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El día malo de Job

El día malo de Job.
Familia, que Dios les bendiga a todos. Es un verdadero gusto saludarles.

Seguimos con nuestra serie: después del día malo.

Hemos aprendido que todos tendremos por lo menos un día malo alguna vez, y que Dios espera que estemos preparados para poder resistirlo y cuando haya acabado todo, Dios espera que sigamos firmes. Así lo dijo el Apóstol Pablo:

Efesios 6:13 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.

Del día malo de Jeremías que explicamos hace dos semanas aprendimos esto:

después del día malo, celebra la fidelidad de Dios. De uno de los días malos de David aprendimos esto:

Los días malos pueden tener finales felices.

El día de hoy para continuar con nuestra serie revisaremos la vida y experiencia del campeón en cuanto a días malo: Job. Si alguien tuvo un día malo en la vida es este hombre.

La Biblia registra que Job fue un hombre excelente en todos los sentidos. Así lo presenta la escritura:

Job 1:1-3 1 Había en el país de Uz un hombre llamado Job. Era un hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. 2 Le habían nacido siete hijos y tres hijas. 3 Su hacienda era de siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas y muchísimos criados. Era el hombre más importante de todos los orientales.

Job tenía una vida perfecta: Personalmente definido, familiarmente bendecido, financieramente prosperado, y socialmente respetado. ¿Que mas se podía pedir?

Dios le había concedido lo que muchos han soñado. No había ningún rincón de su vida, donde pudiera asomarse algún indicio de dificultad. Pero el día malo llegó sin avisar; y todo su mundo se derrumbó ese día:

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su familia, su fuente de ingresos y su salud. La Biblia nos cuenta con claridad como fue el día Malo de Job. veamos:

Job 1:13-19 13 Un día aconteció que sus hijos e hijas comían y bebían vino en casa de su hermano el primogénito, 14 y vino un mensajero a Job y le dijo: —Estaban arando los bueyes y las asnas pacían cerca de ellos; 15 de pronto nos asaltaron los sabeos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada. Solamente escapé yo para darte la noticia. 16 Aún estaba éste hablando, cuando vino otro, que dijo: — Fuego de Dios cayó del cielo y quemó a ovejas y a pastores, y los consumió. Solamente escapé yo para darte la noticia. 17 Aún estaba éste hablando, cuando vino otro, que dijo: —Tres escuadrones de caldeos arremetieron contra los camellos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada. Solamente escapé yo para darte la noticia. 18 Entre tanto que éste hablaba, vino otro, que dijo: —Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito, 19 cuando un gran viento se levantó del lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes, y murieron. Solamente escapé yo para darte la noticia.

La Biblia nos deja ver que todo ocurrió en un día. Hoy sabemos que fue el día malo de Job.

Quizá el Apóstol Pablo se inspiró en Job cuando escribió Efesios 6:13. Porque Job, antes del día malo, preparó su alma; ya leímos que era temeroso de Dios y apartado del mal, pero también la Biblia dice:

Job 1:5 5 Y sucedía que una vez pasados los días de turno, Job los hacía venir y los santificaba. Se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: «Quizá habrán pecado mis hijos y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones.» Esto mismo hacía cada vez.

Quizá esta constante devoción por Dios y esta constante intersección por la vida de sus hijos le preparó para el día malo. Porque cuando llegó Job pudo resistir. La Biblia cuenta la reacción de Job cuando se enteró de todo lo ocurrido ese horrible día. Dice:

Job 1:20-22 20 Entonces Job se levantó, rasgó su manto y se rasuró la cabeza; luego, postrado en tierra, adoró 21 y dijo: «Desnudo salí del

vientre de mi madre y desnudo volveré allá. Jehová dio y Jehová quitó: ¡Bendito sea el nombre de Jehová!» 22 En todo esto no pecó Job ni atribuyó a Dios despropósito alguno.

Cuando decimos que Job pudo resistir, no estamos hablando de falta de llanto, o de lamento. Porque de hecho, Job manifestó la tristeza, el luto y el dolor que sentía de una forma muy visible el rasgó su manto, se rasuró la cabeza; y luego, se postró en tierra. Todas estas son manifestaciones de luto y dolor. Pero la Biblia dice que en todo esto no pecó Job ni atribuyó a Dios despropósito alguno. Es decir, Job resistió, porque no tomó su desgracia como pretexto para pecar, y justificar sus actos, ni tampoco le echó la culpa a Dios por todo lo ocurrido. Job sabía que aunque todo pasa por el escritorio de Dios, no todo es producido por el. Job resistió el embate del día malo, sin perder su devoción y fe.

De esto aprendo que es válido expresar nuestro dolor, nuestro sufrimiento, nuestra pérdida. NO es falta de fe cuando lloramos haber perdido algo o alguien.

