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Abraham, un canal de bendición

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Abraham, un canal de bendición.

La semana pasada iniciamos nuestra serie Aventuras de fe. Aprendimos que los propósitos de Dios para nosotros y para el mundo se van escribiendo en la historia, en la medida que nosotros, tu y yo, decidimos participar con Él en las aventuras de fe que Dios mismo nos va invitando.

La semana pasada analizamos a Noé, quien en dos ocaciones se  aventuró con Dios, primero a edificar una familia diferente a los estándares de la cultura de su tiempo; y segunda, a edificar una arca mediante la cual Dios preservó la vida en este planeta.

En todas las aventuras de fe se requieren tres elementos: Creer, que lo que Dios dice es cierto; aunque las circunstancias y la historia digan otra cosa. obedecer las órdenes de Dios dando el paso o pasos que se requieren; y permanecer en el proyecto hasta concretarse; porque los proyectos de Dios nunca son de un día para otro, o de la noche a la mañana.

En una ocasión Dios tenía un proyecto que realizar en el mundo para seguir con el plan de redención. Dios necesitaba a un matrimonio que quisiera aventurarse con Él en una aventura de fe; ellos fueron Abraham y Sara. De aquí en adelante me voy a referir solo a Abraham.

¿Quién es Abraham? Si tu buscas descubrir los orígenes del Judaísmo, los orígenes del Cristianismo y los orígenes del Islamismo, las tres religiones te van a mencionar al mismo hombre como su punto de arranque: Abram.  La influencia de Abram en la historia del mundo es enorme; y aún hoy milenios después su influencia sigue impactando vidas; pero todo empezó con una aventura de fe.

¿Cuál era el  propósito de Dios para el mundo? Crear una nación de la cual vendría el Mesías salvador del mundo. ¿Cuál era el propósito de Dios para Abram? Convertirlo en un hombre fructífero, padre de la fe y padre de multitud de naciones y bendición para todas las familias de la tierra.

Todo estaba a una decisión de distancia. Decirle que sí a Dios y mirar como su plan se llevaba a cabo; o decirle que no, y permanecer para siempre en la misma condición en la que se encontraba hasta ese momento pero observando como Dios llamaba a otro hombre. Recuerda que los propósitos de Dios no se limitan a nuestro sí o nuestro no.

Veamos el momento en el que Dios invitó a Abraham:

Genesis 12:1-4 1El Señor le dijo a Abram: «Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre, y vete a la tierra que te mostraré. 2 »Haré de ti una nación grande, y te bendeciré; haré famoso tu *nombre, y serás una bendición. 3 Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan; ¡por medio de ti serán bendecidas  todas las familias de la tierra!» Abram partió, tal como el Señor se lo había ordenado, y Lot se fue con él. Abram tenía setenta y cinco años cuando salió de Jarán.

En resumen, la aventura de fe de Abraham consistía en convertirse en un canal de bendición para otros. Dios estaba invitando a Abraham a dejar de vivir y trabajar para si mismo, para convertirse en un canal de bendición para el mundo.

Y para lograrlo Dios tenía que tratar primero con el, desmantelando en su interior todo egoísmo. Cuando Dios nos llama a una aventura de fe, nos llama en primer lugar para tratar con nosotros. Y en este caso Dios quería tratar con Abraham. Durante todo el proceso, Dios se iba encargar de desmantelar en su interior todo egoísmo hasta convertirlo en un canal de bendición para las naciones.

La aventura de fe en la que Dios llamó a Abraham también es nuestra aventura de fe: Dios quiere usarnos a ti y a mi como un canal de bendición para otros. Pero primero debe tratar con nosotros desmantelando en nuestro interior todo egoísmo.

De todo esto aprendemos que Para ser un canal de bendición a otros, Dios debe desmantelar todo egoísmo en nuestro interior.

Egoísmo es vivir centrados en nosotros mismos. Que todo se trate de nosotros. Que todo gire alrededor de mi, y que todos aporten para que se cumpla lo que yo quiero.

