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Cinco pilares de un matrimonio exitoso

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Cinco pilares de un matrimonio exitoso

Nuestra iglesia, es una iglesia cristiana con enfoque a la familia, por eso cada año dedicamos dos y hasta tres series relacionadas con el tema; hablamos de la familia, de la paternidad, pero también hablamos del matrimonio. Para no quebrarnos mucho la cabeza creando nuevos títulos, le llamaremos Hablemos del matrimonio; y abordaremos un matrimonio de la Biblia, y cada una será una temporada. Hoy iniciamos la temporada 1.

A los que nos están casados, les digo que esta serie también les va a servir para cuando lo estén, o para aconsejar a otros mientras llega ese día.

Este mes analizaremos el primer matrimonio que existió: el matrimonio de Adán y Eva.

Adán y Eva representan el matrimonio que empieza bien y que tienen todo para ganar: Se veían el uno al otro como parte de sí mismo, se valoraban, no tenían nada de que avergonzarse, su vida sexual estaba en óptimas condiciones; tenían un hermoso lugar para vivir y todas sus necesidades resueltas. Y lo mas importante, contaban con la bendición de Dios sobre ellos. El viento soplaba a su favor y parecía que nada los podía detener.

Hoy veremos esa parte de la historia de Adán y Eva donde todo iba bien y descubriremos los  Cinco pilares de un matrimonio exitoso.

La filosofía de matrimonio que rigió los inicios de la relación de Adán y Eva provino de Dios; mientras ellos se mantuvieron en esa mística, todo marchó bien.

Vamos a descubrir en la escritura esos cinco pilares de un matrimonio exitoso:

Génesis 2:18-25 18 Luego Dios el Señor dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada». 19 Entonces Dios el Señor formó de la tierra toda ave del cielo y todo animal del campo, y se los llevó al hombre para ver qué nombre les pondría. El hombre les puso nombre a todos los seres vivos, y con ese nombre se les conoce. 20 Así el hombre fue poniéndoles nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves del cielo y a todos los animales del campo. Sin embargo, no se encontró entre ellos la ayuda adecuada para el hombre. 21 Entonces Dios el Señor hizo que el hombre cayera en un sueño profundo y, mientras este dormía, le sacó una costilla y le cerró la herida. 22 De la costilla que le había quitado al hombre, Dios el Señor hizo una mujer y se la presentó al hombre, 23 el cual exclamó:

«Esta sí es hueso de mis huesos

 y carne de mi carne.

Se llamará “mujer”[d]

 porque del hombre fue sacada».

24 Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en un solo ser.[e]  25 En ese tiempo el hombre y la mujer estaban desnudos, pero ninguno de los dos sentía vergüenza.

La escritura nos muestra que Dios es un Dios amoroso, que se interesa en las necesidades del ser humano, y que al verlo en problemas se compadece de el y actúa en su favor.

También notamos aquí que el matrimonio fue idea de Dios, no del hombre. No fue el hombre quien pidió una compañera, fue Dios quien se la dio para aliviar su profunda soledad.

Pero en este fragmento también encontramos esa filosofía de Dios para el matrimonio y aprendemos que el matrimonio exitoso descansa sobre cinco pilares claves.

¿Cuales son esos cinco pilares?

Compañía.

Para Dios, el matrimonio es para acompañarnos en la jornada de la vida. Antes de que el ser humano experimentara la desgracia del pecado, de la guerra, de la enfermedad, o de la pobreza; el ser humano experimentó la desgracia de la soledad. ¿Y cual fue la solución de Dios? Una compañera con la cual el hombre formara un matrimonio.

Pero antes de darle una compañera a Adán, Dios lo pasó por un proceso en el cual lo hizo valorar la necesidad de compañía. Veamos:

Génesis 2:20 20 Así el hombre fue poniéndoles nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves del cielo y a todos los animales del campo. Sin embargo, no se encontró entre ellos la ayuda adecuada para el hombre.

Cada vez que venían los animales ante el, Adán observaba esa experiencia de comunión, de compañerismo, de convivencia y se dio cuenta que el no tenía con quien vivir algo similar; le hacía falta alguien de su misma especie para disfrutar la interacción con otro ser humano, y experimentar eso que se produce en el interior cuando disfrutas de una grata compañía.

Allí, al observar a los animales, la sensación de soledad se agravó en el interior de Adán y experimentó la mas horrible de las soledades.

Dios lo miró en esa condición; y antes de que hubiera credos y religiones en el mundo, el planeo resolver la tragedia de la soledad mediante el amor en pareja. Dios creo una mujer para el hombre que ya existía. Una mujer que sería en primer lugar su compañía.

El matrimonio es la maravillosa respuesta de Dios a la profunda soledad del Ser humano.

