Administrando con Sabiduría
Administrando con Sabiduría.
Ya estamos casi cerrando nuestra serie “Familias bendecidas.” No te pierdas el gran cierre el proximo fin. Hemos aprendido que Dios quiere bendecir a nuestra familia, y hemos aprendido como va a suceder: alineándonos a los propósitos de Dios, asumiendo los roles de Dios, poniéndonos de acuerdo; y viviendo en el perdón. Cada uno de estos elementos aportarán algo para que nuestra familia viva bendecida.
Hoy quiero compartirles un elemento muy importante para ser familias bendecidas: la administración de los recursos que Dios nos da. Mi mensaje el día de hoy se titula: Administrando con Sabiduría. Nuestra familia será bendecida en la medida que administremos con sabiduría lo que Dios nos da.
No podemos decir que estamos bendecidos si toda la vida nos falta el dinero. Si siempre estamos faltos. Si vivimos en escasez. ¿Y porque no? Porque la bendición de Dios incluye el aspecto financiero. El plan de Dios no es que sus hijos vivan en escasez. Tampoco es el plan de Dios que sus hijos vivan en una opulente arrogancia, o en un arrogante despilfarro. O en excesos desmedidos. Eso tampoco es bendición; pero tampoco lo es vivir en pobreza y escasez.
Antes de entrar de lleno al tema de hoy quiero iniciar haciendo tres consideraciones:
1- La bendición de Dios no se limita al dinero pero si lo incluye. Sería un error tratar de encerrar la bendición al concepto del dinero. Pero tapie sería un error, sacar el dinero del concepto bendición. Observa la relación entre bendición y economía:
Deuteronomio 28:8,11-12 8 Jehová te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da…
(obviamente no se refiere a bendición emocional, o espiritual está hablando de bendición económica)
11 Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a tus padres que te había de dar. 12 Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado.
Entonces una familia bendecida tiene las características que hemos visto en las semanas anteriores: tienen rumbo, tiene roles definidos, vive en acuerdo y esto se refleja en armonía y paz, etc. Pero otra característica de una familia bendecida es que el dinero no es un problema.
Una familia bendecida es una familia económicamente estable. Repito, no es la única característica, pero es una característica. No estoy predicando el evangelio de la prosperidad, no le estamos haciendo culto al dinero. Lo que si estamos haciendo es poniendo un fundamento bíblico para inspirarte a creer que Dios quiere bendecirte en todo, incluyendo en lo económico.
2-Dios da la bendición económica, mediante principios muy específicos. Como el trabajo, el ahorro y la inversión. Si no eres el heredero de una gran familia rica, tendrás que trabajar y ahorrar si quieres prosperar.
La bendición económica no es un deseo concedido, o un milagro ocurrido, es un resultado de la aplicación de principios específicos que nos enseña la palabra de Dios. Leamos el fragmento una vez mas:
Deuteronomio 28:8,11-12 8 Jehová te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da…11 Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a tus padres que te había de dar. 12 Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado.
Sin mucha profundidad aquí podemos descubrir que Dios nos bendecirá económicamente mediante nuestro trabajo. ¿Como se van a construir los graneros que Dios va a bendecir? Con trabajo. Quieres ser bendecido en tu economía, debes trabajar. Hay momentos en la vida donde se requiere trabajar mas y hay otros momentos donde podemos trabajar menos pero siempre debemos trabajar si queremos ser bendecidos.
También podemos encontrar que Dios nos va a bendecir económicamente mediante la inversión. Porque dice que Dios nos hará sobre abundar en bienes. Osea, ¿Que debemos hacer con el dinero que ganamos con nuestro trabajo? ¿Gastárnoslo todo en placeres? NO, debemos invertirlo en bienes: casas, terrenos, cosas que suben de valor, o que nos generan recursos. Cuando dice la Biblia que Dios nos hará sobre abundar en bienes, obvio no significa que esos vienes van a brotar de la tierra, sino que nosotros invertiremos parte del fruto de nuestro trabajo en bienes.
Y por ultimo, podemos encontrar también que Dios nos va a bendecir mediante el ahorro. Porque dice: tu le prestarás a otros. ¿Como vas a prestar si no tienes que prestar? Para poder prestar debes tener y para poder tener tuviste que ahorrar.
3- La bendición económica se refleja con el tiempo.
Dios estaba hablando con Israel y diciéndoles que el les iba a bendecir; es decir, la bendición económica vendría con el tiempo: cuando ellos hubieren trabajado, ahorrado, e invertido. Por eso Dios está hablando en futuro, porque vamos prosperando por etapas. e las primeras etapas quizá no nos vemos muy bendecidos económicamente, pero después se puede percibir un poco mas.