También aprendo que podemos vivir nuestro duelo, y al mismo tiempo conservar nuestra devoción y nuestra fe en Dios; reconociendo que de el viene todo lo bueno que tenemos, y que en su soberanía, también podría autorizar momentos difíciles.

Job tomó la armadura de Dios antes del día malo; resistió durante el día malo; y cuando todo pasó se mantuvo firme. Porque después del día malo el dijo:

Job 42:2-5 2 «Yo reconozco que todo lo puedes y que no hay pensamiento que te sea oculto. 4 Escucha, te ruego, y hablaré. Te preguntaré y tú me enseñarás. 5 De oídas te conocía, mas ahora mis ojos te ven.

El día malo le dejó a Job un conocimiento mas amplio y profundo de quien es Dios.

Y lo maravilloso de la historia de Job es que al final, fue mas bendecido que al principio. la Biblia cierra su historia así:

Job 42:10,12, 16-17 10 Cuando Job hubo orado por sus amigos, Jehová le quitó la aflicción; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido

de Job. 12 Jehová bendijo el postrer estado de Job más que el primero… 16 Después de esto vivió Job ciento cuarenta años, y vio a sus hijos y a los hijos de sus hijos, hasta la cuarta generación. 17 Job murió muy anciano, colmado de días.

La historia de Job nos enseña que después del día malo, aunque hayamos sufrido pérdidas dolorosas, nos podemos levantar y la bendición de Dios sobre nuestra vida puede aumentar.

La historia de Job nos enseña que Enfrentar el día malo con los elementos correctos, nos ayuda cruzarlo de manera exitosa.

¿Como enfrentó Job el día malo?

Devoción ferviente.
Cuando llegó el día malo a la vida de Job, su reacción primera; su recurso inmediato, su refugio natural, fue adorar. Así lo cuenta la Biblia:

Job 1:20 20 Entonces Job se levantó, rasgó su manto y se rasuró la cabeza; luego, postrado en tierra, adoró

La adoración nos ayuda a canalizar nuestros sentimientos al destino correcto; y al mismo tiempo genera una sensación de acompañamiento divino.

Al adorar le abres tu corazón al todo poderoso; y al estar frente a el, experimentas una sensación de acompañamiento que alivia el alma.

Para Job, la adoración no era una mera expresión religiosa de las reuniones de fin de semana; adoración era su estilo de vida.

Job fue un hombre de adoración ferviente. Y cuando llegó el embate del día malo, el conocimiento de Dios que Job obtuvo al adorarle tantas veces, lo sostuvo para reaccionar de esta manera.

Conozco gente cuya devoción ferviente por Dios ha sido el mayor soporte en los días mas obscuros de su vida.

Un día tuve un día malo; fue el día que perdimos a nuestra hija Sharon, ella nació y cinco horas después murió.

En aquella temporada de mi vida, yo estaba en mi despertar de adoración e intimidad con Dios; mi devoción ferviente, fue mi mas firme soporte. Cantarle una canción a Dios mientras sepultábamos a mi hija, me

permitió canalizar mis sentimientos, y experimentar la compañía de Dios en esa época de gran obscuridad.

Luego, cuando debido a ese capítulo doloroso Laura cayó en depresión y experimentábamos momentos muy difíciles; pero adorar en comunidad con el grupo de jóvenes que pastoreábamos nos invadía de paz y alivio en medio de la adversidad.

Para Job, adorar fue su reacción natural durante el día malo, adorar le ayudó a enfrentar el día malo.

Si tu estas pasando por un día malo, empieza a adorar y empezarás a sanar.

¿Como enfrentó Job el día malo?

Actitud humilde.
Los días malos suelen golpear tan fuertes que nos dejan aturdidos y con los pensamientos dispersos; a Job le pasó así.

Todos podemos tener un momento en el que el dolor nos ciegue y nos haga hablar con arrogancia; es parte del descanso del alma misma. Pero, la actitud humilde es la que nos permite modificar nuestro proceder y aprender las lecciones que la vida nos presenta y regresar al camino correcto.

La humildad de Job le permitió corregir el rumbo y al final decir esto:

Job 42:3 y 6 3 “¿Quién es el que, falto de entendimiento, oscurece el consejo?” Así hablaba yo, y nada entendía; eran cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía. 6 Por eso me aborrezco y me arrepiento en polvo y ceniza».

Job esta reconociendo que en su vida hubo un momento de insensatez a causa del dolor que estaba experimentando; y en ese momento se atrevió de desafiar a Dios.

Job se sentía tan seguro de si mismo que incluso quería encarar a Dios por todo lo vivido. El estaba seguro que hizo todo bien y que no merecía nada de lo que le había ocurrido, sentía como si Dios estuviera abusando de su poder con Job, y actuando de manera arbitraria; y expresó:

Job 13:3 3 Mas yo querría hablar con el Todopoderoso, querría razonar con Dios.