Si vivimos la experiencia matrimonial como Adán y Eva la vivieron al principio, y aprendemos a hacernos compañía, nuestra relación de pareja será exitosa como fue la de ellos por un tiempo.

En el matrimonio debemos aprender a hacernos compañía. Estamos para acompañarnos en la vida, no para dominarnos, ni manipularnos, ni controlarnos el uno al otro.

Debemos intencionalmente dejar celulares a un lado, apagar la televisión, y tomarnos un tiempo solos para platicar de nosotros; de lo que Dios quiere hacer, de hacia donde Dios nos quiere llevar etc.

También debemos acompañarnos en los proyectos, en los anhelos y en  los sueños que tenemos cada uno en la vida.

¿Porque teniendo una esposa/o te sientes profundamente solo? Hace falta que aprendamos a hacernos compañía. Debemos hacernos compañía.

Por otro lado, quizá un dci tuviste una compañera o compañero, y ya no lo tienes, quizá estas experimentando una horrible soledad; que esto te sirva para valorar la compañía y cuando Dios te conceda nuevamente tener a alguien, cuida esa relación con gran esmero.

¿Cuales son esos cinco pilares?

Complemento.

El fragmento que estamos analizando nos deja ver que Dios creo una mujer que sería compañía para Adán, pero también su ayuda idónea. La Biblia dice:

Génesis 2:18 Luego Dios el Señor dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada»

Antes de que existiera la mujer, el hombre ya existía; ya tenía tareas que realizar, responsabilidades que cumplir, cuentas que rendirle a Dios; y al parecer, Adán sólo no estaba siendo eficaz. Entonces Dios le hizo una ayuda idónea, una ayuda adecuada que le iba a  proveer lo que a el le hacía falta. Por eso el hombre y la mujer somos tan distintos.

No somos iguales para que compitamos, somos distintos para que nos complementemos. Fuimos creados por Dios en base a un diseño en el cual el hombre y la mujer se complementan: en lo sexual, en lo intelectual, en lo social y en todo.

Muchos matrimonios se separan bajo el argumento de:

-es que somos muy distintos.

¡Claro que son distintos! De eso se trata, de ser distintos, de celebrar las diferencias para complementarnos. Para que las fortalezas de uno complementen las debilidades del otro.

Si tu percibes algunas carencias, o aspectos de debilidad en la vida de tu esposo o esposa; no es para que las exhibas, o para que le humilles, o para que te burles, sino para que le aceptes tal como es, lo ames tal como es y le fortalezcas, le complementes, y le completes.

Por otro lado, el concepto “ayuda” es clave, debemos disponernos a ayudar a nuestro esposo, o esposa para que logren y alcances el plan de Dios para sus vidas.

Adán tenía responsabilidades que cumplir y Eva llegó para ayudarlo, no para estorbarle, o desviarlo de su propósito.

Laura y yo somos muy diferentes pero estando juntos esas diferencias nos fortalecen. Ella ve lo que yo no veo, y me ayuda en lo que yo no puedo. Estamos para ayudarnos y para complementarnos no para competir, o pelear, o hacernos daño.

¿Cuales son esos cinco pilares?

Valoración mutua.

Quizá por el hecho de que la mujer vino a aliviar la soledad del hombre y a ayudarlo en su llamado, Adán se expresó de ella de esta manera:

«Esta sí es hueso de mis huesos

 y carne de mi carne.

Se llamará “mujer”

 porque del hombre fue sacada».

¿Que significa esta expresión? Alegría, alivio, felicidad; y por supuesto: valoración!

Adan dice: ¡esta si es… Como diciendo: -la chiva no es, la venada tampoco, y la tigresa menos!

El hombre se sintió afortunado por tener a su compañera, a su complemento, a su ayuda idónea, a su esposa. Me imagino que la miraba, y la tocaba, y besaba y la olía.

Así se imaginó Dios que fuera la experiencia matrimonial y así la estaban viviendo Adán y Eva al principio, cuando todo iba bien.

Por eso Salomón en su libro de la sabiduría dice:

Proverbios 18:22 22  El hombre que halla esposa encuentra un tesoro,  y recibe el favor del Señor.

El matrimonio, según Dios lo concibió, debe ser una experiencia en la cual te sientes afortunado de tener a tu esposa/o a tu lado y le valoras profundamente.

Cuando el hombre y la mujer aprendemos a valorarnos, encendemos la fuente del amor inagotable.

Nunca se agota el amor de dos personas que se valoran.

NO es que sean iguales, podríamos ser totalmente distintos y esas diferencias pueden ser precisamente lo que mas valoramos: las diferencias que nos complementan.