Hay mucha persona que quieren la riqueza de inmediato. por eso se vuelven en situaciones delictivas o fraudulentas. Dios no la dá de inmediato, la puede dar pronto, pero siempre mediante un proceso. Y el proceso es trabajar, ahorrar e invertir. Puede ser que suceda pronto; a veces mas pronto de lo que puedes manejar, pero nunca es de la noche a la mañana.
Sin embargo, hay familias que llegan a amasar grandes fortunas, y las pierden en la segunda o tercera generación. Porque los hijos y nietos no entendieron ni cómo se gana el dinero, ni como se administra el dinero, ni para qué es el dinero. Dan por hecho que el dinero está allí y que es para gastarlo. Por lo tanto, el proceso de la bendición económica también debe incluir otro elemento: La administración.
El objetivo no es llegar a tener mucho a como de lugar, para perderlo todo en un abrir y cerrar de ojos; el objetivo es honrar a Dios con la administración de los recursos que el nos da. sean muchos o pocos.
Para lograrlo debemos aprender cual es nuestra responsabilidad como seres humanos ante lo que Dios nos confía.
Observa lo que dice la Palabra de Dios y pon atención a lo que Dios espera del ser humano en relación a lo que Dios le confió:
Génesis 1:16-28 26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. 27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. 28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
Las palabras: señorear y sojuzgar, nos enseñan que tu y yo somos puestos por Dios para administrar lo que Dios nos ha dado. Los seres humanos no estamos puestos en este planeta para arrasar con todo, sino para administrarlo todo.
Otro fragmento importante es este:
Génesis 2:15 15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.
¿Para que puso Dios al hombre en el EDEN? ¿Para que acabara con todo? No, para que administrara los que Dios le había confiado.
Dios, mediante nuestro trabajo, ahorro en inversión, pone en nuestras manos bendición económica para que la administremos. Por eso mi mensaje de hoy no se titula convirtiéndote en millonario de la noche a la mañana, sino administrando con sabiduría. Esta es la verdad central que quiero compartirles el día de hoy:
Dios pone en nuestras manos bendición económica, para que la administremos con sabiduría.
¿Como podemos administrar con sabiduría los recursos que Dios nos da?
Pon a Dios primero.
Dios es la fuente de tus bendiciones. El te da la vida, la salud, y las oportunidades. Dios es que el que te saca adelante en la dificultad, en la escasez y el es el que hace que prosperes en lo que emprendes. Entonces, con quien más nos conviene quedar bien es con Dios. Revisa estos versículos:
Deuteronomio 8:11-14; 17-18 RV60 11 Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; 12 no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, 13 y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; 14 y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto…17 y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza. 18 Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.
¿Y como podemos poner a Dios en primer lugar? Recordando que todo lo que tenemos es una muestra del favor de Dios en nosotros y Honrándole con nuestras finanzas. Mira lo que dice proverbios:
Proverbios 3:9-10 9 Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; 10 Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto.
Así se pone a Dios en primer lugar: separado en primer lugar lo que es de el y entregándoselo en adoración en el lugar que te congregas.
Escucha: Si todos los que nos congregamos en este lugar fuéramos fieles en lo que la Biblia nos enseña: ofrendar y diezmar, no habría necesidad de pedir ofrendas especiales, ni ayudas extras. Siempre habría lo suficiente y mas.
Dios no nos pide la misma cantidad a todos, nos pide fidelidad fidelidad a todos. Honrarle con fidelidad en lo que cada uno recibe.
¿Como podemos administrar con sabiduría los recursos que Dios nos da?
No te termines todo lo que te ingresa.
Muchas veces trabajamos por un cheque que en cuanto lo recibimos corremos a gastarlo. o ya lo tenemos comprometido. Y por eso, nunca tenemos, ni para enfrentar los imprevistos, ni para dar, ni para prestar. Ni para ir a de hombre a hombre, ni para nada.
Mi abuela decía: el que nunca tiene y llega tener, loco se quiere volver.
La Biblia dice:
Proverbios 13:11 11 El dinero mal habido pronto se acaba; quien ahorra, poco a poco se enriquece.
Observa la figura literaria del contraste, el dinero mal habido versus el dinero que se ahorra poco a poco.
Entonces, el reto es este: de lo que recibimos por nuestro trabajo, después de darle a Dios lo que es suyo, debo dejar un poco, para ahorrarlo.
Debemos encontrar formas muy practicas y personales de ahorrar: Nosotros ponemos todas las monas de 10 y de 5 en un frasco. Nosotros no compramos diario en la tienda de la esquina ni en el oxo. ¿Porqué no? porque sale mas caro. Preferimos hacer mandado una vez a la semana. ¿Que puedes hacer tu? Para no terminarte todo.
¿Como podemos administrar con sabiduría los recursos que Dios nos da?
Invierte para diversificar ingresos.
Ahorrar es un hábito muy sano, pero el crecimiento económico no vendrá con el ahorro sino con la inversión. crecerás económicamente cuando estés dispuestos a invertir ese recurso que has ahorrado. Por un momento sentirás que te lo acabas, pero pronto verás que eso que invertirte se multiplicó; y así harás crecer, lo que Dios te confió.
