El sacerdocio del Hombre
El sacerdocio del Hombre.
La palabra de Dios nos enseña que en el principio, antes de que el pecado infectara el espíritu del hombre, la relación entre el hombre y Dios era directa y sin intermediarios. Dios había creado al hombre a su imagen y semejanza, Dios había soplado dentro de él aliento de vida, Dios suplía todas las necesidades del hombre, y Dios solía visitar al hombre paseándose en el jardín del Edén cuando el día empezaba a refrescar.
Cuando el hombre desobedeció a Dios se perdió esa conexión directa con Dios porque el pecado es una barrera entre el hombre y Dios. Ahora que había pecado de por medio, el ser humano se escondía de Dios.
Dios expulsó a Adán y Eva del jardín del Edén y allí se perdió por completo la comunión directa que habían gozado con El. A partir de ese momento, para acercarse a Dios, los seres humanos necesitaron sacrificios y sacerdotes. Los sacrificios eran para cubrir sus pecados, y los sacerdotes fungían como intermediarios entre el hombre y Dios.
Los hombres reconocían la autoridad espiritual de los sacerdotes y venían ante ellos para que presentaran sacrificios de expiación delante de Dios por sus pecados; y venían también para que los sacerdotes los bendijeran. Los sacerdotes funcionaban como una especie de consciencia moral para las personas.
La ocasión en la que Abraham trajo los diezmos a Melquisedec, antes de que Israel existiera como nación, nos ilustra bien la función sacerdotal. A pesar de que Abraham era un hombre cuya relación con Dios era palpable y tangible, al reconocer la autoridad espiritual y moral de Melquisedec rey de Salem, Abraham le dio los diezmos de todo. es decir, reconoció su sacerdocio. Veamos:
Génesis 14:17-20 17 Cuando volvía de la derrota de Quedorlaomer y de los reyes que con él estaban, salió el rey de Sodoma a recibirlo al valle de Save, que es el Valle del Rey. 18 Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; 19 y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la
tierra; 20 y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.
Después, cuando Israel llegó a existir como nación, Dios estableció el sacerdocio levítico para que continuaran con esta misma función mediadora, para que continuaran funcionando como esta autoridad moral y espiritual ante el pueblo; y para que le enseñaran al pueblo los mandamientos de Dios. Como lo podemos ver en:
2 Crónicas 17:8-9 8 ”…y con ellos a los sacerdotes Elisama y Joram. 9 Y enseñaron en Judá, teniendo consigo el libro de la ley de Jehová, y recorrieron todas las ciudades de Judá enseñando al pueblo.
Entre todos los sacerdotes y levitas había un sumo sacerdote que entraba en el lugar santísimo una vez al año e intercedía delante de Dios por su pueblo. Como nos lo muestra la carta a los Hebreos que dice:
Hebreos 8:3 3 Porque todo sumo sacerdote está constituido para presentar ofrendas y sacrificios;
Pero en el corazón de Dios siempre existió el deseo de que su pueblo fuera un reino de sacerdotes y de gente santa. Osea, no un grupo selecto sino toda la nación. veamos:
Exodo 19:6 6 Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.
Es decir, Dios quería que en su pueblo, todos tuvieran acceso a el. Que no hubiera intermediarios sino que la relación volviera a ser como al principio: una relación directa, una relación íntima y estrecha donde hubiera comunión constante y cercana entre el hombre y Dios; y así vez, su pueblo se convirtiera en ese reino de sacerdotes para el mundo. En Israel, este deseo no se concretó.
Este deseo solo se pudo concretar a través de Cristo, quien de una vez por todas pagó el precio de nuestros pecados y consiguió con ello el perdón de todos nuestros pecados para ti, para mi y para todo el mundo. Como lo dice el Apóstol Juan:
1 Juan 2:2 2 Él es el sacrificio por el perdón de nuestros pecados, y no solo por los nuestros, sino por los de todo el mundo.
Cristo quitó de en medio el obstáculo que nos impedía acercarnos a Dios directamente y se convirtió en nuestro mediador y sumo sacerdote. Como nos lo enseñó el Apóstol Pablo
1 Timoteo 2:5 5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,
Debido a la obra de Cristo, ahora los hijos de Dios podemos llegar a la presencia de Dios con confianza y libertad, y a la vez, nos convertimos en ese reino de sacerdotes y de gente santa que Dios siempre deseó tener. Nosotros como pueblo de Dios somos un real sacerdocio. Como nos lo enseña el Apóstol Pedro cuando dijo:
1 Pedro 2:9 9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
Cada creyente ahora, es un sacerdote delante de Dios y delante de este mundo. Nos toca a nosotros ahora cumplir con una función sacerdotal delante del mundo que nos rodea, pero principalmente nos toca cumplir con una función sacerdotal delante de nuestra familia.