Es natural que seamos egoístas porque desde que nacemos hasta casi dos décadas después todo se trata de que estemos bien. Nos cuidan, nos alimentan nos protegen. Y crecemos pensando que así es la vida que todos nos deben cuidar. Pero para ser un canal de bendición debemos emigrar a otra forma de pensamiento. Empezar a pensar en ser bendición a otros, y no solo pensar en mi.

¿Como desmanteló Dios todo egoísmo en la vida de Abraham?

Exponiéndolo a la Vulnerabilidad.

Es fácil caer en el egoísmo cuando sientes que tienes el control de todas las cosas a tu alrededor. Que tu dominas la escena y puedes hacer que las cosas funcionen a tu favor.

Abraham, era un anciano de 75 años cuando Dios lo llamó a salir de Ur de los caldeos. Este hombre había construido una vida allí, el confía el lugar, conocía la gente, conocida la actividad económica, el tenía el control de su vida. Su identidad, y todo lo que para Abraham significaba seguridad y estabilidad estaban en Ur.

Pero un día Dios, a esas alturas de su vida, a los 75 años lo estaba llamando a salir de su zona de confort y de su seguridad para ubicarlo en una posición de total vulnerabilidad, en la que su seguridad solo podría venir de Dios. No habría hermanos, ni primos ni amigos de toda la vida a quienes acudir en alguna situación. NO habría el respeto que se había ganado en setenta y cinco años, sería un extraño, un peregrino, un migrante en una tierra que no era la suya. ¡Que posición tan vulnerable!  la Biblia dice:

Hebreos 11:8-9 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas…”

Dios quería que Abraham fuera una bendición para otros, para logarlo  Dios tenía que despojarlo de todo lo que lo hacía sentir fuerte y seguro: debía dejar de vivir su propia vida para empezar a vivir la vida que Dios tenía para el. Debía de dejar de perseguir sus propios propósitos para empezar a perseguir los propósitos de Dios para el y para el mundo. Debía de dejar de vivir en su tierra, para irse a vivir a la tierra que Dios le iba a mostrar.  Dios estaba llamando a Abraham a una aventura de fe, en la que Dios mismo iba a tratar con el.

Al renunciar  Abraham a su tierra, parentela y casa de su padre estaba renunciando a su seguridad personal para entrar en una zona de total vulnerabilidad donde Dios sería su único recurso.

Cuando tu y yo nos sentimos vulnerables, podemos entender a otros que están en esa misma condición. Es muy fácil juzgar a los frágiles desde una posición de fortaleza, es un fácil juzgar a quienes luchas con su economía desde una posición de opulencia, es muy fácil emitir una opinión sobre una enfermedad cuando estas gozando de buena salud, pero cuando  somos tu y yo los que hemos estado vulnerables por alguna de estas situaciones, cuando tu y yo hemos estado en una condición en la que solo tenemos a Dios para triunfar y salir adelante, entonces podemos entender y ser mas sensibles hacia los demás; y entonces, al ver una necesidad nos volvemos mas inclinados a aportar lo nuestro para ayudar. Sin saberlo, nos volvimos canal de bendición para otros.

Quizá algunos de los que me escuchan un día tuvieron una posición de seguridad y control, quizá tenía todo resuelto en la vida; y ahora, estas en un posición de total vulnerabilidad. Quizá Dios quiere que experimentes eso, para que seas sensible a las necesidades de otros y los ayudes.

¿Como desmanteló Dios todo egoísmo en la vida de Abraham?

Enseñándolo a esperar.

Tener lo queremos al chasquido de nuestros dedos inflama nuestro egoísmo a la máxima potencia.

