Enfrentando la decepción en el matrimonio
Enfrentando la decepción en el matrimonio
Una de las principales causas de problemas en el matrimonio es la decepción; cuando las expectativas que tenías de tu relación matrimonial no coinciden para nada con la realidad que estás viviendo.
Esa decepción causa frustración, desánimo, depresión, irritabilidad y todo esto desata muchas otras situaciones que se vuelven muy difíciles de manejar. Y en muchos casos esto desemboca en ruptura matrimonial.
Repito: la decepción viene cuando tus expectativas, no coinciden con tu realidad.
Esto ocurre cuando nos casamos con un ideal en lugar de casarnos con una persona. Nos casamos con una idea de como deberían ser las cosas, y nos frustra que las cosas no sean así; y arremetemos contra la persona que tenemos a un lado. Olvidamos que a quien tenemos a un lado es una persona de carne y hueso, en proceso de aprendizaje, en proceso de formación y de perfeccionamiento igual que nosotros.
No es malo tener un ideal; es bueno. Pero el ideal debe ser una brújula para navegar por el océano de la vida matrimonial, no una vara de medir para descalificar a tu compañero.
En la Biblia hay un caso de profunda decepción matrimonial. Me refiero al Matrimonio de David y Mical. veamos:
2 Samuel 6:16, 20-23 16 Sucedió que, al entrar el arca del Señor a la Ciudad de David, Mical hija de Saúl se asomó a la ventana; y cuando vio que el rey David estaba saltando y bailando delante del Señor, sintió por él un profundo desprecio… 20 Cuando David volvió para bendecir a su familia, Mical, la hija de Saúl, le salió al encuentro y le reprochó: — ¡Qué distinguido se ha visto hoy el rey de Israel, desnudándose como un cualquiera en presencia de las esclavas de sus oficiales! 21 David le respondió: —Lo hice en presencia del Señor, quien en vez de escoger a tu padre o a cualquier otro de su familia, me escogió a mí y me hizo gobernante de Israel, que es el pueblo del Señor. De modo que seguiré bailando en presencia del Señor, 22 y me rebajaré más todavía, hasta humillarme completamente. Sin embargo, esas mismas esclavas de
quienes hablas me rendirán honores. 23 Y Mical hija de Saúl murió sin haber tenido hijos.
Este pasaje se trata de un conflicto matrimonial. En este momento de la historia, David era un hombre exitoso y muy poderoso. Pero en su matrimonio había problemas serios, su esposa no era feliz con el, a pesar de su éxito.
Esto nos enseña que ser individuos exitosos no garantiza un matrimonio feliz.
¿Por qué Mical no era feliz con David? Porque estaba decepcionada de el. Mical estuvo muy enamorada de David antes de casarse, pero al iniciar su vida matrimonial todo se volvió complicado para ellos. Cuando Mical conoció a David, se enamoró del Guerrero que mató a Goliat. En aquel tiempo David era así, mira la descripción del cortesano:
1 Samuel 16:18 18 Uno de los cortesanos sugirió:
—Conozco a un muchacho que sabe tocar el arpa. Es valiente, hábil guerrero, sabe expresarse y es de buena presencia. Además, el Señor está con él.
Imagínate todas estas características y además David se volvió un héroe Nacional al matar a Goliat. Y Mical se enamoró de David. así lo dice la Biblia:
1 Samuel 18:20 20 Mical, la otra hija de Saúl, se enamoró de David. Cuando se lo dijeron a Saúl, le agradó la noticia
David y Mical se casaron. Pero su vida matrimonial no fue para nada lo que ella se imaginó. Un día David huyó porque Saúl quería matarlo y abandonó a Mical en lugar de llevársela con el. Además, mientras David estuvo fuera de casa, no fue fiel a Mical, tuvo otras mujeres. Y por último, mientras David andaba de fugitivo, Mical conoció y se casó con un hombre que si la amaba pero cuando David volvió se la quitó a la fuerza a ese hombre.
Al principio, Mical se había enamorado de David porque era famoso y porque sabía que David amaba a Dios. Mical pensaba que casarse con David era lo mejor que le podía pasar. Pero oh sorpresa. La realidad era muy distinta a sus expectativas. Y el ideal con el que se casó era muy
distinto al hombre con que se casó. La decepción de Mical no fue sin causa.
El matrimonio de David tenía conflictos muy serios que afectaron terriblemente su intimidad como pareja al grado que la Biblia dice:
2 Samuel 6:23 23 Y Mical hija de Saúl murió sin haber tenido hijos.
No dice que Mical era estéril, dice que murió sin haber tenido hijos. ¿Porque no tuvo hijos? Porque Mical y David no tuvieron intimidad matrimonial.
De todo esto aprendemos que El mal manejo de la decepción en el matrimonio destruye la relación matrimonial.
Todos vamos a enfrenar cierto grado de decepción matrimonial. Porque todos nos casamos teniendo ciertas expectativas que no se cumplen del todo. A veces esperas que tu esposa sea contigo como era tu mamá. Y no, no es como tu mamá. A veces esperas que tu esposo te trate como un princesa, y no, no te trata como un princesa. A veces esperas que… ¿Que esperas? Y resulta que eso que esperas no sucede, no llega. Experimentas cierto grado de decepción matrimonial. Pero, El problema no es la decepción matrimonial, el problema es el mal manejo de ella.
¿Como podríamos manejar bien la decepción matrimonial?
Tomar la decisión de amar a la persona.
Estamos casados con una persona no con una idea. Esa persona actúa de cierta forma, reacciona de cierta forma, piensa y decide de cierta forma. El ideal no existe en la realidad, solo existe en tu mente. Y en tu mente ese ideal es perfecto. Pero como la vida no es perfecta, ese ideal no cabe dentro de la realidad. Lo que tienes a un lado no es un ideal, es una persona de carne y hueso, que se cansa, que ronca, que engorda, que se queda dormido, que se enferma etc.
