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El trato de Dios

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El trato de Dios.
Hoy quiero abordar con ustedes la ocasión en la que Jesús lavó los pies

de los discípulos. Vamos a leer lo que ocurrió esa noche:

Juan 13:1-9 1Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora para pasar de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin. 2 Durante la cena, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas hijo de Simón Iscariote que le entregase, 3 y sabiendo Jesús que el Padre había puesto todas las cosas en sus manos y que él había salido de Dios y a Dios iba, 4 se levantó de la cena; se quitó el manto, y tomando una toalla, se ciñó con ella. 5 Luego echó agua en una vasija y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secarlos con la toalla con que estaba ceñido. 6 Entonces llegó a Simón Pedro, y éste le dijo: —Señor, ¿tú me lavas los pies a mí? 7 Respondió Jesús y le dijo: —Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás después. 8 Pedro le dijo: — ¡Jamás me lavarás los pies! Jesús le respondió: —Si no te lavo, no tienes parte conmigo. 9 Le dijo Simón Pedro: —Señor, entonces, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza.1

El mensaje central de este pasaje es la importancia del servicio. Jesús siendo el líder, sirve a sus discípulos dándoles una fran lección de humildad y servicio.

Todo sucedió en el contexto de la ultima cena. Era una ocasión muy especial, era una ocasión única e irrepetible, era la última cena con ellos.

Jesús deseaba dejar grandes lecciones grabadas en el corazón de sus discípulos aquella noche. Quería enseñarles a servirse unos a otros y el mismo, se humilló para servirlos.

Jesús había pasado tres años y medio con los discípulos. En ese caminar con él, ellos experimentaron ciertas situaciones, escucharon ciertas enseñanzas y vivieron ciertas experiencias que los cambiaron para siempre y los prepararon para transformar el mundo.

1Santa Biblia : Reina-Valera Actualizad. (1989). (electronic ed. of the 1989 edition, Jn 13:1–9). El Paso: Baptist Spanish Publishing House.

Al leer los evangelios debemos tener presente que Jesús vino para morir por nuestros pecados, vino para mostrar al mundo el amor del Padre Celestial, pero también vino para formar un equipo con el cual transformar al mundo con el mensaje del evangelio. Fueron tres años y medio de preparación y experiencias.

Aunque el mensaje central del pasaje es el servicio, también podemos aprender mucho acerca de cómo Dios trata con nosotros.

Dios trata con nosotros para prepararnos para cumplir el propósito que tiene para cada nosotros en este mundo. El trato de Dios es para prepararnos.

Cada vez que pases por un proceso doloroso recuerda que el objetivo no es solo quebrantarte, sino prepararte para cumplir los propósitos de Dios en este mundo. No te preguntes: ¿Por qué te pasó esto? ¿Sino para que? ¿Como puede usar Dios todo esto que me ha acontecido para que se cumplan sus propósitos en este mundo?

Si pasamos la vida quebrantados, pero nunca mejoramos ni avanzamos, ni crecemos en la fe, ni nos volvemos mas semejantes a Cristo, ni estamos mejor preparados para cumplir sus propósitos en este mundo, todo ese trato se vuelve inútil. Y Dios tiene que repetir el proceso.

Dios trata con nosotros a través de las experiencias de la vida. NO todo lo que vivimos es provocado por Dios; por ejemplo: el no hizo que te divorciaras, el no hizo que tuvieras el accidente, el no te endeudó. Pero el si aprovecha todo lo que vivimos para tratar con nosotros y hacernos crecer, madurar, ser mas semejantes a el y estar mas preparados para cumplir sus propósitos en este mundo.

Hay una verdad central que quiero dejar en sus corazones el día de hoy:

El trato de Dios es un proceso de formación que nos prepara para cumplir sus propósitos.

¿Que características tiene el trato de Dios?

Es un trato de amor.
Jamás debemos olvidar que Dios trata con nosotros porque nos ama. Dios aprovecha las circunstancias que vivimos para sacarles provecho

para nuestro bien, y de acuerdo sus propósitos para nosotros porque nos ama.

Después de las experiencias que vivimos aprendemos grandes lecciones y descubrimos aspectos que antes eran desconocidos. Repito, Dios trata con nosotros porque nos ama.

En este fragmento, por ejemplo, podemos notar que todo lo que ocurrió esa noche, sucedió dentro de un marco de amor. Mira los que dice Juan:

Juan 13:1“…Sabiendo Jesús que había llegado su hora para pasar de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.

Todo lo que ocurrió esa noche en el aposento alto, todo lo que se hizo, todo lo que se dijo, todas las experiencias y todas las reprensiones estuvieron dentro del marco del amor que Jesús tenía para sus discípulos. Por eso decimos que Dios trata con nosotros porque nos ama.

