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Viviendo en el perdón

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Viviendo en el perdón.

Seguimos con nuestra serie “Familias bendecidas.” ¿Que hemos aprendido hasta hoy? Que Dios quiere que nuestra familia sea bendecida, pero esa bendición vendrá en la medida que nos alineemos a los propósitos de Dios. En la medida que asumamos los roles asignados por Dios y en la medida que como familia vivamos en acuerdo.

Al inicio de esta serie dijimos  que la bendición de Dios se obtiene cuando nos apegamos al diseño original de Dios. Es decir, cuando hacemos las cosas como Dios las estipuló. en pocas palabras, la bendición viene cuando obedecemos a Dios. Y leímos un fragmento de la escritura para fundamentarlo:

Deuteronomio 28:1-2 1»Acontecerá que si oyes atentamente la voz de Jehová, tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová, tu Dios, te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti y te alcanzarán todas estas bendiciones, si escuchas la voz de Jehová, tu Dios.

La bendición será entonces, el resultado de la obediencia. Como dijimos la primera semana, Nuestras familias serán bendecidas, cuando nos alineemos a los propósitos de Dios. ¿Pero que pasa si hemos hecho todo lo contrario? ¿Que pasa si en vez de vivir alineados al diseño de Dios nos hems alejado de el? ¿Que pasa si no hemos asumido los roles de Dios y nos hemos resistido a funcionar de acuerdo lo que establecido por Dios? ¿Que pasa si en vez de vivir en armonía y en acuerdo,  hemos vivido siempre en desacuerdo, en pleitos, en confrontaciones y choques? Lo que pasa es que salimos de la zona de bendición y entramos en una zona nueva: la zona de maldición. en esa zona viven millones de familias en la tierra.

Mira como lo plantea la palabra de Dios:

Deuteronomio 28:15-17 15 »Pero debes saber que, si no obedeces al Señor tu Dios ni cumples fielmente todos sus mandamientos y preceptos que hoy te ordeno, vendrán sobre ti y te alcanzarán todas estas maldiciones: 16  »Maldito serás en la ciudad,   y maldito en el campo. 17 »Malditas serán tu canasta   y tu mesa de amasar.

La palabra de Dios es clara; la bendición viene cuando nos alineamos a la voluntad de Dios, pero ir en sentido contrario a ella, nos coloca en una situación muy distinta; cambia el escenario. El terreno de juego se vuelve en nuestra contra.

Así como las bendiciones no las tenemos que ir a buscar sino que nos alcanzan, también las maldiciones.  Al vivir fuera de la voluntad de Dios, no es necesario buscar las maldiciones, solas llegan. Y se refleja de muchas maneras. Sería muy bueno que esta noche, analicen de manera personal y detallada el capítulo 28 de Deuteronomio para que puedan dimensionar hasta donde afecta salirnos de la voluntad de Dios.

Algunos síntomas que se manifiestan al vivir en la desobediencia son:  la falta de armonía en el hogar, falta de prosperidad, falta de salud, la falta de descanso, falta de sueño reparador, ausencia de éxito en lo que emprendes etc.

Entonces, al alinearnos a la voluntad de Dios somos bendecidos y al desalinearnos de la voluntad de Dios y al obstinarnos en seguir la mentalidad de este mundo, dejamos de ser bendecidos. La obediencia es una cobertura espiritual que nos protege de los embates del enemigo, salir de la cobertura es es salir de la protección y de la bendición de Dios. ¿De acuerdo?

Quizá mientras estoy desarrollando este tema alguno siente que las vendas de sus ojos se están cayendo y está teniendo un segundo de lucidez y piensa: entonces todo esto que nos ha sobrevenido en esta temporada se debe a que estoy fuera de la voluntad de Dios, estoy fuera del diseño de Dios, estoy en desobediencia a su palabra. Por eso no estoy gozando de la plenitud de las bendiciones de Dios. ¿Como puedo volver a esa zona de bendición? La respuesta es el arrepentimiento. Cuando te arrepientes de corazón, obtienes el perdón. Y al ser perdonado por Dios, regresas a la zona de la bendición.

Obtener el perdón no significa que las consecuencias desaparecen, esas hay que administrarlas. Obtener el perdón significa que vuelves a un estado en el que Dios te puede bendecir, y ahora el trabajo de tus manos puede ser bendecido, tu mesa será bendecida, tus hijos serán bendecidos etc. Todavía hay que trabajar en todo esto, pero ya tienes a tu favor la bendición de Dios porque has recibido su perdón. Si lo ilustramos con una gráfica podría representarse así:

arrepentimiento = Perdón =  bendición.

