Inclinados a agradar a Dios
Inclinados a agradar a Dios.
Saludos familia, espero que todos estén bien y aprendiendo a sobre
llevar este tiempo junto a su familia.
Seguimos con nuestra serie: Hablemos de la familia.
En la familia de Noé, Dios provee un modelo de familia, para que empecemos de nuevo.
Esto es muy importante porque cuando la crisis del coronavirus haya pasado, tendremos que empezar de nuevo en muchos aspectos de nuestra vida. así como Noé y su familia tuvieron que iniciar de nuevo después de una crisis de dimensiones jamás vistas.
Esta familia nos puede inspirar para poner atención en ella, sus características pueden ser una hoja de ruta para nosotros.
¿Porque Dios escogió a Noé y su familia para repoblar la tierra? ¿Que características tenían? ¿Como fue esta familia? Eso estamos descubriendo juntos este mes.
La primer semana dijimos que ellos prevalecieron al desastre porque contaban con tres elementos calves: Fe, Obediencia y resiliencia. La semana pasada, empezamos revisar las características de esta familia, y dijimos que esta familia tenía Un padre con autoridad espiritual, y por eso su familia lo siguió sin titubear en un proyecto demasiado arriesgado y desconocido.
Hoy descubriremos una característica mas de esta familia, ellos eran: inclinados a agradar a Dios.
En un tiempo donde dice la Biblia que
Génesis 6:5 5 “…la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
En ese tiempo, Noé hace un contraste muy dramático con sus contemporáneos porque Biblia dice que:
Génesis 6:8 8 “… Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.
Dios miró en Noé algo muy distinto a los hombres de su tiempo. Noé creyó en Dios, le creyó a Dios, y obedeció sus mandamientos. Y partiendo de esto podemos entender que Noé edificó una familia con esos mismos valores, inclinada a agradar a Dios en medio de una cultura donde eso ya no era importante.
La Biblia dice:
Génesis 6:9-10 9 Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé. 10 Y engendró Noé tres hijos: a Sem, a Cam y a Jafet.
Noé, inclinado a agradar a Dios, construyó una familia diferente al resto de las familias de su tiempo: una familia con sus valores, una familia inclinada a agradar a Dios también. Por eso, luego Dios pactó no solo con el, sino con toda su familia. La Biblia dice:
Génesis 6:18RV60 18 Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo.
Ya explicamos la semana pasada que Dios hizo el trato con Noé porque el era la autoridad, el representante de esta familia; pero este versículo nos da a entender que la familia de Noé era parte del proyecto; porque Dios mismo menciona a los hijos y las esposas de sus hijos; dando a entender que la familia de Noé compartían sus valores, también eran inclinados a agradar a Dios igual que el. La influencia espiritual de Noé alcanzó a sus hijos y nueras.
Tanto agradó a Dios la familia de Noé, que decidió dejarlos a ellos con vida, y repoblar la tierra a partir de ellos. De todo esto aprendemos lo siguiente:
Hallamos gracia ante los ojos de Dios, cuando somos inclinados a agradar a Dios.
El reto que les lanzo en esta ocasión es que abracemos como familia la decisión de agradar a Dios y hacer su voluntad en medio de esta generación donde al parecer eso ya no es importante.
¿Como podemos edificar una familia inclinada a agradar a Dios?
Viviendo personalmente para agradar a Dios.
La familia de Noé como todas las familias se formó a partir de un individuo con una visión. Así empiezan todas las familias: alguien ve una persona que le agrada y tiene una visión: se imagina formando una familia con esa persona. Luego esa familia llega a existir y se edifica sobre ciertos valores.
Así fue con Noé, el caminó con Dios, el fue varón justo, el halló gracia ante los ojos de Dios y formó una familia con esos valores. De esto aprendemos que nuestra familia, compartirá nuestros valores morales y espirituales. Ellos serán hasta cierto punto como nosotros somos.
Si a ti te interesa edificar una familia que honre a Dios y los estas intentando con todas tus fuerzas, quizá habrá momentos donde sientas que tus hijos, o esposa, o esposo no comparten tus valores y tus ganas de agradar a Dios, pero tu ten paciencia, mantente en ellos y tarde o temprano notarás que tu interés por Dios y por hacer su voluntad se manifiestan en ellos también. Pero en tu familia todo comienza contigo.
El cristiano debe vivir sus valores donde quiera que esté: en la casa, en el trabajo, en la escuela, en el vecindario etc. Nuestra manera de vivir debe ser inclinada a agradar a Dios.
