Moisés; la aventura de fe del liderazgo
Moisés; la aventura de fe del liderazgo.
Seguimos con nuestra serie Aventuras de fe. Hemos dicho que los propósitos de Dios para nosotros y para el mundo se van escribiendo en la historia, en la medida que nosotros decidimos participar con Dios en las aventuras de fe que el nos invita.
Para vivir con éxito una aventura de fe debemos creer, que lo que Dios nos esta diciendo es cierto y lo hará. Debemos obedecer dando los pasos iniciales y debemos permanecer hasta ver realizado el proyecto.
Ya hemos revisado la historia de Noé. Dios lo llamó a levantar una familia para preservar la raza humana en este planeta después del diluvio. Y revisamos el modelo de familia de Noé.
También revisamos a Abraham, Dios lo invitó a convertirse en un canal de bendición para todas las familias de la tierra. Pero primero debía desmantelar en el todo egoísmo.
Hoy para continuar con nuestra serie vamos a revisar un personaje muy importante en la Biblia: Moisés; su historia es muy significativa. Mi mensaje se titula: Moisés; la aventura de fe del liderazgo.
Primero explicaré quien es Moisés. Moisés es un israelita nacido en Egipto en un tiempo donde el Faraón quería controlar la natalidad de los judíos y ordenó matar a todos los varoncitos recién nacidos. Varoncito que nacía, varoncito que moría. Pero Dios en su gracia preservó la vida de Moisés. Sus padres lo escondieron.
Cuando Moisés tenía tres meses de nacido y sus padres no pudieron ocultarlo mas en casa,[1] decidieron ponerlo en una canasta en el río,[2] y llegó al lugar donde la hija del faraón tomaba un baño. Al verlo, no pudo resistirse y se quedó con el adoptándolo como su hijo.[3] La madre de Moisés fue contratada para amamantar al bebe; de esa manera Moisés no solo no murió, si no que vivió y creció en el palacio real con toda la educación y la preparación de los egipcios de su tiempo, lo cual lo preparó para su aventura de fe: ser el líder que sacó a los israelitas de la esclavitud en Egipto.
Moisés fue descubriendo la aventura de fe de una forma gradual, como se descubren la mayoría de las aventuras de fe. La Biblia dice:
Éxodo 2:11-12 11 En aquellos días sucedió que crecido ya Moisés, salió a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas, y observó a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos. 12 Entonces miró a todas partes, y viendo que no parecía nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena.
Moisés sintió una rabia profunda al ver la injusticia y el abuso que sufrían los suyos. Y actúo de una manera impulsiva bajo el influjo de la ira. Eso le costó el huir, y vivir en el exilio por cuarenta años.
En aquella tierra lejana; Madian, Moisés se casó, tuvo dos hijos y se dedicó al pastoreo de ovejas. Moises cuidaba la ovejas y las dirigía por donde un día guiaría al pueblo de Israel que saldría de Egipto.
En ese pastorear ovejas, un día Moisés recibió un llamado directo de Dios que le dijo:
Éxodo 3:9-10 9 El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen. 10 Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel.
Aquí podemos ver con claridad la aventura de fe en la que Dios llamó a Moisés. Dios quería dar a Moisés para sacar de Egipto a su pueblo, los hijos de Israel, para eso, Moisés tendría que volver a Egipto y enfrentarse a Faraón.
El liderazgo es una aventura de fe, donde Dios llama a una persona para guiar a otra al propósito que tiene para ella.
¿Como sucede la aventura de fe del liderazgo?
Dios prepara al líder durante toda su vida.
Cuando revisamos la linea del tiempo de los líderes, descubrimos que desde su nacimiento todo aporta para que esa persona sea lo que Dios necesita que sea de acuerdo a sus propósitos. Nada en la vida del líder es casualidad, todo lo que vive desde que nace es usado por Dios cuando su liderazgo empieza.
Este es el caso específico de Moisés. Si Dios hubiera necesitado un gladiador, o un guerrero, lo hubiera sacado de un ambiente donde se forjan esas personas. Pero Dios necesitaba un líder que supiera organizar, planear, leer, escribir, proyectar, legislar, dirigir. Y ese líder no podía venir de las ladrilleras israelíes, tendría que venir de la mejor educación egipcia. Peor a la vez tendría que ser israelí. ¿Como lograr eso? Pues así como Dios lo hizo, sacándolo de entre los israelitas y plantándolo entre los egipcios.
Y luego lo lleva a pastorear ovejas al desierto donde un día pastorearía el rebaño del Señor.
Dios vinculó a Moisés con Jetro su suegro quien un día vendría a darle soluciones de logística y liderazgo para la gran tarea de gobernar una nación de mas de un millón de personas en un desierto inhóspito y sin medios masivos de comunicación.
Dios preparó a Moisés a lo largo de toda su vida: Nació israelita para identificarse y amar a su pueblo, lidió preparación egipcia para que fuera eficaz en su llamado, lo llevó al desierto para que conociera la zona por donde guiaría al Pueblo, lo relacionó con Jetro para que en el futuro fuera un mentor y consejero.
En mi caso personal, yo fui a la iglesia dese niño. como a los catorce años entré a una escuela de música a aprender guitarra. A los quince años me hice cristiano.
En la iglesia encontré todo lo que necesitaba para sobre vivir en un mundo hostil, y con las carencias que yo tenía.
Cuando me hice cristiano, le entré con todo y en serio: recorrí todos los ministerios: hice el aseo en la iglesia, di clases a los niños, fui líder de jóvenes, fui músico en el grupo de alabanza, fui pastor de jóvenes, fui parte del cuerpo ejecutivo de la iglesia, predicaba los domingos, abrí misiones en algunos pueblos etc. Todo eso lo viví y me preparó para ser lo que soy ahora: un pastor.