Soy afortunado de tener una esposa, soy afortunado de tener a Laura en mi vida. Soy afortunado de no estar solo.

¿Cuales son esos cinco pilares?

Prioridades correctas.

Un error común en los matrimonios de hoy es poner en primer lugar algo o alguien más, antes que al esposo o esposa. A veces se pone en primer lugar a los padres, o a los hijos, a los amigos, al trabajo, al ministerio etc.. Pero Dios lo dice así:

Génesis 2:24 24 Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán una sola carne.

¿Que está diciendo la Biblia? Que el hombre y la mujer debemos estar dispuestos a dejar a un lado algo, o alguien, para darle prioridad a nuestra esposa o esposo.

El esposo y la esposa deben saber y sentir que después de Dios; nadie, ni sus padres, ni sus hijos, ni sus amigos, ni su trabajo, nadie en su vida tienen un lugar mas importante que el o ella. Esa seguridad da estabilidad al amor en pareja.

Es lógico que dejar algo duele, y cuesta acostumbrarse a ya no manejar ese elemento en la ecuación con la misma frecuencia, intensidad o importancia, pero debemos sobre ponernos al dolor, y disponernos para acostumbrados a una vida con prioridades distintas.

Mientras estabas en casa de tus padres, tus padres eran tu prioridad; pero ahora que te has casado, tu esposo y tu esposa es tu prioridad.

Nota: Por eso es importante permitir que los hijos maduren, que se vayan independizando, y que aprendan a vivir un vida sin nosotros, para que en su momento hagan de su esposa, o esposa su prioridad; sabiendo ellos que pase lo que pase nosotros siempre estaremos aquí para ellos. Pero si nada pasa, ellos se deben a su familia; los padres pasamos a un segundo término y nos volvemos parientes; pero su familia es su esposa o esposo e hijos.

A muchos matrimonios esto les toma tiempo asimilar; y otros lo manejan con mayor naturalidad.

¿Como les está yendo a ustedes en ese asunto? ¿Sabe y siente tu esposa que sólo después de Dios, ella es lo mas importante para ti? ¿Sabe y siente tu esposo que sólo después de Dios el es lo mas importante para ti?

Estamos a tiempo este año para redefinir nuestras prioridades y darnos como pareja el lugar que debemos darnos según Dios lo estableció al principio.

¿Cuales son esos cinco pilares?

Transparencia.

Un asesino del amor en pareja es la falta de transparencia. Esta se manifiesta al guardar secretos, el no decir la verdad completa, al mentir deliberadamente etc. Es un error, porque cuando sale la verdad a luz, en el peor momento y de la peor forma, el sentir de traición es muy profundo; y la confianza es lo mas difícil de recuperar. Como quiera  recuperas cualquier bien material, pero la confianza y la credibilidad muchas veces no se recupera nunca.

Entre el esposo y la esposa no debe haber secretos. Así lo muestra la escritura:

Génesis 2:25 25 Estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, pero no se avergonzaban.

La desnudez alude a la sexualidad, pero también alude a la transparencia; a no tener nada guardado en el corazón; a dejarnos ver tal cual somos.

Cuando sentimos que nuestra esposa o esposo esta dispuesto a abrir el corazón, y no guardar secretos crecemos en intimidad; por el contrario cuando sentimos que nuestra esposa o esposa nos oculta situaciones, o descubrimos que tiene una vida secreta; simplemente hay situaciones guardadas en su corazón que nunca nos compartió, eso destruye la intimidad que pudiéramos haber construido.

Intimidad tiene que ver con íntimo. Cuando compartes con tu esposo o esposa situaciones íntimas, entonces creces en intimidad y el lazo del amor se vuelve mas fuerte.

Para mucha gente intimidad es sexualidad, y no necesariamente; intimidad consiste en compartir lo íntimo: temores, tristezas, inseguridades, recuerdos, ilusiones etc. En una palabra, intimidad es vulnerabilidad. Estar desnudo es estar vulnerable, es estar descubierto, es no tener capas protectoras, es dejarnos ver tal cual somos.

Al crecer en intimidad, crecemos en la sensación de vulnerabilidad y eso nos vuelve frágiles. Descubrir cuan frágil puede ser nuestra esposa o esposo, nos debe hacer tomar responsabilidad de cuidar su corazón y no lastimarle; y mucho menos aprovecharnos de el o ella.

A mucha gente este asunto es lo que más trabajo les cuesta; sin embargo este asunto es el que mas profundamente nos une; por eso, la transparencia es un pilar tan importante para tener éxito en nuestra relación de pareja.

llamar al grupo o pedir música de fondo

¿Cuales son los cinco pilares de un matrimonio exitoso? Compañía, complemento, valoración mutua, prioridades correctas, transparencia.

Oraciones.

 

 

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