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David, exaltando el nombre de Dios

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David, exaltando el nombre de Dios.

Hoy estamos cerrando nuestra serie Aventuras de fe. Todo el mes hemos dicho que los propósitos de Dios para nosotros y para el mundo se van escribiendo en la historia en la medida que participamos con El en una aventura de fe. Cada uno de nosotros podemos aceptar o podemos rechazar la invitación; si le dices si, se detonan una serie de mecanismos y los propósitos de Dios empiezan a realizarse, si decimos que no, nos estancamos y Dios llama a otro en lugar nuestro.

Ya revisamos las aventuras de fe de Noé, de Abraham y de Moisés. El día de hoy analizaremos el caso de El rey David. Este mensaje se titula David, exaltando el nombre de Dios.

David es un joven israelita hijo de una familia  numerosa. Su padre, Isaí de Belén, tuvo ocho hijos de los cuales David era el menor.[1] Cuando David Salta a a escena pública, la Biblia lo define como un joven valiente, vigoroso, hombre de guerra, prudente en sus palabras, un músico que tocaba el arpa y lo mejor de todo que Dios estaba con el.[2]

David llegó a ser el segundo rey de Israel.[3] Es el rey mas famoso y mas amado que jamás haya tenido Israel.

Podríamos decir que Dios invitó a David a muchas aventuras de fe como: 1-Derrotar a un Gigante enemigo, 2- Dirigir al ejercito de Israel en innumerables batallas, 3- Dirigir a la nación en la continuidad de la monarquía, 4- Transportar a Jerusalén el arca del pacto para establecer la adoración correcta en la nación  etc.

Pero al parecer, todas estas situaciones fueron solo manifestaciones palpables de la verdadera aventura de fe en la que se embarcó David: Servir a su generación, poniendo en alto el nombre de Dios. Esa fue su aventura de fe.

¿Como podemos comprobar esta hipótesis? revisando varios fragmentos de la escritura. veamos:

Hechos 13:36 36 »Ciertamente David, después de servir a su propia generación conforme al propósito de Dios, murió, fue sepultado con sus antepasados,…”

El Apóstol Pablo dijo estas Palabras en la Sinagoga de una ciudad de Asia Menor llamada Antioquía de Pisidia. El Apóstol Pablo dijo que el propósito de Dios para David fue servir a su generación. Dijo que David murió después de haber servido a su generación conforme al propósito de Dios; dando a entender que el propósito de Dios para David fue ese: servir a su generación. Entonces todo lo que hizo David tenía un solo objetivo: servir a su generación.

Por otro lado, cuando uno revisa las motivaciones de David al hacer lo que hizo, uno descubre que el siempre tenía en mente poner en alto el nombre de Dios. Observemos:

Cuando enfrentó a Goliat, el dijo:

1 Samuel 17:46 46 Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel.

¿Cual era el objetivo de David al enfrentar a Goliat? Que toda la tierra supiera que había Dios en Israel.

En aquel tiempo, la victoria, la prosperidad y la perpetuidad de una nación se le atribuía al dios, o los dioses de dicha nacion. Una nación aplastada, derrotada o destruída, era una nación sin Dios que la protegiera, o con un dios inferior o débil.

David quería darle la victoria a su pueblo, porque de esa manera la fama y el renombre de Dios se iba a difundir. David estaba interpretando sus circunstancias de acuerdo a la Cosmo-visión y la cultura de su tiempo.

Por otro lado, en uno de sus salmos, el escribió:

Salmo 40:3 3 Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová.

David consideraba que lo que Dios hacía en él, todos lo debían saber. Este salmo inicia describiendo una situación bastante complicada en  su vida. Y en la medida que el salmo se desarrolla, esa situación se torna en un panorama mas favorable. Y de pronto, de estar en el pozo de la desesperación y el lodo cenagoso, ahora David está sobre la roca firme con pasos derechos, y un canto nuevo en su boca. Dios había hecho algo extraordinario en su vida.

David, consideraba que las personas podrían llegar a temer y  confiar en su Dios, al enterarse de las obras de Dios en su propia vida.

Cuando David tenía en mente construir un templo para Dios, en oración dijo:

2 Samuel 7:25-26 25 Ahora pues, Jehová Dios, confirma para siempre la palabra que has hablado sobre tu siervo y sobre su casa, y haz conforme a lo que has dicho. 26 Que sea engrandecido tu nombre para siempre, y se diga: Jehová de los ejércitos es Dios sobre Israel…”

David quería que el nombre de Dios fuera engrandecido para siempre y que se dijera: que el Señor era Dios sobre Israel.

Al parecer todo lo que David hacía tenía el objetivo de que Dios fuera conocido en su tiempo. Esa fue su manera de servir a su generación. David nos enseña con su vida que la mejor manera de servir a nuestra generación es exaltando el nombre de Dios.

En este tiempo se exaltan muchas cosas: se exaltan delincuentes, pecados, ideologías, argumentos, vanagloria. etc.

