Jesús es Dios y Hombre
Jesús es Dios y Hombre.
Introducción: iBuenas noches, buenos días, buenas tardes! Esta es la segunda plática de nuestra serie ¿Sabes quién es Jesús? La semana pasada aprendimos que Jesús es Dios. En la plática de hoy hablaremos sobre su humanidad, por eso el tema de hoy es “Jesús es Dios y Hombre”
Los discípulos de Jesús y los testigos oculares de los acontecimientos que rodearon a Jesús y nosotros estamos convencidos de que Jesús es Dios. Pero, ¿cómo que es Dios y se cansa? ¿Cómo es Dios y duerme? ¿Cómo es Dios y le da hambre? ¿Cómo es Dios y se enoja o se entristece? ¿Cómo es Dios y llora por la muerte de un amigo? ¿Cómo es Dios y nació de una mujer? ¿Cómo es Dios y muere? La respuesta es que Jesús es Dios y hombre. Veamos cómo Juan lo describe en su evangelio:
Juan 1:1-3 y 14 En el principio ya existía el *Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. 2 Él estaba con Dios en el principio. 3 Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir… Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo *unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
El Dios eterno, tomo una naturaleza humana. Siguió siendo plenamente Dios en un cuerpo y persona plenamente humana, es decir que en la persona de Jesús habita Dios y habita un hombre. Como lo dijo el apóstol Pablo:
Colosense 1:15-19
15 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación, 16 porque por medio de él fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, poderes, principados o autoridades: todo ha sido creado por medio de él y para él. 17 Él es anterior a todas las cosas, que por medio de él forman un todo coherente.18 Él es la cabeza del cuerpo, que es la iglesia. Él es el principio, el primogénito de la resurrección, para ser en todo el primero. 19 Porque a Dios le agradó habitar en él con toda su plenitud.
¿Cómo podemos explicar la humanidad de Jesús con mayor claridad? La mejor manera es a través de algunos conceptos teológicos.
La primera parte de nuestro tema es la siguiente:
I-Conceptos para comprender la humanidad de Jesús.
- Encarnación.
(La adopción de una forma material por parte de un ser espiritual).
No es reencarnación. Es encarnación. No debemos confundir encarnación con metamorfosis. La mitología griega[1] habla de dioses convirtiéndose en hombres. Dios no se convirtió en hombre. Juan dice que el Verbo eterno, se hizo hombre. ¿Cómo ocurrió esto? El ángel Gabriel le explicó a María como ocurriría el fenómeno de la encarnación. Le dijo:
Lucas 1:35 “…35 —El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios.
El ángel le explicó a María y le dijo: Dios te ha escogido para que a través de ti nazca un niño que será también Hijo de Dios. El ángel explicó a María que ella pondría el elemento de la humanidad y el Espíritu Santo pondría el elemento de la divinidad. En María y por medio del Espíritu Santo se concebiría el Dios-Hombre, Jesús. María estaba prestando su vientre para que naciera como hombre el Verbo de Dios. María no es la madre de Dios, Dios ya existía antes de la creación del mundo y antes de María. María es la madre de Jesús encarnado.
Jesús no fue un espíritu divino poseyendo a un hombre ya existente. Como decía la secta de los ebionitas del primer siglo. Cristo hizo suya la naturaleza humana tomándola de la sustancia de su madre, María; Jesús es Dios encarnándose para ser hombre también. El reto para nosotros como iglesia es este: así como Cristo se hizo Carne para identificarse con nosotros, así nosotros debemos estar dispuestos a identificarnos con los que no conocen a Jesús para ayudarles a encontrarse con El. La iglesia no debe encerrarse en una burbuja, en su propio mundo. Debemos estar dispuestos a ser amigos de quienes no conocen a Dios, de acercarnos ellos para alcanzarlos con el amor de Jesús.
Otro concepto teológico que nos ayuda a comprender la humanidad de Jesús es…
- Unión hipostática.
Esta frase nombra la unión real de dos naturalezas, la divina y la humana y significa que Jesús tiene dos naturalezas: la de Dios y la humana, pero no es mitad Dios y mitad hombre. Cuando Jesús asumió la naturaleza humana, siguió teniendo su naturaleza divina sin variación alguna. Ni la naturaleza humana sufrió alteración para dejar de ser completamente humano, ni la naturaleza divina sufrió alteración para dejar de ser completamente Dios. El apóstol Pablo dice que este es un misterio grande. Él lo explica así:
1 Timoteo 3:16
16 No hay duda de que es grande el *misterio de nuestra fe: Él (Dios) se manifestó como hombre; fue vindicado por el Espíritu, visto por los ángeles, proclamado entre las *naciones, creído en el mundo, recibido en la gloria
Y el apóstol Juan lo dijo de la siguiente manera: Juan 1:14
Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo *unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Estamos de acuerdo con Pablo en que este es un misterio grande. Difícil de comprender en nuestra finita mente humana. Jesús es 100% Dios y 100% hombre. Sucedió por la unión hipostática: Dos naturalezas: la divina y la humana en una persona, la persona de Jesús el Dios-Hombre.
