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Rompiendo la cadena del carácter

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Rompiendo la cadena del carácter.

Hoy estamos terminando nuestra serie “Rompiendo la cadena.”

Aprendimos que cuatro mil años antes de que Gregor Johan Mendel en 1866 enseñara sobre las leyes de la herencia genética, la Biblia ya nos decía que entre los padres y los hijos existe una transmisión genética con información no solo fisiológica, morfológica, o bioquímica; también  se transmite información espiritual. Leamos de nuevo el fragmento del cual hemos fundamentado nuestra serie:

Exodo 20:5 RV95 “… yo soy Jehová, tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,

Este fragmento explica por qué el patrón de ira, el patrón de maldad, el patrón de testarudez, el patrón de rencor, de pobreza, de pereza, de alcoholismo, infidelidad etc. Se reproduce en la siguiente generación; de tal modo que los hijos y nietos repiten la historia de sus padres y abuelos sin siquiera haberlos conocido.

Aprendimos que debemos romper esas cadenas: La cadena cultural, la cual nos jala a vivir como vive la mayoría de la gente. Ahora que somos cristianos debemos  vivir una vida mas alineada a los valores del reino de Dios. La cadena intelectual que nos jala a pensar como piensa la mayoría; debemos pensar mas alineados a la palabra de Dios y menos al pensamiento social promedio. También debemos romper la cadena económica que nos jala a vivir atados económicamente, como vive la mayoría de la gente en nuestra sociedad. Dios nos llama a vivir vidas de libertad financiera como nos lo muestra el ideal de la palabra de Dios.

Los padres no solo le transmiten enfermedades a sus hijos, también les transmiten su temperamento, sus pecados y carácter. Por eso mi tema el día de hoy se titula Rompiendo la cadena del Carácter.

¿Que es el carácter? A veces decimos: esa es una persona de carácter. O tiene un carácter muy fuerte. Y a menudo confundimos temperamento con carácter.  En primer lugar trataré de explicar la diferencia entre temperamento y carácter; y luego abordamos directamente el tema.

Cada ser humano es único; porque posee su propia combinación de rasgos físicos, temperamento y carácter. Eso define la personalidad.

Los rasgos físicos son nuestro aspecto físico: blanco, moreno, alto, delgado etc. dos gemelos pueden ser idénticos en aspecto, pero tener una personalidad muy distinta el uno del otro, por la combinación de los otros elementos.

El temperamento, según google, es la constitución particular de cada individuo, la cual resulta del predominio fisiológico de un sistema orgánico. O sea, el temperamento es una situación fisiológica. Es un asunto del cuerpo, y resulta de la combinación de la bilis amarilla, bilis negra, sangre, y flema que cada uno de nosotros tiene. Estoy hablando de la teoría del humor, o de los cuatro humores. De allí surgen los cuatro temperamentos básicos: Colérico (emoji enojado) Sanguíneo (emoji feliz) flemático (emoji sin emoción) Melancólico (emoji triste).

El temperamento determina como reaccionamos a cierta circunstancia. Las reacciones de nuestro temperamento son hasta cierto punto involuntarias; hasta que aprendemos esto que estamos hablando, y podemos tomar control.

Con el temperamento nacemos. Dios nos hizo tal como somos. Con ese temperamento; para que cumplamos sus propósitos en nuestras vidas.  Nuestro temperamento no se puede cambiar. Así naciste, así morirás, así eres. Aclaro, no se puede cambiar, pero se puede sujetar, si se puede controlar, si se puede dominar. En la medida que vamos aprendiendo de la palabra de Dios, y vamos creciendo en dominio propio vamos dominando nuestro temperamento.

Debemos ser intencionales en dominar nuestro temperamento. O sea, si tiendes a deprimirte, porque eres melancólico, debes ser intencional o no dejarte llevar por la tristeza. Si tiendes a reaccionar impulsivamente,  porque eres colérico, debes ser intencional en no dejarte llevar por tus impulsos de cólera etc. El Apóstol Pablo lo dijo así:

Gálatas 2:20 20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

El temperamento no lo podemos cambiar pero si lo podemos controlar

El carácter, según google; es el Conjunto de rasgos, cualidades o circunstancias que indican la naturaleza propia de una cosa, o la manera de pensar y actuar de una persona, por lo cual se distingue de las demás.

Entonces el temperamento es algo biológico o fisiológico, pero el carácter no es un asunto del cuerpo, es un asunto mas moral, intelectual  y espiritual. Los rasgos de nuestro carácter que no están alineados a la voluntad de Dios, se pueden y se debe cambiar. La Biblia dice:

2 corintios 5:17 17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; todas son hechas nuevas.