Hace poco en el trabajo un compañero que es cristiano me decía: brother ¿porque los cristianos aquí en la chamba se hacen bien groseros? Yo le pregunté: ¿Porque dices eso? Porque fulano y perengano, dicen que son cristianos pero cuando están con los demás dicen muchas malas palabras.
Y es cierto familia, a muchos creyentes, quizá la inercia los arrastra y se dejan llevar por los demás y cuando están en ciertos círculos, no se mantienen en sus valores cristianos.
La conclusión es esta: si queremos edificar familias inclinadas en agradar a Dios en todo, tu y yo como individuos debemos ser inclinados a agradar a Dios en todo, donde quiera que estemos.
No estoy diciendo que lograrás ser perfecto, estoy animándote a inclinar tu vida a agradar a Dios en todo. Poco a poco, día a día, lugar tras lugar actuando como hijos de Dios. Como dice la palabra
Filipenses 2:15 15 para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;
Así fue Noé y así fue la familia que edificó Noé.
¿Como podemos edificar una familia inclinada a agradar a Dios?
Inculcando a nuestros hijos el valor de agradar a Dios.
Si queremos que nuestros hijos sean inclinados a agradar a Dios, debemos inculcar en ellos desde pequeños el valor de hacer la voluntad de Dios.
NO se trata de darles a nuestros hijos una lista larga de que hacer y que no hacer. Tampoco se trata de hostigarlos todo el día hasta que se harte de todo lo que huela a cristianismo o religión; Se trata mas bien de inculcar en sus corazones desde pequeños el escoger siempre hacer la voluntad de Dios para agradarlo.
El reto es que a nuestros hijos les importe de todo corazón agradar a Dios en todo lo que hagan y hacer su voluntad. Debemos enseñarles desde pequeños a escoger hacer lo que agrada a Dios en todo, para cuando sean grandes, poner a Dios en primer lugar ya sea un asunto natural par ellos
Como acabamos de comentarlo, en primer lugar nosotros como padres debemos vivir este valor; luego nuestros hijos lo aprenderán de nosotros.
Yo recuerdo en una ocasión que viajábamos mi familia y yo. En la fila frente a nosotros iban unas niñas jugando, y en el juego de repente decían malas palabras o hacían ciertas cosas que en mi familia no se practican. Jafet siempre fue muy entrometido, y estaba allí metiendo la cabeza, escuchando y viendo todo, de repente, Jafet le dice a una niña:
-eso no le agrada a Dios. Y ella le respondió:
-Y a mi que me importa.
Jafet se quedó en pausa, como diciendo: ok y se regreso con nosotros. quizá no se esperaba esa respuesta.
Para mí, esa escena significó mucho; allí pude ver el encuentro de dos culturas conviviendo al mismo tiempo, y en el mismo espacio. Una cultura inclinada en hacer lo que le agrada a Dios y una a la que eso no le importa. Y una vez mas, eso se aprende desde niños.
Así fue en los días de Noé. El y su familia representaban una cultura donde los valores de Dios importaban, pero vivían en medio de una cultura donde eso ya no importaban.
Respecto de los contemporáneos de Noé Jesús dijo:
Mateo 24:38-39 38 Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, 39 y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.
Aquí Jesús da a entender que durante todo el tiempo en que Noé construyó el arca, sus contemporáneos vivían vidas de una moral aparentemente relajada: comiendo, bebiendo, casándose y dándose en casamiento. Nos da a entender que esa era una generación muy sensual, dominada por sus sentidos: el placer de comer, de beber. En contraste con una familia enfocada en el proyecto de Dios para ese tiempo.
La generación de Noé, según Jesús nos da a entender fue desentendida del mensaje, desentendida del ejemplo, desentendida del estilo de vida que Noé representaba; hasta que se cerró aquel siglo, los cien años del período de gracia habían terminado.
Eran dos culturas confrontadas. Tal y como sucede, o debería suceder el día de hoy. Porque el pueblo de Dios no debería conformarse a los valores de este mundo, mas bien debe abrazar los valores del reino de Dios sabiendo que no siempre será bien visto por una generación que ni siquiera cree que Dios existe.
Edifiquemos una familia inclinada en agradar a Dios en medio de una generación donde eso ya no es importante.
Eduquemos hijos a quienes si les importe la vida, y no vean a los bebes en el vientre de su madre como productos que se pueden desechar., o como estorbos para alcanzar el éxito.
