Un Dios que no se rinde
Un Dios que no se rinde
La semana pasada iniciamos la serie Divino Romance. Y dijimos que existe un romance entre Dios y el ser humano. Definimos esto:
El divino romance sucede porque nosotros necesitamos estar con Dios; y Dios anhela estar con nosotros.
Dijimos que el alma no necesita una religión, sino una relación personal e íntima con el creador. Obvio, cuando te acercas a Dios, descubres que necesitas pertenecer a una comunidad cristiana, pero envolverte en la comunidad sin tener una comunión personal e intima con Dios no saciará tu ser.
También dijimos que Dios nos creó con esa necesidad de comunión con el, al crearnos a su imagen y semejanza; y que desde que nacemos, aprendemos por asimilación que necesitamos relacionarnos con alguien mas alto, mas grande, mas fuerte y que existe antes que nosotros.
La semana pasada establecimos esta verdad:
El divino romance inició en el corazón de un Dios amoroso.
Y lo comprobamos al observar la creación del ser humano; lo comprobamos al observar los encuentros del Edén, y lo comprobamos al observar el llamamiento de Noé.
El día de hoy mi mensaje se titula: Un Dios que no se rinde. Descubriremos que Dios jamás se rinde en el proyecto de conquistar el corazón del ser humano.
¿Como podemos comprobar que Dios jamás se rinde en el proyecto de conquistar el corazón del ser humano?
Al observar la creación de Israel.
La semana pasada explicamos que Dios través de Noé le dio continuidad a la raza humana y empezó de nuevo el divino romance. Después del diluvio, cuando la tierra volvió a poblarse, una vez mas el ser humano se alejó de Dios, siguieron su propia voluntad y empezaron a adorar a las criaturas antes que al creador.
En medio de aquel mar de idolatría y maldad, una vez mas Dios toma la iniciativa y llamó a un hombre llamado Abraham; lo invitó a participar en una aventura de fe; si el obedecía, el resultado final sería la creación de una nación: Israel. Dios quería relacionarse con esa nación para continuar el divino romance con el ser humano. Así le dijo Dios a Abraham:
Génesis 12:1-3 1 Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. 2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. 3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
Al leer este fragmento notamos que Dios quería formar una nación por medio de la cual todas las familias de la tierra fueran bendecidas. Esa nación es Israel.
La semana pasada explicamos que el ser humano desde el inicio ha escogido alejarse de Dios; pero Dios no se da por vencido, y cuando el ser humano se aleja, Dios busca otras formas de seguir adelante conquistando su corazón. Israel fue uno de eso intentos.
A través de Abraham Dios quería formar una nación con la cual tocar al mundo entero. Israel fue otro de los intentos de Dios por atraer el corazón del ser humano y tener una relación con el.Veamos:
Deuteronomio 28:9-10 9 Te confirmará Jehová por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos. 10 Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es invocado sobre ti, y te temerán.
¿Cual era el objetivo final? Que todos los pueblos de la tierra vieran algo especial en Israel; ese algo especial sería Dios.
Observemos otro fragmento:
Malaquias 3:10-12 10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde 11 Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos. 12 Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.
¿Que quería Dios lograr mediante Israel? Que todos los pueblos pudieran ver a Dios a través de esta nación. Dios quería que Israel se volviera un modelo que atrajera a todas las naciones hacia Dios. Era el deseo de Dios por tocar a toda la humanidad el que produjo el plan de construir una nación y bendecirla para que el mundo entero descubriera a Dios. Esa nación sería especial para Dios. Habría un divino romance entre Dios e Israel.
Observemos la ternura de Dios para Israel, observemos sus palabras:
Malaquías 3:17 17 Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve.
Es increíble la ternura con la que Dios le habla a Israel. Dios quería atraer al mundo entero a través de esta relación y así las personas anhelarían construir una relación con Dios también.
El punto es este: Dios utiliza ciertos medios para atraernos a el. En tu vida, quizá Dios a utilizado instrumentos para llamar tu atención para atraerte a el, para que vuelvas a el porque quiere tener una relación contigo y bendecirte.
Dios puede usar una canción, un libro, una persona, un matrimonio mediante el cual, atraerte a el. Pero a veces Dios utiliza el dolor, la frustración y aún las tragedias. (Israel y Nayeli Salgo vinieron a Dios buscando ayuda para su hijo)
Dios ha utilizado muchos instrumentos para traerme a el cuando me desvío.