El carácter lo vamos adquiriendo mientras crecemos. Lo vamos adquiriendo y afirmando al interactuar en el ambiente donde nos desenvolvemos: la familia, el barrio, los amigos, la escuela etc. Tiene que ver con decir la verdad o mentir; con perdonar o guardar rencor; con reconciliarte o permanecer distanciado de los demás. Estos aspectos no son del temperamento son del carácter. Y el carácter, también lo heredamos de nuestros padres y se va modificando, o reafirmando en la medida que vamos creciendo. Pero tal como dijimos desde la primera semana: las cadenas generacionales se pueden romper con la ayuda de Dios y de su palabra.

Entonces, si tu observas en tu carácter una inclinación contraria a los valores de Dios, esos rasgos de tu carácter los debes cambiar. Debes romper la cadena del carácter.

En la primera charla les conté sobre un aspecto de mi vida que mi esposa me hizo notar: la queja. Yo era muy quejumbroso. Eso no tenía que ver con mi temperamento, sino con mi carácter. Ese rasgo de mi carácter si podía cambiar y lo debía cambiar.  Tal vez tu haz identificado un rasgo de tu carácter que no tiene nada que ver con los valores de Dios. ¿Que debes hacer? Con la ayuda y el poder de Dios debe cambiar.

¿Como? Utilizando el mismo método que compartimos en la primera charla: Identifícalo, Renuncia a el, y Reemplázalo por los principios de la palabra de Dios.

¿Que cadenas del carácter debemos romper?

Todas las que no se alinean a la voluntad de Dios. Pero, podríamos tomar todo el año para hablar de aspectos del carácter que debemos cambiar. Por eso hoy les mencionaré tres:

La inconstancia.

Inconstancia es la falta de constancia, o de voluntad firme y continuada en la determinación de hacer una cosa.

La inconstancia es falta de voluntad para continuar haciendo lo que tenemos que hacer. Se manifiesta dejando las cosas empezadas o a medias.

Este rasgo del carácter es nocivo para  nosotros mismos, para nuestra familia, para la sociedad y para alcanzar los propósitos de Dios.

Esa falta de voluntad para seguir adelante, esa falta de voluntad para seguir juntos, esa falta de voluntad para terminar lo que empezamos o para llevar algo hasta el final, tiene costos muy altos matrimonialmente, familiarmente y socialmente hablando.

Así de sencillo, si abandonas tu carrera y no la terminas, de alguna forma te condenas a percibir un salario inferior a tu compañero que si se tituló. ¿Y quien paga el pato? Tu mismo y tu familia. Si te enfadas de el negocio que iniciaste y lo cierras antes de que de fruto, nunca llegarás a ver tus finanzas crecer. ¿Y quien paga el pato? Tu mismo y tu familia. Si no eres capaz de permanecer con tu esposa y tu familia superando las tormentas y aguaceros de la vida y dejas tu matrimonio y familia, se experimentará un divorcio, una ruptura que será muy dolorosa y de la cual nadie se recupera cien por ciento. ¿Y quien paga el pato? Tu mismo y tu familia. El carácter inconstante nos está costando muy caro como sociedad. Hasta los comentaristas de futbol lo mencionan, ahora que salió México del mundial y se hablaba de que Osorio no continuaría como director técnico, en comparación con otras selecciones que  permanecen con el mismo para que haya continuidad y aprendizaje.

En cuanto a las cosas de Dios es igual. La salvación, por ejemplo, se recibe como un regalo de gracia, pero se consuma siendo constantes en ella hasta que Cristo venga o nosotros nos vayamos con el. Pero cuando abandonamos el camino de Dios ¿Quien paga el pato? Tu mismo y tu familia. Hablando de esto Santiago dijo:

Santiago 1:7-8 No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor, ya que es persona de doble ánimo e inconstante en todos sus caminos.

La inconstancia es un ladrón de bendiciones. Es un ladrón de sueños, es un ladrón de prosperidad, y es un ladrón de la salvación. Si tu identificas en tu vida la inconstancia como parte de tu carácter Renuncia a el, y Reemplázalo.