Eduquemos hijos quienes vean el matrimonio como una institución sagrada por la cual debemos luchar para mantenerlo para toda la vida, en lugar de verlo como algo desechable que se puede terminar con un divorcio express.
Eduquemos hijos a quienes les importe decir la verdad, cumplir sus promesas, pagar sus deudas, ser genuinos, ser compasivos, serviciales, amables, trabajadores etc.
Edifiquemos hijos que no sean vencidos por la trivialidad y la superficialidad de esta vida.
Enséñale a tus hijos que hacer la voluntad de Dios si importa. Si puedes empezar cuando ellos son pequeños mejor; pero si ya han crecido, encuentra formas de hacerles saber que todavía pueden alinear sus vidas a la voluntad de Dios
Hacer la voluntad de Dios importa e importa mucho.
¿Como podemos edificar una familia inclinada a agradar a Dios?
Tomando desiciones que agraden a Dios.
Es raro como a veces, uno platica con persona que te dicen que quieren servir mas a Dios, congregarse de manera mas constante, vivir mas para Dios etc. Pero a la hora de tomar desiciones, son desiciones que los llevan en sentido contrario a lo que acaban de decir. Es raro pero es común. Cuando los hijos de Dios tomamos desiciones, estas deben ser inclinadas a agradar a Dios e impulsar el avance de su reino.
La vida se trata de desiciones. Todo el tiempo estamos decidiendo algo; desde asuntos triviales hasta asuntos mas críticos, siempre hay una decisión que tomar.
El reto es tomar decisiones alineadas a la voluntad y los valores de Dios, en lugar de decidir por la inercia de la vida, o por la presión de nuestros compañeros, o por impulsos carnales. Me refiero tanto a desiciones de alto calibre como a desiciones menores.
Estamos hablando de decidir inclinados a hacer la voluntad de Dios en todos los asuntos, tanto triviales como de mayor peso: tanto de que ropa vas a usar, que selfie te vas a tomar, que foto vas a subir a tus redes sociales, que negocio vas a emprender etc. En todo lo que hacemos, sean
el tipo de fiestas que celebramos, desiciones, inversiones, negocios, etc. Siempre debemos tener en mente el agradar a Dios como familia y dar testimonio de Dios ante el mundo.
Nuestra esposa e hijos deben estar confiados que lo que decidimos, lo hacemos buscando la dirección de Dios y pensando en agradar a Dios con ello. Sobre todo en las desiciones que van a tener un alto impacto en tu familia
Hay personas que en su diario vivir te dan la impresión de ser temerosas de Dios, pero a la hora de tomar una decisión relevantes, escogen por lo contrario. ¿Que pasa allí? Quizá algún descuido, quizá falta de consciencia, quizá no consultar a Dios antes de decidir etc.
Nosotros debemos asegurarnos que las desiciones que tomamos están inclinadas a agradar a Dios siempre. Como dice el Apóstol Pablo:
Colosenses 3:23 23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;
Noé, edificó una familia inclinada en agradar a Dios, cuando eso ya no era importante en las generaciones de su tiempo. Dios escogió a esa familia para empezar el nuevo mundo.
Nosotros también tendremos que empezar de nuevo cuando todo esto haya pasado, seamos inclinados agradar a Dios en todo. vamos a cantar esta canción.
Cantar lo único que quiero.
Familia es tiempo de establecer nuestra familia sobre valores nuevos. Valores alienados al corazón y a la voluntad de Dios. Esta es una gran oportunidad.
Quizá antes de todo esto, tu cristianamos era social, religioso pero no profundo ni devoto. cambiemos eso, estamos a tiempo.
El cristianismo religioso, superficial, de Domingo, ya no funciona. A muchas personas ahora que les quitaron la reunión del domingo, y se terminó su vida cristiana.
mas que nunca necesitamos un cristianismo real, que permee todas las áreas de nuestra vida y se refleje a una tremenda confianza en Dios la cual ni la muerte, ni la enfermedad, ni la crisis puedan derribar.
Es tiempo de poner a Dios en el lugar que le corresponde en nuestra vida: el primero. El central.
Que Dios ya no sea nuestra salida de emergencia, o nuestro 911, que Dios sea el objeto de nuestra devoción, de nuestra adoración y nuestra dedicación de nuestra inspiración.
Oración.
llamado a recibir a Cristo.