Y dice, que el amor de Dios por nosotros es hasta el fin. Eso significa que si aun no ha llegado tu fin, no importa que hayas hecho, no importa donde hayas estado, no importa cuanto te hayas alejado, Dios te sigue amando. Y precisamente porque te ama, trata contigo y te pasa por un proceso que a veces es dulce, y a veces es amargo y doloroso. Es como cuando a tu hijo lo pasas por un tratamiento médico, le suministras una dosis controlada de dolor porque lo amas. Amor no significa sin dolor. repito, Amor no significa sin dolor.

El proceso mediante el cual Dios trata con nosotros puede cambiar, a veces es dulce, y a veces es amargo y doloroso; pero lo que nunca cambia es el amor que Dios nos tiene.

Dios te ama como estas, pero porque te ama, no te puede dejar así.

Dios trata con nosotros y nos pasa por un proceso para limpiarnos, y transformarnos porque nos ama. Te da lo que te da por amor; y te niega lo que te niega, también por amor.

No todo lo que nos ocurre es provocado por Dios, pero Dios aprovecha todo lo que nos ocurre para tratar con nosotros. El siempre hace que todo obre para bien en base a sus propósitos para nuestra vida.

¿Que características tiene el trato de Dios?

Es un trato particular.
Cada ser humano es único, por esa razón necesita un trato único de parte de Dios. Así como Dios quiere tener una relación personal y única con nosotros; así también su trato con nosotros es personal y único.

Dios no nos trata “a todos parejos,” ni a todos por igual. Porque no todos somos iguales. Dios trata con cada uno según sus propósitos y según cada uno necesita ser tratado. En este pasaje podemos observar eso. Jesús lavó los pies de cada uno en particular; pero el trato de Jesús para con Pedro, fue muy distinto al trato que tuvo con los otros discípulos. veamos:

Juan 13:5-6 5 Luego echó agua en una vasija y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secarlos con la toalla con que estaba ceñido 6 Entonces llegó a Simón Pedro, y éste le dijo: —Señor, ¿tú me lavas los pies a mí?

Eso no pasó con ningún otro, solo con el. ¿Porque con el? Porque era el. Porque el fue el único que respingó. Porque así era el, medio arrebatado, medio adelantado, medio aventado, medio impulsivo. Por eso Jesús trató con el de manera única, porque Pedro era único entre los demás.

Así que cuando digas la frase célebre de: ¿Porque a mi? Respóndete: Porque soy yo. Porque así soy yo. Porque esto es lo que necesito yo. Porque soy único. Y porque lo que Dios quiere hacer conmigo es único y debo estar preparado para eso que en el futuro Dios tiene preparado para mi.

Jesús trató con Pedro el servicio, porque en pocos días, Pedro tendría mucha influencia, mucha responsabilidad y mucho poder con la iglesia naciente; y el debería tener muy clara la relación entre el servicio y la autoridad. Tal como Jesús que eres su autoridad y le estaba sirviendo.

De igual forma, Dios quiere tratar contigo y conmigo de manera especial y particular. Porque en el futuro tendremos que estar preparados para algo que Dios quiere hacer con nosotros.

El trato de Dios es particular, porque cada uno de nosotros somos particulares; y porque cada uno de nosotros se encuentra en un momento

muy particular en el caminar con Jesús y en la vida. Y porque cada uno está viviendo circunstancias particulares y tenemos una historia muy particular. Precisamente por eso, los planes de Dios para con nosotros son particulares.

Hacemos mal cuando nos comparamos con otros. Cuando queremos que Dios haga con nosotros lo que hace con otros. Cuando queremos que nos sucedan las cosas como le suceden a otros.

Hacemos mal porque nosotros somos nosotros, tenemos nuestra propia historia, nuestra propia vida, nuestra propia experiencia. Tenemos nuestro propio propósito y por eso Dios nos pasa por nuestro propio proceso.

Dios tiene un trato único para ti, porque tu eres único. ¿Que características tiene el trato de Dios?

Es un trato incomprensible.
Cuando Dios está tratando con nosotros, generalmente no comprendemos lo que está haciendo, ni porqué lo está haciendo, ni que cosas buenas va a dejarnos lo que está haciendo. Por eso digo que el trato de Dios es incomprensible.

Déjenme les explico un poco mas: Todos tenemos una forma muy única y personal de pensar, de proceder y de concebir las cosas. A eso, se le llama cosmovisión. Esa cosmovisión está compuesta por paradigmas. Los paradigmas son ideas muy arraigadas en nosotros.

Cuando algo choca o quebranta esa idea muy arraigada se puede provocar un cambio de paradigma. Cuando empiezan a cambiar tus paradigmas, empieza a cambiar tu cosmovisión.

Por ejemplo: en México hay pueblos donde se piensa que la mujer no debe estudiar, o trabajar, o manejar un vehículo etc. Es un paradigma, es una idea arraigada que genera una cosmovisión. La vida se ve de una forma muy distinta en esos pueblos en comparación con las ciudades grandes. Pero de repente, alguien se viene de aquellos pueblos para acá y se encuentran con que acá todo es distinto, las mujeres si trabajan, si estudian, si se preparan, si buscan superarse etc. Allí se empiezan a romper paradigmas, y empieza a cambiar la manera de ver la vida.