Veamos el tercer concepto que nos ayuda a comprender la humanidad de Jesús…
- Kénosis.
Kénosis es un término griego que significa vaciamiento. Y significa que Jesucristo tuvo que poner a un lado su gloria y su majestad para poder andar entre los hombres[2]. Cristo se autolimitó para cumplir el propósito de la redención de la humanidad. El apóstol Pablo lo describe de esta forma:
Filipenses 2:5-8
La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, 6 quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. 7 Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de *siervo y haciéndose semejante a los seres *humanos. 8 Y al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz!
La Kénosis o vaciamiento se llevó a cabo por amor a nosotros. Para salvarnos. Jesús pudo caminar entre los hombres y cumplir el propósito de la redención porque estuvo dispuesto a rebajarse y a humillarse a sí mismo.
Siendo Dios, se autolimitó por amor al asumir una naturaleza humana y un cuerpo humano. Muchos de nosotros estamos quedando fuera del plan de Dios para nuestra vida por nuestra incapacidad de autolimitarnos por amor. No somos capaces de hacer una Kénosis personal. Queremos salirnos siempre con la nuestra, nos aferramos a nuestra condición. En lugar de rebajarnos voluntariamente, preferimos que sean las circunstancias difíciles las que nos hagan rebajarnos obligatoriamente. Por eso, Pablo nos enseña que nuestra actitud debe ser como la de Cristo Jesús.
II-Beneficios de la humanidad de Cristo.
Al igual que enseñábamos respecto de la divinidad de Jesús, hoy queremos responder a la pregunta ¿qué beneficios obtengo yo de esta verdad?
- Salvación.
Jesús se hizo hombre por la única razón de salvarnos. El Padre por amor envió a su Hijo para que pudiéramos pasar de muerte a vida a través de su sacrificio. Juan lo explicó de esta manera: Juan 3:17
Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.
Cada persona en este planeta puede ser salvo de la condenación del pecado, de la muerte espiritual y puede tener vida eterna en Cristo.
El apóstol Juan escribió: Juan 3:16
Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo *unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
- Sustitución.
Cristo se hizo hombre para poder morir por nosotros. La paga del pecado es la muerte. Alguien tenía que morir a causa del pecado de la raza humana. El plan de Dios fue que muriera uno y no toda la humanidad. Tenía que morir un perfecto representante de la raza humana y un perfecto satisfactor de las demandas de Dios. No podía morir un pecador por otro pecador. Tenía que morir un justo representando a toda la humanidad. El apóstol Pedro lo explica en su carta: 1 Pedro 3:18
Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el JUSTO POR LOS INJUSTOS, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu…
- Intercesión.
Un beneficio más de la humanidad de Cristo para nuestras vidas personales, es que Jesús es nuestro mediador con Dios. Nuestro abogado y nuestro intercesor. Y él, por ser perfectamente humano, entiende nuestras debilidades y nuestras tentaciones. Pablo lo explicó de esta manera:
1 Timoteo 2:5 Porque hay un solo Dios, y un solo MEDIADOR entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.
El apóstol Juan lo escribió de esta manera: 1 Juan 2:1 y 2
Mis queridos hijos, les escribo estas cosas para que no pequen. Pero si alguno peca, tenemos ante el Padre a un intercesor, a Jesucristo, el Justo. Él es el sacrificio por el perdón de nuestros pecados, y no sólo por los nuestros sino por los de todo el mundo.
El autor de la carta los Hebreos escribe de Jesús: Hebreos 4:15
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue TENTADO EN TODO según nuestra semejanza, pero sin pecado.
En este versículo se explica que Jesús, nuestro sumo sacerdote, al hacerse como nosotros, puede compadecerse de nuestras debilidades y tentaciones porque él mismo fue tentado al igual que nosotros.
Los beneficios de la humanidad de Cristo son abundantes. Tenemos la posibilidad de ser salvos porque hubo uno que tomó nuestro lugar para pagar por nuestros pecados, y él mismo está delante del Padre celestial intercediendo por nosotros; sirviendo como nuestro mediador ante Dios; porque comprende lo que sentimos al ser tentados. Porque sabe lo frágil que somos ante las tentaciones y pecados.
Si Jesús no se hubiera hecho carne, tú y yo jamás podríamos acceder a estos beneficios. Pero estos beneficios se adquieren no sólo por saberlo, sino por acceder a ellos mediante la fe y la gracia, como lo dijo el apóstol Pablo: Efesios 2:8
Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios.
Cantar: Admirable consejero…
Oraciones finales
[1] INSTE II Cristología. Nicolás y Lenna Venditti página 44
[2] INSTE II Cristología. Nicolás y Lena Benditti página 70