Si abandonaste la prepa, o la carrera; si terminaste la carrera pero no te has titulado; si ya dejaste un trabajo, o cerraste un negocio. Si en CFAL te has salido de todos los cursos y no has terminado ninguno. Si ya estas en tu segundo, o tercer matrimonio; de seguro tienes un problema de inconstancia en tu carácter.  Es falta de voluntad para continuar haciendo lo que estás haciendo. ¿Que debes hacer? Renuncia a ese rasgo de tu carácter y sustitúyelo por uno de Dios. Sustituye la inconstancia por la constancia. Se intencional en terminar lo que empiezas. Sigue adelante aunque te cueste. Crucifica tu Carne.

Mira la intencionalidad de Pablo en este aspecto:

Filipenses 3:12-14 12 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. 13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Yo no digo que Pablo haya sido inconstante alguna vez, lo que si digo es que en estas palabras el modela el valor de la constancia de una manera muy significativa.

Quise tocar el rasgo de la inconstancia porque era un rasgo de mi propio carácter. 1-Abandoné la carrera de ingeniería, 2-Abandoné la carrera de ciencias de la comunicación. 3- Abandoné mi escuela de Inglés. 4- Dejé un grupo de jóvenes que pastoreaba aquí e Mazatlán. 5- Dejé un grupo de jóvenes que pastoreaba en Tijuana. 6- Deje mi carrera en el ministerio de la música cuando me dedicaba de lleno a eso. Y después de empezar esta iglesia, mas o menos a los dos años, me desanimé y pensaba en dejarla. ¿Que es eso? Es inconstancia. Es falta de voluntad para continuar haciendo lo que estaba haciendo.

Un día, muy triste hablando con Dios, le dije que porqué a mi no me bendecía. Porqué a los demás si, y a mi no. El me dijo: te he bendecido mucho. Pero tu abandonas todo lo que empiezas. Siembras, y cuando pudieras empezar a cosechar, dejas lo sembrado. Ese dialogo con Dios, el empezó a enumerarme lo que les mencioné arriba. Eso sucedió cuando tenía veinticinco años de edad. Hacía dos años de haber iniciado esta iglesia. Dios me mostró ese aspecto de mi vida, renuncié a el y cada vez que aparece la inconstancia en mi vida soy intencional en sustituirlo por la constancia.

Ya terminé INSTE. Ya cumplí 20 años de pastor en esta iglesia y contando. Ya tengo 24 años de casado con Lau y contando. Le conseguí su ciudadanía americana a mi hijo y a mi esposa. Todos estos aspectos demandan constancia. Y se que hay mas cosas que Dios tiene para mi, algunas ya las he identificado y las perseguiré hasta alcanzarlas. Y quiero ser fiel al Señor hasta que el venga por mi o yo me vaya con el. Quiero ser constante.

¿Que cadenas del carácter debemos romper?

La negligencia.

Negligencia es la falta de cuidado, aplicación y diligencia de una persona en lo que hace, en especial en el cumplimiento de un deber o  una obligación.

Negligencia básicamente es no aplicarse a hacer las cosas bien, en tiempo y forma. Es dejar las cosas para después.

Negligencia no tiene que ver con algo que haces, tiene mas bien que ver con algo que no haces y que debiste haber hecho. Por ejemplo: El jardín se te enmontó, y no hiciste nada para que se enmontara, mas bien te faltó hacer algo para que no se enmontara. Fuiste negligente y no cortaste el zacate.

La negligencia es un rasgo del carácter que debemos romper. La negligencia, igual que la inconstancia, es un ladrón de bendiciones. Es un ladrón de sueños, es un ladrón de prosperidad, y es un ladrón de la salvación. Si tu identificas en tu vida la inconstancia como parte de tu carácter Renuncia a el, y Reemplázalo.

Se intencional en hacer las cosas. No esperes que el futuro te alcance,  Anticípate al futuro. ¿Como quieres que sea tu vida cuanto tengas 65 o 70 años? Para lograrlo tienes que empezar ahora; eso sería diligencia. Dejar nomás que pase el tiempo sin que hagas nada, eso seria negligencia. ¿Que dice la Biblia?

Proverbios 19:15 15 La pereza hace caer en profundo sueño y la persona negligente padecerá hambre.

Proverbios 10:4 4 La mano negligente empobrece, pero la mano de los diligentes enriquece.

Si identificas en tu vida el rasgo de la negligencia, renuncia a el, y sustituye la negligencia por la diligencia. No hacerlo, va generar que tu futuro y tu vejez sea difícil.

Por ejemplo: si no somos diligentes en cuidar nuestras finanzas y nuestra salud hoy, estamos herendándoles a nuestros hijos el tener que lidiar con un viejito enfermo y pobre.