Por principio de autoridad, nos corresponde a nosotros los hombres vivir en integridad para ser esa figura de autoridad moral y espiritual dentro de nuestra casa, nos corresponde presentar oraciones e interceder en favor de nuestra familia, de nuestra esposa y de nuestros hijos, todos los días. Nos corresponde enseñarles a nuestros hijos los mandamientos de Dios para que ellos caminen en temor de Dios donde quiera que estén.
Los hombres somos la figura de autoridad moral y espiritual dentro de nuestro hogar, como bien lo dijo el Apóstol Pablo cuando escribió:
1 Corintios 11:13 3 Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.
En otra ocasión también dijo el Apóstol Pablo:
Efesios 5:22-24 22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; 23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
Todo esto nos enseña que debido al principio de autoridad, Dios nos ha constituido a los hombres como autoridad moral y espiritual dentro de nuestra familia.
Esta enseñanza no busca fomentar el machismo, busca fomentar la responsabilidad espiritual del varón dentro del hogar. El hombre debe asumir su rol de cabeza dentro del hogar. Y por cabeza, no hablamos de mandar, imponer y aplastar mediante gritos, manipulación o insultos. Hablamos mas bien, de ser responsables delante de Dios viviendo una vida que le agrade. Hablamos de desempeñar el rol de sacerdote y líder espiritual dentro de nuestro hogar.
Hombre, ¡tu y yo somos llamados por Dios a ejercer un sacerdocio dentro de nuestra familia!. Nuestro sacerdocio no sucede solo por llegar a casa después del trabajo y dormir allí. El sacerdocio es algo que se ejerce de manera intencional. Pero no podemos ejercer nuestro sacerdocio si no lo comprendemos. De todo esto aprendo que:
El hombre que comprende su función sacerdotal dentro de la familia, la ejerce cabalmente.
Insisto, el sacerdocio dentro del hogar se debe ejercer. No sirve de mucho reconocer la posición que Dios nos ha dado si no la ejercemos. Debemos comprender nuestra posición como sacerdotes y debemos ser intencionales en ejercer esa función.
¿Cual es la función sacerdotal del hombre dentro de su familia?
Ser una figura de autoridad espiritual.
Ser el sacerdote de la casa implica ser una autoridad espiritual. Eso nos demanda vivir con integridad y con devoción a Dios. Solo así podremos inspirar a nuestra familia con el ejemplo.
Hay una etapa en la vida de nuestros hijos en la que somos sus héroes, pero luego crecen y empiezan a observar nuestra conducta y nuestro estilo de vida con mas detenimiento. Ellos van a observar si cumplimos nuestras promesas, si decimos la verdad, si somos íntegros. Ellos van a observar también qué lugar tiene Dios en nuestras vidas. Ellos va a
analizar y a poner a prueba nuestros principios y valores para decidir si también serán los de ellos. Al observarnos, nuestra autoridad espiritual será reafirmada, o puesta en duda.
Volviendo al sacerdocio de Melquisedec, nosotros observamos que Abraham acudió voluntariamente a el, para reconocer su autoridad espiritual, para darle sus diezmos y para recibir su bendición.
Melquisedec no ejerció ningún tipo de presión sobre Abraham, mas bien Abraham reconoció su autoridad espiritual y vino delante de El. Como dice el Autor de los hebreos:
Hebreos 7:1-4 1 Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo, 2 a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz; 3 sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre. 4 Considerad, pues, cuán grande era éste, a quien aun Abraham el patriarca dio diezmos del botín.
¿Porque vino Abraham ante este hombre? Por la grandeza espiritual que había en el. Porque Abraham tenía testimonio en su corazón de la autoridad espiritual de Melquisedec. No porque Melquisedec ejerció presión sobre Abraham. Hombre, no ejerzas presión sobre tus hijos, deja que ellos reconozcan tu autoridad espiritual y vengan a ti.
