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El día malo de David

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El día malo de David.

La semana pasada iniciamos una serie titulada: después del día malo. dijimos que el día malo es esa ocasión, o esa temporada en la que debido a algún evento desconcertante, nuestro mundo se viene abajo.

Dijimos que el día malo no es opcional, que le ocurre a buenos y malos, que no necesariamente es un castigo de Dios; pero también dijimos que es temporal; no dura para siempre, y que debemos estar preparados porque Dios espera que podamos resistir, y que cuando pase, estemos firmes. Todo esto está contenido en esta escritura:

Efesios 6:13 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.

La semana pasada analizamos el día malo de Jeremías, y aprendimos que el se mantuvo dentro de la expectativa de Dios: durante su día malo el resistió, y cuando pasó el día malo estuvo firme. De Jeremías aprendimos esta lección:

después del día malo, celebra la fidelidad de Dios.

El día de hoy, para continuar con nuestra serie, quiero revisar con ustedes uno de los muchos días malos de la historia del Rey David. Cuando piensa en un rey, generalmente se imagina lujos, comodidades, riquezas etc. pero en el caso de David, su historia incluye muchos días malos. El que vamos a revisar hoy lo encontramos en 1 Samuel 30. Y sucedió cuando David todavía no era rey de Israel. Vamos a leer un fragmento de la historia:

1 Samuel 30:1-6 1 Cuando David y sus hombres llegaron al tercer día a Siclag, los de Amalec habían invadido el Neguev y Siclag, habían asolado a Siclag y le habían prendido fuego. 2 Se habían llevado cautivas a las mujeres y a todos los que estaban allí, del menor hasta el mayor, pero a nadie habían dado muerte, sino que se los llevaron y siguieron su camino. 3 Llegó, pues, David con los suyos a la ciudad, y se encontró que estaba quemada, y que sus mujeres, sus hijos e hijas, habían sido llevados cautivos. 4 Entonces David y la gente que lo acompañaba lloraron a voz en cuello, hasta que les faltaron las fuerzas para llorar. 5 Las dos mujeres de David, Ahinoam jezreelita y Abigail, la

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que fue mujer de Nabal, el de Carmel, también habían sido llevadas cautivas. 6 David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues el alma de todo el pueblo estaba llena de amargura, cada uno por sus hijos y por sus hijas. Pero David halló fortaleza en Jehová, su Dios…”

Si este no es un día malo entonces ¿que lo es? David y sus hombres estaban fuera de la ciudad, y cuando regresan encuentran sus casas y toda la ciudad en llamas; y sus familias secuestradas. Eso fue horrible. Este no es un día malo, es un día malísimo, es un día horrible. David y sus hombres se sintieron devastados, la Biblia registra que

1 Samuel 30:4 4 “…lloraron a voz en cuello, hasta que les faltaron las fuerzas para llorar.

¿Te lo puedes imaginar? ¿Alguna vez has llorado así? La tristeza seguía allí, pero ya no tenían fuerzas para seguir llorando. Ese llanto fue mas agotador que cualquier batalla que habían enfrentado anteriormente. Y además:

1 Samuel 30:6 6 David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues el alma de todo el pueblo estaba llena de amargura, cada uno por sus hijos y por sus hijas.

¡Pobre David! no solo había perdido su propia familia y sus bienes, ahora también podía perder la vida de una forma dramática por la amargura que había en el corazón del pueblo.

Notemos que una experiencia dolorosa puede desembocar en amargura de corazón, y actos violentos. Quizá los actos violentos que hemos observado se deben a amargura acumulada en el corazón por mucho tiempo.

Este fue uno de tantos días malos de David. Pero la historia no termina así; la Biblia registra esto…

1 Samuel 30:18-19 18 Rescató David todo lo que los amalecitas habían tomado, y libró asimismo a sus dos mujeres. 19 No les faltó nadie, ni chico ni grande, así de hijos como de hijas, ni nada del robo, de todas las cosas que les habían tomado; todo lo recuperó David.

David lo recuperó todo, y si seguimos leyendo describiremos que hasta obtuvo ganancias después del día malo.

Durante el día malo David resistió; y cuando uno acabado todo, se mantuvo firme. Este capítulo de la historia de David me enseña que:

Los días malos pueden tener finales felices.

Así que si estas pasando por un día malo en este momento, te digo de parte de Dios, animo este día malo no durará toda la vida, y cuando haya terminado podrías tener un final feliz.

¿Como pudo el día malo de David tener un final feliz?

David se fortaleció en Dios. V.6
Los días malos muchas veces nos dejan disminuidos anímicamente; débiles espiritualmente y devastados moralmente.