Mateo 25:14-27 14 »El reino de los cielos será también como un hombre que, al emprender un viaje, llamó a sus siervos y les encargó sus bienes. 15 A uno le dio cinco mil monedas de oro, a otro dos mil y a otro solo mil, a cada uno según su capacidad. Luego se fue de viaje. 16 El que había recibido las cinco mil fue en seguida y negoció con ellas y ganó otras cinco mil. 17 Así mismo, el que recibió dos mil ganó otras dos mil. 18 Pero el que había recibido mil fue, cavó un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. 19 »Después de mucho tiempo volvió el señor de aquellos siervos y arregló cuentas con ellos. 20 El que había recibido las cinco mil monedas llegó con las otras cinco mil. “Señor —dijo—, usted me encargó cinco mil monedas. Mire, he ganado otras cinco mil”. 21 Su señor le respondió: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!” 22 Llegó también el que recibió dos mil monedas. “Señor —informó—, usted me encargó dos mil monedas. Mire, he ganado otras dos mil”. 23 Su señor le respondió: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! Has sido fiel en lo poco; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!” 24 »Después llegó el que había recibido solo mil monedas. “Señor —explicó—, yo sabía que usted es un hombre duro, que cosecha donde no ha sembrado y recoge donde no ha esparcido. 25 Así que tuve miedo, y fui y escondí su dinero en la tierra. Mire, aquí tiene lo que es suyo”. 26 Pero su señor le contestó: “¡Siervo malo y perezoso! ¿Así que sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido? 27 Pues debías haber depositado mi dinero en el banco, para que a mi regreso lo hubiera recibido con intereses.
Esta es la historia de tres hombres a quienes su Señor les confió sus bienes.
Los tres hombres tenían cierta capacidad que los volvieron sujetos de confianza. Ninguno era incapaz. Ninguno estaba en desventaja.
Aquí podemos aprender el contraste entre invertir versus el retener. Si te enfocas en retener, te encontrarás a ti mismo trabajando para no prosperar. Si todo tu enfoque es que no se acabe lo que tienes, y evitas gastar a toda costa, disminuyendo tus egresos tendrás una vida que no vale la pena. El reto no debe ser gastar cada vez menos para que no se acabe lo que tengo; el reto es que lo que Dios me ha dado crezca y yo pueda vivir la vida que Dino espera que o viva.
Nuestra mentalidad no debe ser que no se acabe lo que tengo, sino que crezca. No tiene que crecer al ritmo que crece lo de los demás, pero debe mantenerse creciendo. El señor le dijo:
a mi regreso lo hubiera recibido con intereses
Osea, el Señor no quería lo mismos resultados que tienen los demás, lo que único que el Señor quería es que este siervo hiciera crecer lo que se le confió.
Invertir siempre conlleva una dosis de temor. Los que vencen el temor e invierten multiplican lo que han recibido. Los que son dominados por el temor a perder, cuando menos piensan trabajan para no perder, no para ganar o para crecer.
Cuando nos atrevemos a invertir, el señor nos dice: hiciste bien. Y el señor se alegra con nosotros.
llamar a los músicos:
Dios quiere bendecir tu familia. La bendición de Dios sobre tu familia incluye la bendición económica. No debemos pensar que si tenemos dinero nos faltara paz. Tampoco debemos pensar que lobuno es tener armonía y paz aunque no nos alcance el dinero. La bendición de Dios abarca todas las areas incluyendo la economía. Nuestras finanzas crecerán trabajando, ahorrando, invirtiendo y administrando con sabiduría. ¿Como administramos con sabiduría? Pon a Dios en primer lugar, no te termines todo lo que recibes, e invierte para diversificar tus ingresos.
Cantar te daré lo mejor.
Quizá algunos aquí presentes ya están cansados de vivir en escasez económica. Si estas en la etapa de sembrar trabajando y ahorrando; o incluso en la etapa de invertir, no te desesperes, cosecharás y verás el fruto. Pero si tu escasez es porque a lo largo de los años has administrado mal, Hoy Dios te llama al arrepentimiento en esa area de tu vida. NO está bien que mal gastes lo que Dios te ha dado.
El día de hoy Dios nos llama a ti y a mi creer que el nos quiere bendecir, y lo hará. Y lo hará cuando caminemos con el en el area de las finanzas.
Hoy dejamos la ofrenda al final para que dar la oportunidad de ofrendar y diezmar a quienes movidos por esta palabra, quieren empezar a poner a Dios en primer lugar en su vida. Hoy lo haremos así: ven al frente a entregar lo que le vas a dar a Dios como un pacto de que a partir de hoy horas las cosas a la manera de Dios.
Levantar las ofrendas,