conforme a la voluntad de Dios. Estar en sintonía con Él y sus principios. Que su palabra se lampara a nuestros pies y guie nuestro caminar.

Podemos buscar fórmulas aquí y allá para mejorar nuestras relaciones familiares, y pueden llegar a funcionar, momentáneamente, pero si realmente queremos una armonía en nuestro hogar permanente, una cultura familiar de unidad y acuerdo que pueda pasar de generación en generación, debemos buscar a Dios, vivir en Él, alinear nuestra vida a sus principios.

Si queremos ser una familia bendecida, que sepa vivir en acuerdo, debemos vivir de acuerdo a la voluntad de Dios.

<<Sube la banda>>

El establecer una visión y aprovechar nuestras diferencias son cosas que necesitan dialogo, para estar en acuerdo se necesita comunicación, sin comunicación clara, prudente y con amor de las partes, va a ser imposible llegar a algo. Pero va a ser más que imposible si no tenemos comunicación con Dios. Si como familia no buscamos a Dios y no tenemos una relación con Él, tarde o temprano la armonía familiar va a comenzar a desentonar o simplemente nunca se va a lograr que sea agradable al oído. Necesitamos ser intencionales en estar en comunicación con nuestra familia, pero también con Dios. Necesitamos conectarnos con Él a solas y en comunidad familiar. Necesitamos que Él dirija nuestra visión familiar, porque sino, corremos el riesgo de llegar a cualquier parte; necesitamos que Él nos de sabiduría para aprovechar nuestras diferencias, porque de lo contrario, corremos el riesgo de convertirnos en enemigos de nuestro cónyuge.

No es fácil ponernos de acuerdo, no es fácil ceder, no es fácil aceptar que estamos equivocados, no es fácil hablar con prudencia y amor, no es fácil hacer un plan y ser disciplinados para lograrlo, hay muchas cosas que no son fáciles, pero son posibles, son alcanzables.
Tener una familia que viva en armonía, en unidad, en complicidad, tener una familia capaz de tomar acuerdos y respetarlos es posible; tener una familia bendecida por Dios es posible.

¿Y sabes por qué es posible? Porque no estamos solos para comenzar, no estamos solos para seguir adelante, no estamos solos para levantarnos cuando caemos, Dios esta ahí caminando a nuestro lado, cubriendo a nuestra familia.

Dice Mateo 18:20 que leímos al principio que donde 2 o 3 se reúnen en su nombre allí está Él en medio de ellos. Dios está esperando a que nos reunamos dos o tres o diez que somos en casa para reunirse con nosotros, Él está a la puerta, esperando que le dejemos entrar a nuestro hogar y ser parte de nuestra familia y bendecirnos.

<<CANCIÓN: perfume a tus pies>>

Él dijo que no es bueno que el hombre esté solo, por eso diseñó a la familia. La familia debe ser un lugar de refugio, no un campo de batalla; Dios quiere que aprendamos a vivir en acuerdo, en unidad y armonía, porque Él mora en medio de eso y si Dios está en medio de nuestro hogar entonces en nuestra familia encontraremos refugio, paz, aliento, amor. Encontraremos bendición en nuestra familia y nuestra familia será bendición.

Back to Blog