En medio de todas esas tinieblas el mejor servicio que tu y yo podemos prestarle a nuestra generación es exaltar el nombre de Dios en todo lo que hagamos.  Hagas lo que hagas, hazlo para exaltar el nombre de Dios en esta generación. Haz tu trabajo, levanta tu negocio, ejerce tu paternidad, realiza tu administración, vive tu proceder diario, hazlo  todo para exaltar a Dios.

Basándonos en David, ¿De que manera podemos exaltar el nombre de Dios y así servir a nuestra generación?

Derrotando a un enemigo de Dios.

Una cosa que hizo David fue derrotar a un enemigo de su pueblo: Goliat. David lo enfrentó, no fue indiferente, no le rehuyó, ni lo ignoró. Otros se escondieron e hicieron como que no escucharon nada. Pero David salió al frente y derrotó al gigante.

¿Como podemos trasladar esto a nuestros días? Identifiquemos algunos enemigos de Dios que pudiéramos derrotar. ¿Que gigantes hay que podríamos enfrentar y derrotar por amor a nuestro Dios? Hay muchísimos; por ejemplo: la escasez de la Biblia es un gigante que Juan Carlos y Manuela quieren vencer. Es un enemigo de Dios. Por ignorar la palabra de Dios muchas cosas malas están ocurriendo en el mundo. El tráfico Humano. Es un enemigo de Dios que Abel y Joelle quieren vencer. La falta de dignidad en el trato de los seres humanos nos está haciendo perder la sensibilidad y el valor por las personas hechas a la imagen de Dios. Esto provoca que los secuestran, los venden, los forzaba a trabajar como esclavos etc.

Pero hay mas enemigos de Dios en este tiempo. Lo que faltan son los David que los quieran enfrentar: El divorcio. La violencia intrafamiliar. El alcoholismo. La drogadicción. El analfabetismo.

Cuando tu y yo hacemos a un lado la indiferencia, y tomamos nuestra posición en el reino de Dios y con el deseo de exaltar el nombre de Dios enfrentamos a los enemigos de Dios, esto tiene un efecto doble: servimos a nuestra generación y exaltamos el nombre de Dios.

Basándonos en David, ¿De que manera podemos exaltar el nombre de Dios y así servir a nuestra generación?

Estableciendo adoración a Dios entre los suyos.

David no se conformó con traer estabilidad política a su reino. Una vez que la nación se estabilizó, el quizo traer el arca del pacto, que representa la presencia de Dios, a la capital del reino: Jerusalén. David ya había establecido a Jerusalén como la capital política de Israel, ahora que quería que Jerusalén fuera un centro de adoración a Dios. la Biblia dice:

2 Samuel 6:12-15 12 En cuanto le contaron al rey David que por causa del arca el Señor había bendecido a la familia de Obed Edom y toda su hacienda, David fue a la casa de Obed Edom y, en medio de gran algarabía, trasladó el arca de Dios a la Ciudad de David. 13 Apenas habían avanzado seis pasos los que llevaban el arca cuando David sacrificó un toro y un ternero engordado. 14 Vestido tan solo con un efod de lino, se puso a bailar ante el Señor con gran entusiasmo. 15 Así que entre vítores y al son de cuernos de carnero, David y todo el pueblo de Israel llevaban el arca del Señor.

El arca de Dios representaba la presencia de Dios; representaba a Dios mismo. David observó que una familia fue bendecida por hospedar a Dios en su casa. David pensó: ¿que pasaría si hospedamos a Dios en la capital del reino? El reino será bendecido. Y se decidió a trasladar el arca. David quizo traer la adoración a sus medios domésticos.

No estaba en su poder hacer que todos adoraran a Dios; pero si estaba en su poder traer adoración a Jerusalén; y lo hizo.

Tu y yo podemos servir a nuestra familia y a los nuestros trayendo adoración a nuestra casa, adoración a nuestra mesa; adoración a nuestro carro, a nuestra oficia, adoración a nuestra vida, adoración  a nuestro lenguaje. Adoración a nuestro estilo de vida.

No podemos obligar a nuestros hijos a adorar, pero si podemos ser un modelo de adoración para ellos. Que nos vean adorar, que vean que vivimos vidas que adoran.

Si vas a ser el único que escucha música cristiana en tu casa, se el único. Si vas a ser el único que no se va de antro, porque quieres alejarte de lo que no honra a Dios, se el único.  Si vas a ser el único que no dice groserías, se el único. No puedes obligar a los demás a adorar, pero si puedes ser un modelo de adoración a todos los que te observan.

Basándonos en David, ¿De que manera podemos exaltar el nombre de Dios y así servir a nuestra generación?

Reuniendo fondos para construir un templo para Dios.