¿Porque vendrían nuestros hijos ante nosotros, si nuestra vida espiritual no los desafía, ni los inspira? ¿Porque vendrían nuestros hijos ante nosotros, si ellos han observado con el paso de los años que nuestra palabra no tiene valor, que no cumplimos nuestras promesas, que vivimos vidas dobles, que somos faltos de integridad o que nos hemos estancado en nuestro crecimiento? Ser autoridad espiritual demanda vivir una vida íntegra y en constante crecimiento en todo los sentidos principalmente el espiritual.
Ser autoridad espiritual también demanda corregir a su tiempo las conductas incorrectas de nuestros hijos y no quedarnos callados al observar mientras crecen, que hay áreas que deben corregir.
Hay un caso en la Biblia, en el cual un sacerdote de Israel perdió su sacerdocio. Y lo perdió no porque lo haya ejercido mal ante el pueblo, sino porque lo ejerció mal ante su familia. El error de Elí fue ir tolerando las malas conductas de sus hijos a lo largo de los años. Cuando ellos crecieron, fue muy difícil reconvenirlos. Ser autoridad espiritual es vivir en integridad y ejercer autoridad sobre nuestros hijos corrigiéndolos mientras ellos crecen. veamos.
1 Samuel 2:22-25 22 Pero Elí era muy viejo; y oía de todo lo que sus hijos hacían con todo Israel, y cómo dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión. 23 Y les dijo: ¿Por qué hacéis cosas semejantes? Porque yo oigo de todo este pueblo vuestros malos procederes. 24 No, hijos míos, porque no es buena fama la que yo oigo; pues hacéis pecar al pueblo de Jehová. 25 Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces le juzgarán; mas si alguno pecare contra Jehová, ¿quién rogará por él? Pero ellos no oyeron la voz de su padre, porque Jehová había resuelto hacerlos morir.
Esto jóvenes no se empezaron a portar mal cuando Leí envejeció, ellos se portaron mal a lo largo de toda su vida; y Elí lo sabía, pero no los reprendió cuando debió hacerlo. Y después, cuando quizo reconvenirlos, la arrogancia y la soberbia eran demasiado grandes. Estas fueron las palabras de Dios a Samuel respecto del Error de Elí:
1 Samuel 3:11-13 11 —Mira—le dijo el Señor—, estoy por hacer en Israel algo que a todo el que lo oiga le quedará retumbando en los oídos. 12 Ese día llevaré a cabo todo lo que he anunciado, de principio a fin, en contra de Elí y su familia. 13 Ya le dije que por la maldad de sus hijos he condenado a su familia para siempre; él sabía que estaban blasfemando contra Dios y, sin embargo, no los refrenó.
¿Como podemos ser una figura de autoridad espiritual en nuestro hogar? Viviendo en Integridad y corrigiendo a nuestros hijos mientras crecen. Llegará el momento en el que ya no podremos reconvenirlos por la fuerza, tendrá que ser únicamente por inspiración.
¿Cual es la función sacerdotal del hombre dentro de su familia?
Ser un maestro de la palabra de Dios.
Los sacerdotes fungían como maestros de la palabra de Dios entre su pueblo. Cuando los profetas predicaban a Israel, ellos los instaban a volver a la palabra que los sacerdotes enseñaban. El profeta ejercía una función correctiva, llamando a Israel a volver a Dios cuando se había alejado, pero el sacerdote fungía una función preventiva, para que Israel no se alejara de Dios. ¿Y como lo hacía? Enseñando la palabra de Dios. veamos este fragmento de la escritura:
2 Crónicas 17:8-9 8 ”…y con ellos a los sacerdotes Elisama y Joram. 9 Y enseñaron en Judá, teniendo consigo el libro de la ley de Jehová, y recorrieron todas las ciudades de Judá enseñando al pueblo.
Enseñar la palabra de Dios a nuestra familia demanda conocer la palabra de Dios para responder con certeza las preguntas de nuestra hijos. Para dar dirección precisa respecto de cuál es la voluntad de Dios, y respecto de que es lo que enseña la palabra de Dios.
Para conocer la palabra debemos leerla, debemos meditarla, pero también debemos estudiarla a consciencia.
Esto me hace recordar lo que la Biblia dice de Esdras. El era un sacerdote que vivió cuando los Judíos volvieron a su tierra después del cautiverio Babilónico. Mira lo que se dice de Esdras:
Esdras 7:10 10 Esdras se había dedicado por completo a estudiar la ley del Señor, a ponerla en práctica y a enseñar sus preceptos y normas a los israelitas.
Ese es el tipo de relación que debemos tener con la palabra de Dios si queremos desempeñar bien nuestro papel sacerdotal: Estudiarla, ponerla en práctica y enseñarla. De esa manera podremos instruir en la palabra de Dios a nuestros hijos mientras crecen.