Mas o menos así era la vida de Abraham en Ur de los caldeos. El era un hombre próspero en Ur, tenía esclavos y esclavas en Ur. cualquier cosa que quisiera, solo tendría que dar una orden y esta se cumpliría con rapidez. Pero en esta aventura de fe que incluía que Abraham se convirtiera en padre tuvo que esperar veinticinco años desde que salió de Ur, para poder empezar a ver el cumpliendo de algo que no se iba a materializar  hasta unos quinientos años después. Abraham moriría sin ver durante su vida el cumplimiento de la promesa que Dios le hizo. Abraham teniendo esclavos que cumplirían sus órdenes enseguida, tuvo que esperar el tiempo de Dios para el cumplimiento de sus promesas. Eso definitivamente destruyó en el su egoísmo.

Hubo momentos en los que Abraham se desesperó. Por ejemplo este; leamos:

Génesis 15:1RV60 1 Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.

Dios que conoce nuestro corazón sabía que en el interior de Abraham había un temor. ¿Cual? que no se cumpliera lo que Dios le había dicho. Por eso, aunque Abraham ni si quiera lo mencionó Dios le dijo no temas, tu recompensa para obedecerme será grande. Pero observemos la respuesta de Abraham:

Génesis 15:2-3RV60 Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer? Dijo también Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa.

Dios conocía el corazón de Abraham, y por eso lo hizo hablar para que Abraham sacara lo que llevaba dentro.  Recuerda, cuando Diso te hace una pregunta, no es porque ignore la respuesta, es mas bien que quiere que tu le cuentes lo que hay en tu interior. Y después que Abraham le contó todo a Dios, vino de nuevo la palabra de Dios a Abraham:

Génesis 15:4-6RV60 Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará. Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia. Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.

Habían pasado dos décadas y media y el cumplimiento de la promesa de Dios aún no llegaba. No es que Dios no fuera a cumplir, era mas bien que Abraham tenía que aprender a esperar.

Recuerda que las cosas que Dino hará no las hará cuando tu y yo la deseamos, las hará en el tiempo correcto, las hará en el tiempo de Dios. El nacimiento de Isaac no podía adelantarse ni atrasarse, tendría que llegar en el momento justo para que las cuentas fueran precisas y después el bisnieto de Abraham, José, llegara en el momento justo a Egipto cuando Potifar tuviera el puesto que tenía en el gobierno y entonces sucediera toda la historia del Éxodo en la Biblia.

Dios tiene una visión global. Mientras que tu y yo estamos centrados en nosotros mismos: en nuestros anhelos, necesidades y deseos, Dios está pensando en la redención de todo el mundo. Y Dios quiere usarnos a ti y a mi para ello.  Dios tienen en mente que lo que tu y yo vivimos hoy aquí, puede beneficiar a otros que tu y yo ni conocemos, y quizá aun no nacen.

Dios enseñó a Abraham a esperar porque Esperar desmantela nuestro egoísmo.

Dios estaba convirtiendo a Abraham en un canal de bendición para el mundo, tratando con el, en el particular asunto de la espera..

¿Como arrancó Dios todo egoísmo en la vida de Abraham?

Enseñándolo a Ofrendar lo mas valioso que tenía.

Cuando tu y yo anhelamos algo con todo el corazón, y hemos esperado mucho para tenerlo, y lo recibimos. Ese algo puede llegar a tener en nuestro corazón el lugar que solo le pertenece a Dios. Ponemos llegar a amar tanto ese algo o ese alguien, que incluso podríamos abandonar los propósitos de Dios. Entonces Dios nos invita a despojarnos de ese algo, para que nos quede claro a nosotros. que en nuestros corazón nada, ni nadie debe tener el lugar de Dios. Se que esto suena fuerte, pero créeme, es real.

Y quizá no hay nada que alimente mas nuestro egoísmo que por fin tener lo que tanto hemos deseado y lo que tanto hemos esperado. Quizá desprendernos de eso sería la cosa mas difícil del mundo. Pero Dios quería que Abraham se convirtiera en un canal de bendición para el mundo. Dios tenía que enseñar a Abraham a no vivir centrado en el, ni en sus sueños, anhelos y necesidades. Tenía que aprender que su vida, y lo mas valioso que tenían debían servir para bendecir a los demás. Y entonces Dios le pide entregar como ofrenda, a su propio hijo Isaac al cual tuvo a los cien años de edad. Y la Biblia lo cuenta así:

Génesis 22:1-3 Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo.