Empieza a cambiar su cosmovisión. Y cuando vuelve a su pueblo, todo lo ve de una forma distinta a los de allá; y hasta le puede costar trabajo adaptarse nuevamente.

Esos cambios de paradigma a veces son suaves, o a veces son abruptos, a veces son violentos, a veces son dolorosos.

No siempre estamos abiertos a un cambio de paradigmas, generalmente somos resistentes al cambio, nos gusta lo que conocemos, porque ya sabemos como manejarlo. Nos da miedo lo nuevo, lo desconocido.

Pedro tenía sus propios paradigmas sobre la autoridad y sobre el liderazgo.

Pedro no podía concebir que el mayor sirviera al menor. Pedro no podía concebir que el maestro se humillara tomando la forma de un siervo.

En aquellos tiempos, la humildad no era una virtud, como lo es hoy. La humildad era una vergüenza. Esa era la cosmovisión en aquel tiempo: los líderes debían imponerse por su fuerza, su valentía, si inteligencia.

Jesús esa noche estaba rompiendo un paradigma en Pedro. A Pedro le estaba costando mucho trabajo comprender lo que estaba pasando. El no podía concebir que Jesús lavara sus pies. Eso lo estaba conflictuando. Veamos:

Juan 13:7 7 Respondió Jesús y le dijo: —Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás después.

Para Jesús era importante construir otra cosmovisión en Pedro porque en poco tiempo sería un líder de gran influencia. El trato de Dios al momento es incomprensible. E incomprensible puede significar incómodo, o desagradable.

Cuando Dios trata con nosotros, generalmente no comprendemos qué está haciendo y porqué lo está haciendo. Porque nuestra cosmovisión no nos permite ver las cosas desde la perspectiva de Dios.

Y la razón es que Dios trata con nosotros rompiendo nuestros paradigmas. Por eso, cuando Dios trata con nosotros lo mejor que podemos hacer es confiar en el. Porque generalmente no podremos comprender de inmediato lo que Dios tiene en mente.

¿Que es lo mejor que puedes hacer? Concíbete como un pasajero en este viaje de la vida. Alguien mas va conduciendo el kayac en los rápidos, tu solo confía en la pericia del maestro.

Lo que estás viviendo no lo comprendes ahora, porque Dios está rompiendo tus paradigmas y está cambiando tu cosmovisión pero lo entenderás después, cuando hayas crecido y madurado; cuando tu cosmovisión haya cambiado.

¿Que características tiene el trato de Dios?

Es un trato necesario.
Cuando Dios trata con nosotros para cambiar nuestros paradigmas, nuestra primer reacción es rechazarlo, tal como Pedro lo hizo. Mira lo que contestó Pedro:

Juan 13:8 8 Pedro le dijo: —¡Jamás me lavarás los pies! Jesús le respondió: —Si no te lavo, no tienes parte conmigo.

Cuando Dios trata con nosotros, hay momentos donde queremos evitar ese proceso porque nos resulta desagradable, doloroso o incomprensible. No nos gusta lo desconocido, no nos gustan los cambios, no nos gustan las incomodidades, no nos gusta cuando nos rompen los paradigmas y la primera opción es rechazar el trato de Dios.

Pero rechazar el trato de Dios es rechazar a los planes de Dios. NO podemos alcanzar los propósitos de Dios, si no pasamos primero por el trato de Dios. Abortar el trato de Dios es abortar sus planes para nuestra vida.

Esa noche, que Jesús lavó los pies de los discípulos Dios tenía que tratar con ellos, Dios quería tratar con ellos. Dios quería prepararlos para trasformar el mundo. Dios tenía que formar en ellos una mentalidad diferente, respecto del servicio, respecto del liderazgo, respecto de la autoridad. Ellos jamás hubieran estado listos para transformar al mundo si Jesús no hubiera tratado con ellos primero.

El trato de Jesús es un trato necesario desde la perspectiva de la preparación para cumplir con sus propósitos, y desde la perspectiva de ser, lo que Dios ha pensado que tu y yo podemos llegar a ser.

llamar al grupo de alabanza.

No todo lo que estás viviendo el día de hoy fue provocado por Dios. Pero todo lo que estas viviendo el día de hoy, Dios lo está aprovechando para tratar contigo: para quebrantarte, para fortalecer tu fe, para moldear tu carácter, para enseñarte cosas nuevas. Porque el objetivo no es solo pasarte por un proceso doloroso, sino prepararte para cumplir sus propósitos.

El lo hace porque te ama, El lo hace de manera particular, puede ser que no lo comprendas tu, o que los demás no comprendan lo que estás viviendo. Pero es necesario. Y si abortas su trato, abortas sus planes para tu vida.

Cantar.

1- Quizá alguien hoy esta pasando por un proceso difícil. Te cuesta creer que Dios esté en medio de todo este desastre. ¿Que debes recordar? Que Dios te ama, y que el sabe lo que hace, Y que lo que mas te conviene es confiar en el, en lugar de renegar contra el.

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