Es sencillo hacer esto cuando nuestros hijos son pequeños. Si tienes hijos pequeños, acostúmbralos a que antes de dormir les leas un fragmento de la escritura. Tenemos que encontrar maneras creativas para enseñar la palabra a nuestros hijos pequeños.
No tengamos miedo a que nos hagan preguntas. NO tengamos miedo a reconocer que algunas cosas no sabemos. Si algo no sabemos,
digámosles que lo vamos a investigar e investiguémoslo y luego respondámosles.
La conexión mas grande y mas íntima que vamos a desarrollar con nuestros hijos mientras crecen va a suceder en el tiempo que pasamos con ellos leyéndoles la palabra de Dios y orando por ellos desde pequeños. de rodillas junto a su cama transmíteles la visión que Dios tiene para ellos.
¿Cual es la función sacerdotal del hombre dentro de su familia?
Ser un Intercesor delante de Dios.
Ser sacerdote de nuestra familia implica interceder por ellos. Orar por ellos de manera intencional. Que nuestros hijos estén acostumbrados a escuchar y sentir nuestras oraciones. Debemos vivir con ellos la práctica de decirles:
-hijo ven, quiero orar por ti.
Eso debe ser normal para ellos. Ellos deben saber como se siente tener nuestra mano sobre ellos en oración. Ellos deben saber como se siente estar de rodillas junto a nosotros. Ellos deben saber como se escucha nuestra voz al orar. Ellos deben saber que nosotros oramos y y ellos deben vernos orar. Si le preguntaran a tu hijo: ¿A que oras ora tu papa? ¿Que responderían? ¿Saben ellos que tu y yo oramos? ¿Saben ellos que es lo que le pedimos a Dios por ellos?
Ser un intercesor por nuestra familia demanda disciplina en la oración y la búsqueda de Dios. Puede ser que llegue el momento en que lo único que podamos hacer por nuestros hijos sea orar por ellos. Cuando han crecido, cuando se han ido de casa, cuando han tomado sus propias desiciones, cuando están escribiendo su propia historia, o ya han forjado sus propios destinos, lo único que nos queda hacer por ellos es orar. Tal como lo hacía Job. Mira como lo cuenta la escritura:
Job 1:5 5 Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días.
Ese: “quizá habrán pecado mis hijos” Seguramente era un: “de seguro mis hijos pecaron anoche en esa fiesta.” Job conocía a sus hijos. Job sabía perfectamente cual era su conducta, eso hacía que ejerciera su sacerdocio como intercesor delante de Dios en favor de ellos.
Tu y yo conocemos a nuestros hijos. Quizá ya están en una etapa en la que no nos escuchan, quizá han crecido y se han ido. ¿Como puedes ejercer tu sacerdocio? Intercediendo por ellos. Quizá tu llegaste a Cristo cuando tus hijos ya eran grandes y no alcanzaste a acercarlos al camino de Dios ¿Como puedes ejercer tu sacerdocio? Intercediendo por ellos. ¿Como puedes ejercer tu sacerdocio cuando tus hijos han crecido? intercediendo por ellos.
La oración nos permite ejercer nuestro sacerdocio a distancia; y la oración tiene poder.
Si el único recurso sacerdotal que te queda para bendecir tu familia es el de la oración, usa la oración todos los días de manera intencional tal como Job lo hacía.
¿Cual es la función sacerdotal del hombre dentro de su familia?
Ser una Figura de autoridad espiritual, ser un maestro de la palabra de Dios y ser un intercesor.
Hombre, el sacerdocio espiritual que ejercemos sobre nuestra familia es crucial. No nos podemos permitir dejar de ejercer ese sacerdocio, hoy menos que nunca debemos bajar la guardia, cuando los tiempos están como están. Hombre, no abandones tu sacerdocio.
¿En que etapa de la vida están tus hijos? ¿Son pequeños aún? ¿Ya han crecido? ¿Que puede hacer para ejercer tu sacerdocio hoy? ¿Como puedes ejercer tu sacerdocio sin importar la etapa de tus hijos?
1-Puedes ser un hombre de autoridad moral y espiritual
2-Puedes Puedes ser intencional en orar por ellos a distancia o presencialmente diciéndoles: hijo ven, quiero orar por ti.
3- Puedes prepararte en la palabra para que seas capaz de responder sus preguntas desde una perspectiva bíblica.