Si queremos manejar bien la decepción, debemos dejar de amar al ideal, y empieza a amar a la persona tal como es.
Un error común es pensar que el amor es un sentimiento o una emoción. Es un error porque la emoción será un resultado de la decisión de amar.
El enamoramiento es inicial y pasajero; pero el amor verdadero es permanente.
El amor verdadero es una decisión que se toma todos los días basándonos en la ayuda de Dios. El amor verdadero no surge de la perfección del otro; mas bien se decide amar a pesar de las imperfecciones del otro.
Dios, por ejemplo, decidió amarnos a aún sabiendo que quizá le rechazaríamos. Y aún que le rechazamos el continúa amándonos. Su amor por nosotros no se basa en que nosotros reaccionemos favorablemente a su amor. Su amor por nosotros es una decisión suya.
Romanos 5:8 8 Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.
Esto nos enseña que podemos amar independientemente de la condición de aquel que amamos.
El Apóstol Pablo, hablando sobre el amor escribió:
1 corintios 13:4-8 4 El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. 5 No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. 6 El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. 7 Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.8 El amor jamás se extingue.
Cuando tomamos la decisión de ser pacientes, bondadosos, de no ser envidiosos, o jactanciosos u orgullosos. Cuando decidimos no comportarnos con rudeza, ni ser egoístas, ni enojarnos fácilmente, ni guardar rencor. Cuando decidimos no deleitarnos en la maldad. Cuando decidimos disculparlo todo, creerlo todo, esperarlo todo y soportarlo todo. El resultado será esa emoción que a veces esperamos sentir en automático y porque sí; pero que en realidad surge hasta que decidimos amar. Primero decidimos amar y la emoción vendrá después.
¿Como podríamos manejar bien la decepción matrimonial?
Tomar la decisión de perdonar.
Jamás se podrá construir un matrimonio de calidad sobre el fundamento del rencor o los reproches. Si pretendemos compartir nuestra vida con alguien debemos remover los escombros del pasado para edificar una familia que honre a Dios sobre un fundamento sólido y estable.
La única manera de remover el escombro es perdonando. Perdonar es tomar la decisión de pasar por alto las fallas, errores y daños que la otra persona nos causó.
Perdonar es una decisión porque jamás nos va a nacer perdonar; el sentimiento natural al ser heridos es vengarnos.
Perdonar es conveniente porque nos da libertad emocional y nos faculta para intentarlo de nuevo.
Jamás podremos ser perdonados si no estamos dispuestos a perdonar. Así lo dijo Jesús:
Mateo 6.14-15 14»Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial. 15 Pero si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas.
Cuando perdonamos abrimos la puerta al perdón de Dios. Cuando perdonamos encontramos libertad. Cuando perdonamos estamos encaminados a ser felices. Pero debemos recordar que perdonar es una decisión que debemos tomar.
¿Como podríamos manejar bien la decepción matrimonial?
Tomar la decisión de hacer tu parte, sin esperar nada a cambio.
Para construir una buena relación matrimonial debemos ser intencionales. Y debemos ser intencionales primero en lo que nos compete a nosotros, sin esperar nada a cambio. Has tu parte independientemente de lo que el otro haga o deje de hacer.
Un error común es esperar que primero cambie el otro para entonces cambiar nosotros, ¿Porque es un error? Porque al pensar así creamos un círculo vicioso del que muchas veces es imposible salir. Yo no debo esperar que mi esposa me trate bien para yo tratarla bien; mas bien debo decidir tratarla bien aunque ella no me trate bien; de esa manera, generamos un circulo de amor y respeto que crea una atmósfera de amor y al mismo tiempo acaba con cualquier ciclo de venganza que se pudiera iniciar.
Pero esto no sucederá de milagro, debe ser mas bien una decisión que debemos tomar y deben ser acciones específicas que debemos
emprender. Esto no lo hará Dios, esto mas bien es algo que debemos hacer nosotros en fe. Jesús lo dijo así:
Mateo 5:39 Pero yo les digo: No resistan al que les haga mal. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.
¿Qué esta diciendo Jesús? No esperes a que te traten bien, toma la decisión de romper con el ciclo de la venganza.
Este capítulo nos habla de los valores y las actitudes del reino de Dios. De aquí aprendemos que cuando somos cristianos verdaderos, cuando Jesús no solo es nuestro salvador sino también nuestro Señor, ponemos en práctica este tipo de enseñanzas; y no condicionamos nuestra obediencia a que las circunstancias sean favorables. y al hacerlo, rompemos el cielo de violencia y agresión en el matrimonio.
Hoy vimos tres desiciones para enfrentar la decepción matrimonial. No son tres situaciones que nos ocurren, son tres decisiones que abrazamos: Decidir amar a la persona; Decidir perdonar, y Decidir hacer nuestra parte sin esperar nada a cambio para construir una relación de pareja que honre a Dios.
Si Mical hubiera aplicado esto, quizá cuando miró a su esposo adorar a Dios con todo su corazón en lugar de menospreciarlo en su corazón, lo habría visto diferente.
Es posible que entre nosotros haya quienes al ver a su esposo o esposa actuar en la casa piensen: ¿Eso te enseñan en la iglesia? Etc… Es un síntoma de decepción o infelicidad. Quizá tus expectativas no coinciden con tu realidad y estás cansado y enfadado. Tal vez tu corazón ha estado bajo presión y estrés.
Hoy Dios quiere liberarte para que puedas edificar una relación matrimonial mas satisfactoria. Y sobre todo mas alineada a la voluntad de Dios.