Un día leí esto en la palabra de Dios:

2 Reyes 4:1-2  1 Una de las mujeres de los hijos de los profetas clamó a Eliseo diciendo:

Tu siervo, mi marido, ha muerto, y tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová. Pero el acreedor ha venido para llevarse a dos hijos míos como siervos.

Eliseo le dijo:

—¿Qué puedo yo hacer por ti? Dime qué tienes en tu casa. 

Me impactó mucho porque pensé: Yo también soy profeta, y soy temeroso de Dios, pero si yo llego a faltar ¿Que le voy a dejar a mi familia? ¿Y a quien va tener que ir mi esposa a pedir ayuda? ¿Y que le van a contestar en ese momento? En ese tiempo no tenía casa, no tenía dinero, y ni siquiera tenía seguro social.

No podía ser negligente ante una situación tan importante. Y obviamente, resolver todo esto demandaba un proceso que sería largo, pero tenía que empezar de alguna forma y por algún lado. De no haberlo hecho, todo seguiría igual.

¿De quien es la responsabilidad de ver por tu propio retiro o jubilación? ¿De quien es la responsabilidad de proveer algo para tu familia si tu llegas a faltar? La responsabilidad es personal y no podemos ser negligentes ante una situación tan importante.

Si observas en tu carácter la cadena de la negligencia, renuncia a ella, y sustitúyela por la diligencia.

¿Que cadenas del carácter debemos romper?

La falta de Compromiso.

Según google, la palabra compromiso significa la obligación contraída por una persona. La manera mas sencilla de analizarla sería dividirlo en com que tiene que ver con comprar o hacer algo tuyo. Y promiso, que tiene que ver con promesa o prometer. Com-Promiso sería hacer algo tuyo, adueñarte de algo mediante una promesa.

Ser una persona comprometida habla de un carácter noble, pero una persona que no se compromete. Es una persona con la que no puedes contar, no puedes confiar.

La falta de compromiso es un problema de carácter en este tiempo.  Y es una cadena que debemos romper. Muchos se casan pensando en que pueden divorciarse después; es decir, creen que pueden evadir su compromiso y romper una promesa.

En estas pasadas elecciones pudimos ver que algunos políticos se pasan de un partido político a otro con tal de tener una posición o una oportunidad política aún que el partido al que se iban no fuera compatible con los valores del partido que dejaban. ¿Que es eso? falta de compromiso con su partidos y con sus ideales.

Algunos ingresan a un ministerio y no cumplen con su responsabilidad en el rol.  Dios nos está llamando a comprometernos. Debemos romper la cadena de un carácter falto de compromiso.

Compromiso implica sacrificio y entrega. A veces compromiso significa sufrimiento. Mira esta explicación de copromiso:

Efesios 5:25 25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella,

Jesús es el máximo ejemplo de compromiso; y Él con su vida nos enseña que compromiso implica entrega, pero no puede haber compromiso sin amor. Jesús nos enseña a ser esposos comprometidos. Y nos enseña que si amamos, debemos estar dispuestos a entregarnos por completo.

Vivimos en una sociedad poco comprometida, esa falta de compromiso esta costándonos muy caro como sociedad. Nosotros como seguidores de Jesucristo, debemos romper con esa falta de compromiso y abrazar el ejemplo de Jesús. Debemos romper con la cadena de falta de compromiso, comprometiéndonos y dando mas de nosotros mismos para Dios, para  nuestra familia, para nutra iglesia y para nuestra ciudad y país.

llamar a los músicos.

Los tres aspectos que revisamos hoy son rasgos distintivos de muchas personas en la sociedad de nuestro tiempo. No son rasgos físicos, pero los podemos apreciar con facilidad. Son rasgos del carácter. Lo podemos notar al pasar por nuestro País y nuestra ciudad, por algunas calles y colonias. Quizá en tu propia casa. Quizá has visto estos aspectos en tus padres, o en ti mismo. Dios nos está llamando a romper la cadena del carácter y desarrollar un carácter mas alineado al carácter de Dios. ¿Como es? así:

Gálatas 5:22-24 22 Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

Ese crucificar la Carne con sus pasiones y deseos equivale a romper la cadena.

Cantar A ti.

El carácter de Cristo es un fruto, de los que son de Cristo. Es Cristo en ti, el que te capacita para romper la cadena. Es la naturaleza de Dios en ti la que te da el poder de hacer las cosas nuevas. No es fuerza de voluntad solamente. NO es capacidad humana, o intelectual solamente. Es Dios en ti. ¿Te gustaría ver mas a Dios obrando en ti?

 

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