El relato de génesis 22 debemos leerle en el contexto de una prueba en la que Dios puso a Abraham. Entregaría, o retendría lo mas valioso que tenía. Recuerden que Dios quería que Abraham se convirtiera en un canal de bendición, que dejara de pensar solo en el y sus deseos, para pensar mas bien en que todo lo suyo y el mismo tendría que convertirse en un canal de bendición a los demás.

Abraham decidió ir. Y cuando llegó decidió  entregar en lugar de de retener. así lo cuanta la Biblia:

Génesis 22:9-13 Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. 10 Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. 11 Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. 12 Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único. 13 Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.

Dios no pretende despojarte el quiere bendecirte. Pero todo lo que Dios te de, debe ser para bendecir a los demás de acuerdo a los propósitos de Dios. Dios quería que Abraham estuviera seguro que en su corazón, era Dios quien tenía el primer lugar, y que todo lo  que tenía aún su propio hijo no era de Abraham, sino de Dios. Y debería estar dispuesto a entregar cuando Dios se lo pidiera. Y después de esto, Abraham supo que Dios no le quería quitar lo único que tenía, Dios quería darle mas de lo que tenía. Mira lo que Dino le dijo después de esto:

Génesis 22:15-17RV60 15 Y llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo, 16 y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; 17 de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. 18 En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.

En este fragmento vemos cerrarse un círculo que inició con el llamamiento de Abraham. En el capítulo doce que iniciamos leyendo Dino le dice: te invito a unirte conmigo en un aventura de fe, quiero que te conviertas en un canal de bendición para todas las familias de la tierra. Abraham dijo que sí y salió de su tierra, y Dios empezó tratar con el desmantelando todo egoísmo en su interior. Lo expuso a una condición vulnerable, lo enseñó a esperar con paciencia y lo invita a despojar de  lo mas valioso. Y cuando Abraham cumple todo este proceso Dios le dice:

Génesis 22:18RV60 18 En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.

Prácticamente Dios le dice: Abraham, estas listo. Haz cumplido el proceso. Lo lograste.

Pero Dios lo pasó por un proceso. desmantelando todo egoísmo en el.

Quizá tu estas aferrado a un sueño: Casarte, tener a ese hombre o a esa mujer, o tener hijos, o tener esa casa o ese carro, o levantar un negocio, o volverte rico.  Quizá hay un anhelo dentro de tu corazón  y eso se ha vuelto tu todo. Vives para eso, sueñas con eso. Seguramente Dios sembró ese anhelo en tu corazón porque quiere dártelo, pero tu debes estar seguro que eso jamás tendrá el lugar de Dios en tu vida, y que aún eso, debe ser rendido a el para bendición de los demás.

llamar al grupo de alabanza.

La aventura de fe para Abraham no era construir una nación, porque la nación la construyó Dios. La aventura de fe para Abraham era convertirse en un canal de bendición a los demás. Para lograrlo, Dino debía desmantelar e el todo egoísmo exponiéndolo a la vulnerabilidad, enseñándole a esperar e invitándolo a entregar lo mas valioso que tenía.

Cantar.

Dios nos llama a ti y a mi a la misma aventura de fe que llamó a Abraham: ser un canal de bendición para otros. Quizá por eso últimamente has pasado por un proceso que te ha vuelto muy vulnerable. Quizá por eso lo que tanto anhelas no llega, Y quizá por eso estas expuesto a entregar algo que es muy importante para ti.

NO negocies con Dios, confía en el. NO luches con Dios, ríndete. No retengas lo que Dios te pide entrégalo. Y deja que Dios se encargue de aquello que tu no te puedes encargar.

 

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