Son esos momentos donde los que nos aman nos quieren dar el pésame, o se quieren condoler con nosotros. Pero siendo honestos, un pésame o una condolencia, aunque sean un lindo gesto desinteresado y de buena fe, jamás podrá reconstruir el daño interno que nos dejan los días malos. Por eso mas que desahogarnos, procuremos fortalecernos. Mira lo que cuenta la historia de David:

1 Samuel 30:6 6 David se angustió mucho… Pero David halló fortaleza en Jehová, su Dios…”

La historia de David nos enseña que hay ocaciones que en tu día malo no habrá quien te consuele, te de fuerzas, o te de el pésame. Pudiera ser que incluso, aquellos de quien debieras esperar apoyo, te quieran crucificar. Así le pasó a David. Pero ¿Que hizo el?

“…David halló fortaleza en Jehová, su Dios…”

Cuando David observó que aquellos en quienes hubiera podido encontrar apoyo estaban en su contra, y pretendían matarlo comprendió que con el único que contaba era con Dios.

Y cuando David fue con Dios no buscó desahogarse, ni resignarse, el buscó fortalecerse.

Desahogarte de una pena; o resignarte de una pérdida puede darte un momento de alivio; pero te deja donde mismo. Sin embargo, fortalecerte

en Dios te da el vigor espiritual requerido para seguir adelante con tu llamado, tu responsabilidad en la vida y con el desafío de recuperar lo que el enemigo te ha robado.

Muchos están atorados porque no cuentan con el apoyo de su papa, o de su mamá o de algún amigo; escucha: habrá momentos donde no encontrarás apoyo de nadie, porque en esos momentos Dios quiere mostrarte que lo tienes a el, y con el basta.

Otros van con Dios a desahogarse, para luego seguir con su misma pena, lo que necesitas es fortalecerte mas que desahogarte. Necesitas fortalecerte para seguir funcionando como hombre, como guerrero, como esposo, como padre. Como mujer, como guerrera, como esposa, como madre.

¿Como pudo el día malo de David tener un final feliz?

David consultó a Dios por una estrategia.
Los días malos nos dejan confundidos; y con un millón de preguntas sin respuesta: ¿Porque me paso esto ahora que estaba haciendo las cosas bien? ¿Que hice mal,? ¿Porque terminaron las cosas de esta forma si yo tenía buenas intenciones? etc.

Hacernos preguntas que no tendrán respuesta, solo empeorarán nuestro estado anímico y harán mas profundo el hoyo negro de nuestra pena. Después del día malo, No siempre sabemos que hacer o por donde empezar; por eso, lo mejor que podemos hacer es consultar a Dios como David. La historia cuanta…

1 Samuel 30:8 8 y David consultó a Jehová diciendo: —¿Perseguiré a esta banda de salteadores? ¿Los podré alcanzar? Él le dijo: —Síguelos, porque ciertamente los alcanzarás, y de cierto librarás a los cautivos.

En medio de la confusión y de la Pena David consulta a Dios y le pregunta: ¿que hago? ¿Los persigo o no? Y Dios le respondió.

Lo mejor que podemos hacer durante y después del día malo, es buscar a Dios por una estrategia de navegación en medio de las aguas turbulentas.

No le iba a servir de mucho a David solo aliviarse anímicamente sin tener un rumbo claro para su vida. El necesitaba una estrategia de Dios para levantarse, así que no buscó a Dios para desahogarse, ni para

lamentarse, ni para quejarse, lo buscó para encontrar una estrategia, para encontrar dirección, y acciones específicas.

Quizá algunos de los oyentes, han tenido días malos que los han dejado aturdidos y no han podido recuperarse. Busca a Dios por una estrategia. dile: muéstrame que hacer. muéstrame por donde empezar, muéstrame a quien contactar, muéstrame a donde ir. Muéstrame si esto que pienso hacer es lo que correcto, si viene de ti. Muéstrame si tu avalas esto que pretendo hacer. etc. Y Dios te va a responder de alguna forma para que avances con seguridad.

Quizá en este momento no necesitas palabras de aliento, necesitas instrucciones precisas como David.

a veces la respuesta de Dios la encuentras en la BIblia, a veces Diso te la da a través de un buen amigo, a veces durante la predicación, etc. si estás atento, podrás identificar ls voz de Dios guiándote en medio de la neblina de esta vida.

Consulta a Dios por una estrategia, y tu día malo podría tener un final feliz.

¿Como pudo el día malo de David tener un final feliz?

David siguió adelante con quienes pudo Seguir

Los días malos a veces se llevan con ellos a personas importantes para nosotros; y nos siempre nos sentimos seguros de seguir adelante sin ellos.

Así le pasó a David, en su día malo no estaba su familia con el, se los habían llevado cautivos. Tampoco tenía al pueblo donde vivía; ellos lo querían apedrear. Y cuando salió a perseguir a los secuestradores, muchos de sus hombres perdieron las fuerzas para seguir en el proyecto y se quedaron cansados en el camino. Así lo cuenta la Biblia:

1 Samuel 30:9-10 9 Partió, pues, David, junto a los seiscientos hombres que lo acompañaron, y llegaron hasta el torrente del Besor, donde se quedaron algunos. 10 David siguió adelante con cuatrocientos hombres; pues se quedaron atrás doscientos que, cansados, no pudieron pasar el torrente del Besor.

