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Viviendo en un mundo convulsionado.

Dios les bendiga a todos familia, que alegría poder acercarme a ustedes por este medio. Gracias a Dios por la tecnología que nos permite estar cerca aunque esté cada quien en su casa.

¿Como la están pasando en la cuarentena? ¿Que han hecho con tanto papel higiénico que compraron en la ley? Espero que encuentren maneras de pasarla bien como familia durante este tiempo.

Vamos a orar, para que Dios hable a nuestro corazón.

Desde que Adán y Eva desobedecieron a Dios; toda la creación fue sujetada a esclavitud de corrupción; según lo afirma el Apóstol Pablo en Romanos 8:21. Todo va en decadencia desde entonces; el mundo entero esta enfermo de gravedad y de cuando en cuando presenta convulsiones tan fuertes que cuando pasan, la realidad de los habitantes de la tierra jamás vuelve a ser la misma.

El siglo pasado sufrimos varias convulsiones así: dos guerras mundiales, terremotos devastadores, Tsunamis, crisis económicas etc. Cada una de esas convulsiones cambió el mundo y modificó la realidad de los habitantes del planeta para siempre. El mundo que vivimos hoy, no tiene nada que ver con el mundo que vivieron nuestros abuelos. la realidad ha sido modificada varias veces.

Hoy, los seres humanos estamos experimentando una de esas convulsiones del mundo. Es como si todo se saliera de control y no hubiera nada seguro. Se teme por un virus que podría enfermarnos, y debido a eso los mercados y la economía mundial está cayendo. Al parecer muchos empleos se van a terminar y la tierra entera pasaremos por dificultades.

Nuestra realidad esta siendo modificada; nuestras vidas hoy no son iguales que hace un mes. El panorama no se ve prometedor. Tendremos que aprender vivir en nuestra nueva realidad, tendremos que ser flexibles, tenemos que desarrollar nuestra capacidad de aprendizaje; pero sobre todo, tenemos que confiar profundamente en Dios; quien está sobre todo.

¿Que debemos recordar en una convulsión mundial como esta?

Esta circunstancia especial pasará.
Al estar viviendo una convulsión mundial los días se sienten eternos, y sentimos la situación no se va a terminar nunca; pero como les dije hace un momento, el siglo pasado sufrimos varias convulsiones así: dos guerras mundiales, terremotos devastadores, Tsunamis, crisis económicas; pero todo eso pasó, y la vida siguió.

Todavía recuerdo cuando tuvimos la situación de la influenza hace unos diez años atrás. La junta que tuve con el staff hace dos días me recordó aquél tiempo. Fue difícil, parecía interminable, pero pasó.

Por eso debemos recordarnos a nosotros mismos que los momentos difíciles pasan.

Salmo 30:5 5 Porque un momento será su ira, Pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, Y a la mañana vendrá la alegría.

Ningún dolor dura para siempre aunque al presente sientas que es interminable.

Esta situación pasará. Cada noche, por obscura que sea tu sabes que el sol saldrá en la mañana. Así es esto: el sol saldrá en la mañana, el sol saldrá para ti y para tu familia, esto pasará; nos levantaremos de esto con la ayuda de Dios.

¿Que debemos recordar en una convulsión mundial como esta?

Todavía somos la iglesia.
Al vivir este tipo de circunstancias, y enfrentar nuestros propios miedos, puede ser que olvidemos quienes somos, por estar siempre pensando que lo que está pasando. ¿Quienes somos tu y yo? La Biblia dice esto:

1 Pedro 2:9 9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;

Tu y yo somos la iglesia de Jesucristo. somos hijos de Dios. somos real sacerdocio, somos el pueblo de Dios, el nos compro. Y como iglesia de

Dios tenemos una razón de existir: Anunciar las virtudes de Dios a un mundo sin esperanza.

Esta convulsión mundial es una gran oportunidad para que tu y yo seamos la iglesia. ¿Y como podemos ser la iglesia ante un mundo convulsionado? Jesús nos dijo como:

Mateo 5:16 16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Según Jesús tu y yo brillaremos en este mundo obscuro mediante nuestras buenas obras.

Este es momento que la iglesia haga buenas obras. Quizá no podemos salir como cuando lo hacemos en Diciembre. Pero si podemos ser ese ángel proveedor que Dios use para que algún adulto mayor reciba una despensa, puedes ir tocar la puerta y dejársela en su casa con una cartita.. O quizá sabes de algún vecino que se ha quedado sin trabajo y puedes echarle la mano de alguna forma. piensa en formas en las que tu puedes ser la iglesia para alguien. Quizá, el simple hecho de enviarle un mensajero de esperanza, o una llamada alguien y brindarle aliento, puede ser un gran aliciente para ellos.

Yo sentí grabar pequeños videitos y estoy sorprendido de hasta donde han llegado y cuanto alivio han proporcionad. ¿Que puedes hacer tu para ser la iglesia para alguien en este momento obscuro?

¿Que cosas debemos recordar en medio de esta circunstancia especial?

Dios cuida de nosotros.
En este tiempo difícil lo mas importante que debes recordar nunca olvida es que Dios cuida de nosotros. Dios cuida de ti y de mi. Tu y yo no estamos solos en medio de este valle de sombra. Dios ha prometido nunca dejarnos. La Biblia dice:

Josué 1:5 5 “…estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.

Isaías 41:10 10 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

Dios es un Padre que nos acompaña, que nos ayuda y que nos sustenta. Y lo hace porque nos ama.

En este tiempo difícil no debes olvidar que Dios cuida de ti.

Quiero invitar al grupo de alabanza, para canten esta canción, la cual contiene la verdad mas importante que tu y yo debemos recordar en este momento. Dios cuida de ti y de mi. Dios cuida de tus hijos, Dios cuida de tus padres y de tus abuelos. Dios cuida de ese adulto mayor qu te preocupa. Confía en el.

Cantamos.

Desde principios de año Dios nos empezó a hablar que trataría con nosotros este año. Este mes Dios estuvo hablándonos de desarrollar nuestra fe; necesitamos tener una fe fuerte, no para presumirla, sino para los momentos como estos.