Un día David quiso construir un lugar para Dios. Un lugar digno de Dios, de su majestad, de su gloria y de su grandeza. La Biblia dice:

2 Samuel 7:1-2 1 Una vez que el rey David se hubo establecido en su palacio, el Señor le dio descanso de todos los enemigos que lo rodeaban. Entonces el rey le dijo al profeta Natán:

Como puedes ver, yo habito en un palacio de cedro, mientras que el arca de Dios se encuentra bajo el toldo de una tienda de campaña.

David sabía, que el lugar donde está aquello que representa a Dios debe ser digno de Dios. Y el sentía que esa tienda de campaña no representaba la gloria, ni la majestad de Dios.

David pensaba: ¿Como puede ser mi casa mas digna que el lugar donde reposa aquello que representa a mi Dios? Y entonces decidió construir un templo para Dios. Se dispuso a lograrlo. Pero Dios no se lo permitió. La Biblia dice:

1 Crónicas 28:2-3 Puesto de pie, el rey David dijo: «Hermanos de mi pueblo, escúchenme. Yo tenía el propósito de construir un templo para que en él reposara el arca del pacto del Señor nuestro Dios y sirviera como estrado de sus pies. Ya tenía todo listo para construirlo cuando Dios me dijo: “Tú no me construirás ningún templo, porque eres hombre de guerra y has derramado sangre”.

David quería hacerlo, y reunió todo lo necesario: gestionó materiales con otros Países, hizo colectas entre sus amigos, entrego grandes cantidades de su riqueza personal.

David hizo esto aun sabiendo que el no llevaría a cabo este proyecto y que no llegaría a verlo realizado.  Porque el interés de David no era que su nombre quedara grabado en alguna pared del Templo, sino que el nombre de Dios fuera conocido.

El hijo de David, Salomón, quien construyó el templo siempre supo esto. el dijo lo siguiente:

1 Reyes 8:17-19 17 “… mi padre David tuvo mucho interés en construir un templo en honor del Señor, Dios de Israel, 18 pero el Señor le dijo: “Me agrada que te hayas interesado en construir un templo en mi honor. 19 Sin embargo, no serás tú quien me lo construya, sino un hijo de tus entrañas; él será quien construya el templo en mi honor”.

Esto me enseña que hay aventuras de fe en las que entraremos tu y yo, las cuales no alcanzaremos a ver su cumplimiento; pero nuestro interés debe ser que se haga, aunque nuestro nombre no quede grabado en las paredes.

Nosotros también queremos construir un templo para nuestro Dios. estamos reuniendo los fondos. No se si yo mismo lo veré realizado o alguno de mis hijos ministeriales, pero allí esta el sueño. Si tu también lo quisieras, podríamos lograrlo mas pronto y con mas facilidad.

Por ejemplo en otros lugares ha sucedido: en Torreón, en Calexico, en Mexicali, etc. Aquí también podemos pero no solo yo debo quererlo, tu debes quererlo también.

Basándonos en David, ¿De que manera podemos exaltar el nombre de Dios y así servir a nuestra generación? Derrotando un enemigo de Dios. Estableciendo adoración entre los nuestros, Reuniendo los fondos para construir un templo para Dios.

Conclusión.

David no fue un hombre perfecto pero fue un hombre conforme al corazón de Dios. Tuvo muchas fallas en su vida personal, matrimonial y familiar; pero Dios da testimonio de el diciendo que era conforme a su corazón. La Biblia testifica esto de el:

Hechos 13:22 22 “…les levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero.

¿Y como mide Dios que una persona es conforme a su corazón? Aquel que hace todo lo que Dios le manda hacer. David pudo haber sido buen padre, buen esposo, buen hombre y no hacer las cosas que tenía que hacer en el tiempo que las tenía que hacer. Muchos de nosotros quizá somos buenos padres, buenos esposos, buenos hombres, pero hay cosas que Dios está esperando que hagamos y no las hemos hecho.

Cuando Dios escogió a David, no lo escogió porque seria un esposo tierno o un padre cariñoso, Dios necesitaba un guerrero, que estuviera  dispuesto a sudar, dispuesto a luchar, dispuesto a morir. Dispuesto a enfrentar un gigante, dispuesto a traer el arca de Dios a Jerusalén, dispuesto  reunir los fondos para construirle un templo a Dios. Un hombre que estuviera dispuesto a obedecer las órdenes de Dios aunque le costara la vida. Eso fue David y por eso pasó a la historia. su aventura de fe fue: Servir a su generación, poniendo en alto el nombre de Dios.

Invitar al grupo.

¿Cual es la mejor manera de servir a nuestra generación? Pon en alto el nombre de Dios en todo lo que hagas. Esta puede ser una digna aventura de fe: Derrota un enemigo, trae adoración a tus medios, levanta los fondos para construir un templo para Dios.

Cantar.

Yo quiero ser un hombre conforme al corazón de Dios. Que Yo siempre este dispuesto a hacer lo que Dios me pida, aunque no todos me  entiendan, me celebren o me aplaudan.

[1] 1 Samuel 17:12-14

[2] 1 Samuel 16:18 y 23

[3] 2 Samuel 5:1-5

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