La historia de David nos enseña que aunque a veces quisiéramos que todos nos acompañaran en las jornadas de la vida, debemos entender y aceptar que algunos no nos acompañarán en algunos tramos de la jornada. No siempre es por mala intención, o por razones incorrectas. A veces simplemente es por circunstancias que van mas allá de su capacidad de maniobra, ellos quisieran ir con nosotros pero no pueden.

Hace mucho tiempo que comprendí eso. quizá es una de las lecciones mas fuertes que me ha dejado ser pastor: aunque yo quisiera que todos vayan conmigo, muchos no irán.

En esos casos, no te ofendas, ni lo tomes personal, solo acepta que no todos irán contigo todo el tiempo.

Durante el día malo, David no tenía a su familia con el, pero si tenía a sus hombres; y de esos hombres algunos ya no tuvieron fuerzas para seguirlo acompañando; pero el siguió con los que si tuvieron fuerzas.

¿Que haces cuando algunos de tus familiares, amigos y compañeros mas confiables ya no te pueden seguir acompañando en la jornada de tu vida? Haces lo que hizo David, sigues adelante con quienes puedes seguir adelante.

Esta una gran lección: debemos seguir adelante con lo que tenemos, y con los que tenemos. NO puedes contar ni con lo que no tienes, ni con los que no están contigo: deja de pensar:

-Si yo tuviera; o si fulano de tal me apoyara.

sigue adelante con lo que tienes, y con quienes si están contigo ahora. Si tienes a Dios, tienes lo que necesitas.

¿Como pudo el día malo de David tener un final feliz?

David se conectó con una persona clave.
En el camino de recuperar lo perdido, Dios nos puede conectar con una persona clave que puede significar un detonador, una puerta, información, apoyo etc. Así le ocurrió a David. veamos la historia:

1 Samuel 30:11-20 11 Hallaron en el campo a un egipcio, al cual trajeron ante David, le dieron pan y comió, y le dieron a beber agua. 12 También le dieron un pedazo de masa de higos secos y dos racimos de pasas. Luego que comió, se sintió reanimado, pues no había comido pan

ni bebido agua durante tres días y tres noches. 13 Entonces le preguntó David:
—¿A quién perteneces, y de dónde eres?
El joven egipcio respondió:

—Soy siervo de un amalecita, y mi amo me abandonó hace tres días porque estaba enfermo. 14 Hicimos una incursión a la parte del Neguev que pertenece a los cereteos, al de Judá, y al Neguev de Caleb. También incendiamos Siclag. 15 —¿Me llevarás tú adonde está esa tropa? —le preguntó David.
—Júrame por Dios que no me matarás, ni me entregarás en manos de mi amo, y te llevaré adonde está esa gente —dijo él.
16 Lo llevó, pues; y los encontraron desparramados sobre toda aquella tierra, comiendo, bebiendo y haciendo fiesta, por todo aquel gran botín que habían tomado de la tierra de los filisteos y de la tierra de Judá.
17 Y David los batió desde aquella mañana hasta la tarde del día siguiente. Ninguno de ellos escapó, salvo cuatrocientos jóvenes que montaron sobre los camellos y huyeron.
18 Rescató David todo lo que los amalecitas habían tomado, y libró asimismo a sus dos mujeres. 19 No les faltó nadie, ni chico ni grande, así de hijos como de hijas, ni nada del robo, de todas las cosas que les habían tomado; todo lo recuperó David.
Esta historia es sombrosa: la clave para que David recuperara lo perdido vino de quien el menos esperaba o imaginaba. Pareciera obra de la casualidad, pero recordemos que David había pedido a Dios una estrategia, el se había encomendado a Dios para este proyecto y Dios estaba proveyendo ayuda, información, dirección de quien David menos se hubiera imaginado.

La recuperación, generalmente llega con la ayuda de otros; y a veces esos otros, son quienes tu menos esperas.

David enfrentó un fía muy malo pero resistió y cuando pasó todo, estuvo firme. ¿Cual fue la clave para David? El se fortaleció en Dios, el buscó una estrategia de parte de Dios, el siguió con quienes pudo seguir, y el se conectó con una persona clave.

Quizá algún oyente esta pasando un día muy malo y sientes que tus fuerzas no te alcanzan; quizá no sabes que hacer, necesitas una estrategia. ¿Donde vas a encontrar las fuerzas y la estrategia? en Dios.

escucha esta canción: tu amor Señor.

David entendió que Dios le había dado la Victoria no sus propias fuerzas. Quizá eso es lo que tu y yo debemos entender, la victoria en ese problema vendrá de Dios no de nuestras fuerzas, ni de nuestra sabiduría.

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