De igual forma Dios quería utilizar a Israel para llamar la atención del mundo. ¿Que está usando Dios para llamar tu atención y atraerte a el? Seguramente Dios está utilizando algo o alguien para llamar tu atención y hacerte volver a el, porque quizá si no fuera por eso no hubieras pensado en buscar a Dios. Pero es Dios atrayéndote a si mismo para que lo conozcas y vivas con el el divino romance. Porque Dios jamás se rinde en el proyecto de conquistar el corazón del ser humano. Dios jamás s rinde en el proyecto de conquistar tu corazón y el mío.
¿Como podemos comprobar que Dios jamás se rinde en el proyecto de conquistar el corazón del ser humano?
Al observar el mensaje de los profetas.
A pesar de todo lo bueno que Dios fue con su pueblo, Israel también se alejó de Dios igual que Adan. Y Dios, como un esposo tierno y perdonador, siempre estuvo llamando a Israel a volver a el.
Cuando estudias la ley de Moisés, podrás descubrir la mente de Dios, pero en el mensaje de los profetas podrás descubrir su corazón.
El mensaje de los profetas todo el tiempo se enfocó en llamar a Israel a volver a el. Por ejemplo, el profeta Oseas fue un hombre a quien Dios usó para hablar a su pueblo y llamarlo a volver a Dios.
Oseas se casó con una mujer infiel que constantemente se prostituía, pero Oseas iba a buscarla y la traía de vuelta a casa. Dios usó la vida de Oseas para mostrarle a su pueblo cuanto les amaba. El capítulo 11 de Oseas es un capítulo que nos permite apreciar de una forma muy explícita el corazón de Dios. Vemos a leerlo y descubramos el amor de Dios y el deseo que tiene de que volvamos a el.
Oseas 11:1-11NTV 1 »Cuando Israel era niño, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo; 2 pero cuanto más lo llamaba, más se alejaba de mí y ofrecía sacrificios a las imágenes de Baal y quemaba incienso a ídolos. 3 Yo mismo le enseñé a Israel a caminar, llevándolo de la mano; pero no sabe ni le importa que fui yo quien lo cuidó. 4 Guié a Israel con mis cuerdas de ternura y de amor. Quité el yugo de su cuello y yo mismo me incliné para alimentarlo. 5 »Sin embargo, como mi pueblo se niega a regresar a mí, regresará a Egipto y será forzado a servir a Asiria. 6 La guerra, como un torbellino, pasará por sus ciudades; los enemigos derribarán sus puertas. Los destruirán, atrapándolos en sus propios planes malignos. 7 Pues mi pueblo está decidido a abandonarme. Aunque me llaman el Altísimo no me honran de verdad. 8 »Oh, Israel, ¿cómo podría abandonarte? ¿Cómo podría dejarte ir? ¿Cómo podría destruirte como a Adma o demolerte como a Zeboim? Mi corazón está desgarrado dentro de mí y mi compasión se desborda. 9 No, no desataré mi ira feroz. No destruiré por completo a Israel, ya que no soy un simple mortal, soy Dios. Yo soy el Santo que vive entre ustedes y no vendré a destruir. 10 Pues algún día la gente me seguirá. Yo, el Señor, rugiré como un león. Y cuando ruja, mi pueblo regresará temblando del occidente. 11Vendrán de Egipto como una bandada de aves. Regresarán de Asiria temblando como palomas y los traeré de regreso a casa», dice el Señor.
El corazón de Dios se palpa con facilidad en este capítulo. Es un Dios amoroso, que manifiesta su amor, su guianza y su cuidado con un pueblo que tiende a alejarse de El.
Pero Dios sigue esperando por eso dice: “pues un día la gente me seguirá…” Se refiere al momento en que los seres humanos, sean judíos o no, estaríamos interesados en conocerle. Se refiere al hoy, porque ni tu ni yo somos judíos pero anhelamos de corazón seguir a Dios.
En este capitulo también se profetiza algo que se cumplió en 1948, cuando Israel volvió a ser nación y regresó a su tierra. dice:
Oseas 11:1o-11NTV 10“…Yo, el Señor, rugiré como un león. Y cuando ruja, mi pueblo regresará temblando del occidente. 11Vendrán de Egipto como una bandada de aves. Regresarán de Asiria temblando como palomas y los traeré de regreso a casa», dice el Señor
Dios habló y dijo que Israel volvería a su tierra y esta profecía se cumplió.