Mira como lo dice la Biblia:

2 Crónicas 7:14 14 si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.

Sanar tu tierra, o sanar tu matrimonio o sanar tu familia, son sinónimos. Y esto es básicamente regresarte a la zona de la bendición.

Esto aplica tanto a nuestra relación con Dios, como a las relaciones intra familiares. Cuando te arrepientes de corazón y le pides perdón a Dios el te perdona y vuelves a la zona de la bendición. Cuando te arrepientes de corazón y le pides perdón a tu esposa y ella te perdona, tu vuelves a ser sujeto de confianza, de amor, de cariño etc. Antes no. Igualmente ocurre entre padres e hijos. el arrepentimiento conduce al perdón, y el perdón a la bendición. De todo esto aprendemos lo siguiente:

La familia que vive el perdón será bendecida.

Y aquí estamos hablando tanto del perdón que traga Dios, como del perdón que otorgamos nosotros. debemos vivir en ambas dimensiones del perdón: el perdón de Dios y el perdón de nuestra familia.

Dios no tiene problemas para otorgar el perdón el es un Dios perdonador; la Biblia dice:

Isaías 55:7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.

Dios es amplio en perdonar cuando el impío deja su camino y se vuelve a Dios. que es eso? arrepentimiento.

Ok, Dios no tiene problemas para perdonar cuando nos arrepentimos pero:

¿Como podemos vivir el perdón en nuestra familia?

 

Pídelo sinceramente.

Leamos de nuevo 2 Crónicas 7:14

2 Crónicas 7:14 14 si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.

Dios se compromete a otorgar su perdón a aquel que lo pide sinceramente. Como podemos interpretar lo de sinceramente: con estos adjetivos: humillación y conversión.

Dios sabe que el ser humano aprende mecanismos para salirse con la suya. El Pueblo de Israel aprendió esos mecanismos; ellos llevaban sus sacrificios y calmaban sus conciencias pero no había arrepentimiento genuino, seguían viviendo en pecado. Dios sabía eso y por eso en este fragmento los llamó a un arrepentimiento genuino.

Es igual en la familia: Los hijos aprenden los mecanismos para salirse con la suya, y utilizan esos mecanismos; pero a veces no hay un arrepentimiento sincero. Los esposos aprenden los mecanismos para salirse con la suya, y utilizan esos mecanismos. Pero a veces no hay un arrepentimiento sincero. Las esposas aprenden los mecanismos para salirse con la suya, y utilizan esos mecanismos. Pero a veces no hay un arrepentimiento sincero. ¿Y que genera esto? incredulidad, dureza de corazón, pérdida de la confianza. Y se vuelve cada vez mas difícil volver a confiar y volver a creer y volver a perdonar.

Por eso, si de veras quieres el perdón de tus padres, o el perdón de tu esposa, o el perdón de tu esposo, o el perdón de Dios. Tu arrepentimiento debe ser sincero. Pide perdón sinceramente.

¿Como podemos vivir el perdón en nuestra familia?

Otórgalo sinceramente.

A veces, cuando estamos en problemas sacamos nuestros cálculos y caemos en cuenta que no conviene vivir en conflicto. Y para evadir el conflicto, arreglamos las cosas; y el conflicto se va por un tiempo, pero no hubo un perdón sincero; nomás se parapetó el asunto. El conflicto se va por un tiempo, pero se guardan las cosas dentro del corazón y vuelven a salir de la peor manera mas adelante. Por eso debemos otorgar el perdón sinceramente. Debemos perdonar de todo corazón.

Es natural temer perdonar cuando nos han ofendido mas de una vez. Es doloroso perdonar cuando sentimos que el agravio aún sigue dentro de nosotros. Pero no nos conviene no perdonar porque la falta de perdón es un dren emocional y espiritual por el cual se fuga tu bendición y tu vitalidad espiritual y anímica. El que no perdona se va secando por dentro. Por eso, no debemos hacer como que perdonamos, debemos perdonar sinceramente por nuestro propio bien, y el de los demás.

¿Como podemos perdonar sinceramente?

1- No tomes la ofensa de manera personal toma la ofensa como una reacción instintiva.