Job 16:21 21¡Ojalá pudiera disputar el hombre con Dios como con su prójimo!

En ese momento Job estaba cegado por la frustración. Todos podemos tener un momento así, en el que el dolor nos ciegue y expresemos cosas semejantes. Porque como dije hace un momento: Los días malos suelen golpear tan fuertes que nos dejan aturdidos y con los pensamientos dispersos. Todos podemos tener un momento en el que el dolor nos ciegue y nos haga hablar con arrogancia.

Lo destacable de Job, es que no permaneció en este estado de orgullo, sino que con humildad, estuvo dispuesto a cambiar su actitud, a reconsiderar su perspectiva, a aceptar la soberanía de Dios y a humillarse delante de el. Y por eso Dios lo bendijo.

Muchos nunca logran pasar del día malo, al día de la bendición, porque persisten en su actitud desafiante ante el soberano Dios. Creen que su sufrimiento les da el derecho de hablarle a Dios con arrogancia. No es así.

Quizá algunos de los que me escuchan, han sufrido el embate del día malo y el dolor te ha dejado aturdido y con los pensamientos dispersos; y has estado quejándote. De alguna manera esto hace que descanse tu alma; es valido, es natural, pero no te puedes quedar así, porque podrías endurecerte y amargarte.

Lo mejor que puedes hacer es, como Job, con actitud humilde, reconocer que hay situaciones de la vida que escapan de nuestra capacidad de comprensión; que son situaciones demasiado elevadas para ser comprendidas por nosotros. Que no siempre se saben los porqués de la vida, pero nos consuela saber que Dios si los sabe, y que podemos confiar en el.

Una vez que hagamos eso, encontraremos descanso para el alma, y fuerzas para seguir con la vida.

¿Como enfrentó Job el día malo?

Relaciones significativas.
Ninguno de nosotros podemos levantarnos solos. Todos necesitamos la ayuda de otros. La historia de Job ilustra esto de una forma muy poderosa.

Job no se levantó solo. Claro, Dios lo ayudó. Pero también lo ayudó la gente que lo amaba y con quien el construyó relaciones significativas a lo largo de su vida. Cuando sus amigos se enteraron lo que le ocurrió fueron a verlo para tratar de animarlo. Observa:

Job 2:11-13 11 Tres amigos de Job, Elifaz, el temanita, Bildad, el suhita, y Zofar, el naamatita, al enterarse de todo este mal que le había sobrevenido, llegaron cada uno de su tierra, habiendo acordado venir juntos a condolerse con él y a consolarlo. 12 Estos, alzando los ojos desde lejos, no lo reconocieron. Entonces lloraron a gritos, y rasgó cada cual su manto y esparcieron polvo los tres sobre sus cabezas hacia el cielo. 13 Así permanecieron sentados con él en tierra durante siete días y siete noches, y ninguno le decía una palabra, porque veían que su dolor era muy grande.

Todos necesitamos amigos que cuando llega el día malo lloren con nosotros, y se sienten en silencio a nuestro lado por largos momentos. Job fue afortunado de tenerlos. Ojalá tu también cuentes con un parte ellos

Pero ellos no fueron los únicos que acompañaron a Job; a parte de sus tres amigos, otros mas lo fueron a visitar. observa:

Job 42:11 11 Todos sus hermanos, todas sus hermanas y todos los que antes lo habían conocido vinieron a él y comieron pan con él en su casa. Se condolieron de él, lo consolaron de todo aquel mal que Jehová había traído sobre él y cada uno le dio una moneda de plata y un anillo de oro.

Job no solo construyó relaciones significativas con amigos, también construyó relaciones significativas con sus familiares. Y el día que necesitó el apoyo, la poca ayuda que le brindaron muchos, lo ayudo a levantarse anímica, moral y hasta económicamente.

Este fragmento también nos enseña que cuando vayamos a visitar a una persona en su día malo, a demás de llevar el corazón, deberíamos

llevarle una monedita, o un villetito para que al pasar el día malo, pueda levantarse de su condición.

Muchos no tienen relaciones significativas porque han derribado los puentes y han construido barreras. Han aplicado mal eso de mejor solos que mal acompañados; y eso de la ropa sucia se lava en casa etc. Han cortado parejo relaciones buenas por miedo a ser defraudados; y el resultado final es que están solos.

No es sabio vivir la vida solos, y lo comprobarán cuando llegue el día malo; porque a la hora de la tristeza nadie se puede levantar solo. Todos necesitamos amigos y familiares que se sienten con nosotros en silencio, que caminen con nosotros una milla, que nos extiendan la mano cuando hay dificultades.

Enfrentar el día malo con los elementos correctos, nos ayuda cruzarlo de manera exitosa

¿Como enfrentó Job su día malo? Con devoción ferviente, con Actitud humilde y con relaciones significativas.

Escucha esta canción y si la sabes cántala con el grupo de alabanza.

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