El divino romance no inició con el hombre queriendo descubrir a Dios, El divino romance inició en el corazón de un Dios amoroso. Que formó al hombre, que lo busca y que sigue buscando relacionarse con el ser humano. Dios jamás se rinde en el proyecto de conquistar el corazón del ser humano. Dios jamás se rinde en el proyecto de conquistar tu corazón y el mío.
¿Como podemos comprobar que Dios jamás se rinde en el proyecto de conquistar el corazón del ser humano?
Al observar la historia de Jesús.
Al observar la historia de Jesús una vez mas observamos a Dios acercándose al hombre.
Uno de los nombres de Jesús sería: Emmanuel, que significa Dios con nosotros. veamos:
Mateo 1:23 23 «La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel» (que significa «Dios con nosotros»).
Aquí observamos el mismo patrón de toda la escritura: Una vez mas, Dios está acercándose al ser humano. Una vez mas Dios está viniendo a este “Edén” gigantesco llamado planeta tierra, para acercarse al ser humano, a observar sus necesidades, y a ayudarlo supliendo cada una de ellas.
La historia de Jesús nos permite descubrir a un Dios cercano, amoroso, perdonador, ayudador, sanador que quiere relacionarse con el ser humano a pesar de sus imperfecciones y quebrantos. Dios no espera a que estemos bien para buscarnos; el nos busca, aunque no estemos bien para ayudarnos.
El mensaje de Jesús inician así:
Marcos 1:14-15 14 Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, 15 diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.
¿Que predicaba Jesús? Entre otras cosas esto: Dios no está lejos de ti, el reino de Dios esta cerca. Solo tienes que quitar las barreras que te alejan de el mediante el arrepentimiento, y debes creer la buena noticia de que Dios te ama.
Todo el mensaje y las acciones de Jesús se trataron de mostrar a la gente a un Dios cercano: se acercó a los pecadores, se acercó a los enfermos y se acerco a los marginados. Pero también se acercó a los ricos, a los poderosos, a los líderes con influencia porque para Dios todos somos importantes. Seas rico o pobre, con profesión o sin ella, sabio o ignorante, todos le importamos a Dios y el está cercano a nosotros.
Dios quiere tener una relación con nosotros. Dios quiere que le conozcamos, que le descubramos. Dios quiere que le amemos. Por eso nos creó, y por eso a lo largo de nuestra vida jamás se ha rendido en su intento por conquistar nuestro corazón.
En la Biblia hay un libro: el cantar de los cantares, aunque se trata del Romance del rey Salomón con la sunamita podría representar el divino romance entre Dios y la raza humana, o entre Dios y la iglesia. Uno saca el mayor provecho al verlo de esa manera. El amado, que representaría a Dios dice:
Cantares 2:10-14 10 Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven. 11 Porque he aquí ha pasado el invierno, Se ha mudado, la lluvia se fue; 12 Se han mostrado las flores en la tierra, El tiempo de la canción ha venido, Y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola. 13 La higuera ha echado sus higos, Y las vides en cierne dieron olor; Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven. 14 Paloma mía, que estás en los agujeros de la peña, en lo escondido de escarpados parajes, Muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz; Porque dulce es la voz tuya, y hermoso tu aspecto.
Dios nos llama. A veces usa palabras dulces, a veces utiliza situaciones dolorosas pero el llamado es el mismo: ven, Muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz.
Llamar al Grupo de alabanza.
Hoy aprendimos que Dios jamás se rinde en el proyecto de conquistar el corazón del ser humano. Dios jamás se rinde en el proyecto de conquistar tu corazón y el mío. Dios utilizó a Israel, para hablar a la humanidad. Dios utilizó a los profetas para hablar a Israel, y Dios utiliza a su hijo Jesús para llamarnos a ti y a mi.
Dios no se ha rendido contigo. Estoy seguro que esta no es la primera vez que Dios te llama a conocerle, a acercarte a el, a venir a el. ¿Porque lo sigue intentando? Porque te ama, porque quiere ayudarte, quiere que le conozcas. Quiere que tengas una relación personal con el. Dios quiere hacerse real en tu vida.
Cantar. Aquí podríamos cantar la de “tu cuidas de mi.”
Oraciones.
Dios no se ha rendido contigo. Estoy seguro que esta no es la primera vez que Dios te llama a conocerle, a acercarte a el, a venir a el. ¿Porque lo sigue intentando? Porque te ama, porque quiere ayudarte, quiere que le conozcas. Quiere que tengas una relación personal con el. Dios quiere hacerse real en tu vida.