¿Como te ha venido preparando Dios a ti? ¿Cual es tu historia? ¿Cuales son tus contactos los cuales Dios podría usar para bendecir a otros y hacer cosas grandes en este tiempo?
Si se lo permites, Dios va usar todo lo que te ha pasado en la vida para que se cumplan sus propósitos en ti y en otros. Dios no desperdicia nada, aún los pedazos de corazón que dejaste en el camino Dios puede juntarlos, limpiarlos y remendarlos para que alcances el plan de Dios para ti.
¿Como sucede la aventura de fe del liderazgo?
Dios llama al líder poniendo en él una carga.
De repente toda la preparación, todas las vivencias, todos los recursos, todos los contactos tienen una razón de ser. Conoces a esa gente por una razón, esta preparado para llevar a cabo una misión, has experimentado situaciones que te han vuelto sensible a una necesidad y tienes los recursos suficientes para empezar a caminar en eso que se detonó dentro de ti cuando miraste aquello que te causó dolor, preocupación, admiración, o alguna sensación que te hizo pensar yo debo hacer algo al respecto. así le pasó a Moisés según leímos, veámoslo de nuevo:
Éxodo 2:11-12 11 En aquellos días sucedió que crecido ya Moisés, salió a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas, y observó a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos. 12 Entonces miró a todas partes, y viendo que no parecía nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena.
Moisés ya no era un niño, ya había crecido. estaba listo para algo, pero el no sabía para que. Tenía una formación, tenía conocimientos, tenía habilidades que aún no encontraban un cause. Pero un día salió y miró una situación, observó un injusticia. Y sintió: alguien debe hacer algo. Esto no puede seguir así. Era Dios poniendo una carga en el. Era Dios invitándolo a una aventura de fe. No tenía mucha claridad, solo tenía una carga que no le permitía quedarse inmóvil. Actuó sin pensar mucho, solo reaccionó y mató a un egipcio.
En el principio, no siempre hacemos las cosas de la mejor manera y los métodos iniciales de los líderes no siempre son los mas refinados. Pero lo importante está allí: la carga. El pesar, el deseo de hacer algo. No sabes exactamente que, pero sabes que debes hacer algo. NO tienes mucha claridad en los comas, pero sientes que debes hacer algo. Y cuando actúas, Dios empieza a hacer el resto.
A veces la carga que Dios pone en ti, está basada en situaciones que tu has visto o vivido a lo largo de tu vida. Dios usa eso que viviste, para volverte empático con personas que están viviendo lo mismo que tu.
En mi caso, Dios empezó a poner una carga en mi cuando llevé a mis compañeros de la universidad a la iglesia donde yo fui toda mi vida. Como yo crecí allí, para mi todo era normal y maravilloso pero nunca pensé que podría ser muy fuerte para personas que nunca había ido a una iglesia.
Cuando por fin logré llevar a mis compañeros de la universidad a mi iglesia, simplemente ellos ya no quisieron volver jamás. Nuestra iglesia no estaba lista para recibirlos a ellos. Ni el lenguaje, ni las formas, ni la liturgia, ni los baños ni nada se prestaba para que pudiéramos retener a esos muchachos. Allí empecé a sentir: necesitamos una iglesia donde los que no son cristianos, lleguen y no sientan que tienen que salir corriendo. Y nuestra iglesia es como es, en parte por todo lo que vi en la iglesia donde crecí. Mi carga, fue la iglesia.
¿Cual es tu carga? Quizá tu carga son los niños de tu barrio, como Ceci que cada Domingo trae como a veinte niños a la iglesia. Quizá tu carga son los niños de la iglesia como Pau y las maestras que cada fin de semana están sirviendo con amor a nuestros niños. Quizá tu carga son los presos, como Agustín y Gabriel que iniciaron el ministerio en la cárcel. O quizá tu carga son los hombres, o las mujeres, o los migrantes, o los ancianos, o los jóvenes. Que se yo, solo tu sabes cual es la carga que hay dentro de ti. Pero estas preparado para algo, has vivido lo suficiente, has aprendido lo suficiente, tienes lo suficiente, conoces las personas correctas.
Tienes lo que necesitas tener para empezar. Solo es cuestión que dejes que Dios ponga en ti una carga. A lo mejor Dios ya la ha venido poniendo pero a veces evadimos pensar en eso y anestesiamos la carga con diversión o la evadimos con entretenimiento.
¿Como sucede la aventura de fe del liderazgo?
Dios perfecciona al líder mientras ejerce el liderazgo.
Todo lo que tienes, l que has vivido y lo que sabes te sirve para empezar. pero eso no significa que ya eres un producto terminado. De hecho, como dijimos la semana pasada, cuando Dios nos llama, lo hace en primer lugar para tratar con nosotros.
Dios trata con nosotros al mismo tiempo que nos esta usando para tratar con otros. Moisés en el principio fu un hombre impulsivo y temperamental; al grado de matar al egipcio en una reacción instintiva, pero al final de su vida esto es lo que se dice de Moisés:
Números 12:3 3 Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.
¿Como es que un hombre con arrebatos homicidas puede llegar a ser el hombre mas manso de la tierra? La respuesta es que Dios trató con el mediante el liderazgo que ejerció. Dios perfecciona al líder mientras ejerce el liderazgo.
Dios está tratando conmigo mientras ejerzo mi liderazgo. Mientras Dios me usa, usa a otros para tratar conmigo. Mientras Dios te usa, usa a otros para tratar contigo. Porque Dios perfecciona al líder mientras ejerce el liderazgo.
[1] Hebreos 11:23
[2] Éxodo 2:3
[3] Éxodo 2:10