Tomar la ofensa de manera personal, es pensar: el me esta haciendo esto porque me quiere lastimar, porque me odia, porque ya la trae contra mi.  Pero tomar la ofensa de manera instintiva, es pensar: el me esta haciendo esto porque así es el, es su naturaleza, es la inercia de su vida, no tiene otra opción, esta enfermo. NO es que la traer contra mi, es que el así es.

Jesús nos enseñó esto con su ejemplo. veamos:

Lucas 23:34 34Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen…”

Jesús no dijo: Padre acábalos porque me están lastimando. Dijo perdónalos no saben lo que hacen.

Es como cuando al pasar por un domicilio te ladra un perro. Tu no piensas ese perro me odia, la trae contra mi, me quiere asesinar. NO piensas así, y menos si es la primera vez que pasas por allí y nunca has agredido al perro.

Cuando el perro te ladra tu piensas: el perro ladra porque es un perro, es su instinto, es su naturaleza, es su forma de proceder.  No lo estás tomando personal, lo estas tomando como algo instintivo.

2- Reconoce que al perdonar tu eres el principal beneficiado.

A veces no queremos perdonar porque guardar rencor es un mecanismo de defensa. Guardar rencor nos hace sentir como que estamos contraatacando una agresión; pero no es así. Cuando guardas rencor no dañas al otro, te dañas a ti. Te amargas tu, te endureces tu.

El rencor es como tener una bomba activa dentro del corazón. Si no lo sacas te va a destruir a ti y a los que están a tu alrededor.  Pero cuando sacas el rencor mediante el perdón, el primer beneficiado eres tu. Y luego los que te rodean. la Biblia dice algo al respecto:

Hebreos 12:15 15 Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;

¡Fíjate! la raíz de amargura: 1-impide que se alcance la gracia de Dios,  2-generan estorbos en las relaciones, y 3- contamina a los de tu alrededor.

A nadie le conviene guardar rencor en su corazón. Lo conveniente es perdonar sinceramente.

3- Recuerda que para que Dios te perdone tu debes perdonar primero.

No podemos aspirar al perdón de Dios, si nosotros no estamos dispuestos a otorgar el perdón a otros. Jesús dijo:

Mateo 6:12 12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

Jesús nos dice que perdonar primero, nos coloca en una zona habilitada para pedir el perdón de Dios. ¿Como podrías pedirle a Dios que te de algo que tu no quieres dar?

Entonces para perdonar sinceramente debemos recordar que nosotros necesitamos el perdón de Dos todos los días. Y como pedirlo si yo mismo no quiero perdonar al que me ofende.

Invitar a los músicos:

Todos queremos vivir en un familia bendecida. Una familia que goza de las bendiciones de Dios pero también una familia que goza de las bendiciones de los demás. Imagina una familia donde el esposo bendice a su esposa y a sus hijos. Una familia donde la esposa bendice a su esposo a sus hijos. Una familia donde los hijos bendicen a sus padres y los respetan y honran. es la familia que todos quisiéramos tener. pero no se puede si no vivimos en el perdón. La familia que vive el perdón será bendecida.

Cantar. Sublime amor.

Quizá algunos de los presentes ya están cansados de vivir sin bendición. Estas cansado de sentir que las bendiciones de Dios no te llegan, pero tampoco te llegan las bendiciones de tu esposa y de tus hijos. ¿Que debes hacer? pide perdón sinceramente y lo recibirás. Si eres de los que ya no te creen, porque has pedido perdón muchas veces, reconoce eso y promete que ahora si eres sincero. Pídele perdón a Dios y el te perdonará. Pídele perdón a tu familia y espera su perdón igualmente.

Quizá algunos de los presentes ya no tienen fuerzas para perdonar, porque en el pasado no fueron sinceros  contigo. Pensaste que guardar rencor de cierta forma te permitía vengarte, pero has descubierto que no es así. te has endurecido y no estas bien. ¿que debes hacer? decide perdonar aunque no te pidan perdona. tu puedes perdonar ahora. Y soltarte de esa atadura que ata a un momento horrible que ya pasó, pero como no lo quieres soltar sigue vivo dentro de ti.  perdonar no te va a nacer, perdonar tu lo tienes que decidir. No tienes que tener a la persona enfrente para perdonarlo. si lo deseas, yo te puedo guiar en una oración.

 

Dios mío, ayudarme a perdonar, porque si no perdono, tu no me perdonarás a mi. reconozco que me ha dolido lo que me hicieron, pero aún así, perdono a… también perdonadme tu a mí, pero al guardar rencor en mi corazón pequé contra ti. amen.

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